Muchacho inquieto, curioso e intelectualizado siguió la secundaria en el Vicente Rocafuerte. En la Escuela de Bellas Artes aprendió pintura y escultura; obtuvo el título de profesor. Concurría a la antigua Biblioteca Municipal con su amigo Pancho Huerta Rendón, para revisar la Gaceta Municipal y los Boletines de la Sociedad de Estudios Históricos Americanos; leían artículos de arqueología y examinaban grabados de objetos y tiestos, así como dibujos precolombinos. En 1924 consultaron al Dr. Pedro José Huerta Rendón, profesor de Historia, la posibilidad de dedicarse a la arqueología. Él les aconsejó que no se desperdicien en Ecuador con cerámica de indios tan pobres y que trataran de viajar al extranjero – a Egipto, a localizar tumbas con momias de faraones o algo por el estilo. La prensa mundial informaba el descubrimiento del científico inglés Howard Carter, del tesoro en la tumba del faraón Tutankamón.
A fines de los 20 visitó las zonas costeras de la isla. de Santa Elena recolectó numerosos figurines: Venus de Valdivia, por el sitio epónimo donde realizó en 1954 sus excavaciones Emilio Estrada Icaza; representaciones matriarcales usadas para fertilizar los campos de cultivo y propiciar buenas cosechas.
La cultura Valdivia, matriz conocida de todas las culturas del litoral, floreció entre el 4200 y el 1500 antes de la era común y ocupó extensos territorios de Manabí, Guayas, Los Ríos y El Oro, hasta las estribaciones de la cordillera occidental. Sus pobladores, los huancavilcas – cholos de la Costa – se alimentaban de la pesca y la caza; aunque también en menor grado de la agricultura; conocían el cultivo del maíz, fréjol, achira, varias clases de frutas, etc.
SU TRAYECTORIA
En 1931, con auspicio de la Escuela de Bellas Artes y la Asociación Alere Flamma presentó con su amigo el dibujante Virgilio Jaime Salinas una exposición de doscientos dibujos punáes sobre cartulina blanca y a tinta china, con hermosísimas estilizaciones geométricas, verdaderas obras del arte prehistórico, usados como elementos decorativos en los tiestos cerámicos encontrados en las pampas de la isla Puná. El 32 obtuvo la cátedra de prehistoria e historia antigua en el Vicente, ejerciendola hasta 44 que renunció para dirigir el Museo Municipal; logró medalla de oro de la Municipalidad por sus creaciones basadas en arte antiguo precolombino de la costa ecuatoriana. El 34 estudió la orfebrería de la cuenca del Guayas, cultura Tejar, que floreció entre los 500 antes y 500 después de la era común. Asentados en las vegas y bancos aluviales, tuvieron acceso a abundante pesca y desarrollaron una eficiente agricultura, domesticando entre otras plantas al cacao. La zona es rica en bosques donde crece abundante la caña guadúa, sus viviendas eran de techos pajizos a dos aguas y tenían una sola puerta.
UN GRAN DESCUBRIMIENTO
El 36 recibió un informe del campesino Pedro Meregildo, morador de la pequeña población de Juntas cercana a Chongón (a la altura del km 25 de la actual carretera a la costa – al noroeste de Guayaquil -para adentro) quien le refirió que en cierta ocasión, recolectando lana de ceibo en el Cerro de las Negritas, estribaciones de la cordillera Chongón Colonche, encontró dos postes totémicos de grandes dimensiones, elaborados en árboles de guasango, con figuras antropomorfas labradas en relieve.
Uno aún se hallaba parado y el otro medio enterrado y ladeado. Zevallos se trasladó al sitio con numerosos trabajadores y constató su existencia. De regreso expuso la novedad al Concejo Cantonal y recibió la ayuda necesaria para su extracción y traslado. La expedición partió el 15 de noviembre en un camioncito del Concejo; tras dos semanas de excavaciones, a 25 km del poblado de Juntas, desenterró y transportó a lomo de mula hasta el camión los tres postes totémicos – pues se había descubierto otro – de iguales dimensiones, siendo el mayor de 8,55 m de altura; con 32 figuras masculinas y femeninas dispuestas ordenadamente de manera vertical y 2 caimanes en la cúspide, ambos en posición vertical y direcciones opuestas. En sus cercanías recolectó esculturas fálicas, piedras de moler maíz, vasijas de barro, huesos de hilar, compoteras, de la cultura Huancavilca. En ninguna otra parte de América se ha descubierto postes totémicos de tales dimensiones.
DATOS
La cultura Valdivia construyó aldeas con planificación urbana y social como la de Real Alto, considerada por su templo y plaza ceremonial como la más antigua de Sudamérica; habitaron en viviendas ovaladas de piedra) Su organización social estaba sujeta a un jefe (la persona más vieja o de mayor mérito) Hay evidencias de una clase dirigente, posiblemente de carácter shamánico o sacerdotal; pudo existir el matriarcado.