La Arq. Antonieta Palacios nos acaban de brindar una biografía del ingeniero francés Gastón Thoret Jager (1859-1944) centrando su atención en la descripción de sus principales obras y proyectos, por eso creemos que en propiedad debe ser calificada como un Vademecum de sus obras.
Esta interesante iniciativa, surgió de su nieta Lucía Estarellas Thoret de Barriga Plaza, quien por dar a conocer la figura de su ilustre abuelo, hasta cierto punto desconocida, hurgó en el archivo familiar hasta dar con los borradores de su correspondencia, presupuestos e informes, hojas de cálculo y originales de gran cantidad de proyectos del Ing. Thoret, quien tenía la costumbre de dejar copia de su correspondencia.
Con motivo del proyecto Thoret, la Arq. Antonieta había comenzado a investigar en diferentes archivos sin mayor éxito, todo marchaba lentamente, los datos se negaban a aparecer, hasta que fue alertada por Lucía, quien la llamó eufórica para indicarle que ya tenía suficiente material para confeccionar un libro. Concretada la cita se dio el descubrimiento. Antonieta cuenta con mucha gracia que al serle presentados los documentos, encontró que todo estaba allí, en un saco.
La obra se desenvuelve en capítulos: 1) El Hombre, 2)el Ingeniero (la obra del ferrocarril a la Costa, la reconstrucción de la Vía Flores) 3) Su visión o proyectos de grandes dimensiones pero no alcanzados como el ferrocarril que partiendo de Puerto Bolívar llegara al Amazonas y 4) El muelle de aduanas de Guayaquil en la Isla Verde frente a Puná (Puerto Marítimo)
La primera parte se relata su nacimiento en la Comuna de Villedieu (Vienne) estudios y grado de Ingeniero en las Escuelas Nacionales de Artes y Oficios, su viaje a la ciudad de Colón, cercana a Panamá, contratado por la Compañía Universal del Canal Interoceánico que dirigía el famoso Ferdinand de Lesseps, autor del Canal de Suez en Egipto, que unió el mar Mediterráneo con el mar Rojo. En el istmo conoció a numerosos exilados políticos, entre ellos al General Alfaro.
Tras el fracaso de Lesseps a causa de las plagas que asolaban la región causando la muerte de miles de trabajadores, Thoret partió a Chile con un compañero, en busca de trabajo, pero que no les fue bien. De regreso radicó en El Oro y en 1.890 proyectó el agua potable para Machala y el Muelle de fierro para la Aduana de Puerto Bolívar.
Por su amistad con Alfaro en 1.896 participó en calidad de Primer Jefe del Cuerpo de Ingenieros en la campaña militar sobre Cuenca. Ocurrido el Incendio Grande en octubre de ese año, que destruyó la mejor y más ica parte de nuestra ciudad, trazó los planos para la reconstrucción de las manzanas y lo mismo ocurrió en 1.902 después del Incendio del Carmen y proyectó la provisión del agua potable para el Cuerpo de Bomberos de Guayaquil.
Los siguientes años dedicó al ferrocarril de Manabí, a la defensa y desague de Bahía de Caráquez y al puente sobre el río Chone.
En Quito rellenó la famosa quebrada de Jerusalem, llamada luego Avenida Veinte y Cuatro de Mayo y en Babahoyo reconstruyó la vía Flores hasta Pisagua.
Tantos trabajos le quitaban tiempo y energía, pero se daba abasto para todo al punto que estudió el trazo de la vía terrestre Guayaquil – Playas y presentó un proyecto para la construcción del Palacio Municipal de Guayaquil que, aunque no fue aceptado, despertó curiosidad y simpatía. Especial cuidado tuvo en planificar el ferrocarril a Playas y empeñado en la Junta de Construcción fue designado Ingeniero Jefe.
En 1.912 intentó lleva a cabo el gran proyecto del General Víctor Proaño, de construir un ferrocarril que partiendo de Puerto Bolívar llegara al río Amazona, así como los ramales a Cuenca y Loja para sacar del aislamiento en que se hallaban las provincias del austro. Luego realizó los muros de contención del río Jubones y el tramo del carretero Guayaquil – Pascuales inicio de la vía a la costa, se interesó en la construcción del ferrocarril San Lorenzo – Ibarra y construyó quinientas veredas de cemento en Guayaquil.
I habiéndosele reconocido su título de Ingeniero francés fue designado miembro del Directorio de la recién fundada Sociedad Ecuatoriana de Ingenieros y Arquitectos.
Sus últimos trabajos estuvieron dirigidos a la construcción de la plaza mercado de Milagro, las villas económicas del barrio Orellana y las viviendas para obreros en Calicuchima y Pío Montúfar.
Fue una pena que la situación económica del país no le permitiera llevar a cabo tantos y tantos proyectos que afloraban de su mente en pro del adelanto y la civilización pues le correspondió vivir la etapa más depauperada del siglo XX, provocada por la baja de las exportaciones del cacao y la terrible crisis económica mundial de los años treinta. No hay duda que fue un soñador genial, y siendo Ecuador su patria adoptiva le debe mucho a su memoria.
Hubiéramos querido que el libro contenga una mayor cantidad de datos biográficos, su vida en familia, anécdotas personales, relaciones de trabajo, etc, pero estamos seguros que no faltará una segunda parte con todo este material que se quedó en el ordenador de la Arq. Antonieta, como ella misma lo consigna en la página 13 cuando declara que “se le han quedado muchos datos” que aspira a darlos a la publicidad en lo futuro. Que así sea.
FUE UN GRAN VISIONARIO QUE ASPIRÓ AL ADELANTO MATERIAL DE NUESTRO PAIS A BASE DE GRANDES OBRAS, PERO LAS CONDICIONES ECONOMICAS DE LA EPOCA NO LE PERMITIERON CONCRETAR LA TOTALIDAD DE SUS ASPIRACIONES.