243. Polémica López – Schumacher

A las 7 de la noche del 30 de septiembre de 1.887 la Logia masónica “Orden y Libertad” de Lima, reunida en sesión solemne y con el concurso de numerosas damas y caballeros, tributó un fervoroso homenaje de admiración y respeto a la memoria de quien fuera su ilustre miembro Luis Vargas Torres, fusilado en Cuenca por el gobierno del Presidente Caamaño.

Entre los asistentes figuraba el doctor Felicísimo López y López, exiliado ecuatoriano en tierra limeña desde hacía dos años; a él lo eligen nuestros compatriotas para que conteste, agradeciendo la distinción que se rendía a Vargas Torres y lo hizo en brillante discurso que salió publicado en los periódicos del Perú.

FIN DEL DESTIERRO

El 10 de Agosto de 1.888 asumía la Presidencia de Ecuador el doctor Antonio Flores Jijón, civilista educado en Europa y Estados Unidos al amparo de las conquistas de la revolución francesa, que decretó una amnistía general, terminando con las persecuciones y dio libertad al país. La prensa creció, surgieron nuevos periódicos y los proscritos regresaron. Uno de ellos, el doctor López, volvió en octubre a Jipijapa, donde su familia pasaba gran pobreza a causa de un incendio ocurrido en agosto, que había terminado con las principales moradas de la población.          

BIOGRAFIA DE UN LUCHADOR

López es joven, menudo de cuerpo, de inteligencia grande, mucha erudición y conocimientos. Nacido en Quito el 6 de agosto de 1.847, tenía cuarenta y un años de edad y estaba fuerte. Sus padres don Mariano y doña Dolores contaban con algunos medios de fortuna y lo ayudaban a vivir. Conoce el latín por haber sido un alumno aprovechado de Buenaventura Proaño y de los padres jesuitas traídos por García Moreno. En 1.872 se graduó de médico en la Universidad de Quito y poco después viajó a Jipijapa a practicar su noble profesión al amparo del auge de la industria de sombreros de paja toquilla.

Diez años después vivía allí con casa propia y mucha clientela, y cuando Veintemilla se proclamó Jefe Supremo y rompió la Constitución, fue de los primeros en levantarse en armas y protestar. Entonces ingresó al ejército liberal de Alfaro como Cirujano y participó en algunas acciones bélicas. Después de la toma de Guayaquil el 9 de Julio de 1.883 regresó a Jipijapa y en 1.884 hizo oposición al gobierno de Caamaño. En 1.885 tras la derrota naval de Jaramijó se exilió en Lima.

UNA POLEMICA DE SEIS AÑOS

Se encontraba trabajando en sus labores profesionales cuando fue sorprendido una mañana con la lectura de la Novena Pastoral del doctor Pedro Schumacher, Obispo de la Diócesis de Portoviejo, que se la envió dedicada con su puño y letra.

En aquel documento el Obispo combate las doctrinas liberales de Europa y a los que propenden la implantación en el Ecuador del régimen de iglesia libre en estado libre ideado por  Camilo Benso, Conde de Cavour y Primer Ministro del Reino de Cerdeña (La Chiesa libera in libero stato) pues mejor es el Concordato de García Moreno donde nuestra patria acepta la intromisión de la Santa Sede por medio de los Obispos en todo tipo de asuntos, incluso en los administrativos.

López es precipitado y activo y no teme contestar a Schumacher publicando en Guayaquil,  Imprenta Comercial, su Carta al Pastor, folleto que circuló tres semanas después. Esto es grave ofensa para la Iglesia, piensa para sus adentros el Obispo y ni corto ni perezoso envió el folleto al Arzobispo doctor José Ignacio Ordóñez para que lo haga examinar en Quito.

EXAMEN DEL FOLLETO

López comienza por “tomar el pelo” a su Señoría llustrísima  aprovecha los temblores sentidos en la zona para decirle que tenía mucho miedo de ellos hasta leer en la pastoral que “no temeremos, aunque se conmueva la tierra”.

Le critica las fatigas que ha ocasionado a los ecuatorianos al publicar un artículo en el periódico El Pueblo de Guayaquil, titulado Alianzas funestas, porque Jesús dijo en cierta ocasión que su reino no es de este mundo y concordando con esta opinión, no deben los sacerdotes unirse a los políticos para dominar a los pueblos. Pone de ejemplo a Justiniano, que queriendo unificar el imperio romano en una sola creencia religiosa, solo consiguió diezmar a los pobladores con la persecución a los herejes.

Por último se declara seguidor de las doctrinas espiritualistas de Aristóteles, compadeciendo al Obispo porque no sabe ser padre de la sociedad manabita ni se contiene en los límites de la prudencia y buen sentido o lo que es lo mismo, ejerce su altísimo ministerio errando tristemente.

LA COMISION EXAMINADORA INFORMA

El 19 de Mayo de 1.889 la Curia Metropolitana formó una Comisión examinadora compuesta de los doctores Federico González Suárez y Ramón Acevedo entonces Arcediano y Canónigo, respectivamente. Estos leyeron la obra y el 22 de ese mes informaron que su autor manifiesta errores contra la fe católica, interpreta torcidamente varios pasajes de las Escrituras, enseña contra la moral, mezcla verdades evangélicas y enseñanzas del más puro materialismo, toma citas y textos buenos y malos para hacer alarde de erudición y en fin, no solamente está equivocado, sino también y lo que es peor, confundido.

Al día siguiente el Arzobispo ordena la retención del folleto y prohibe su lectura a los fieles de la Diócesis de Guayaquil donde ejercía la visitaduría Apostólica por ausencia del Obispo titular, doctor Roberto María del Pozo, desde el motín de los Canónigos. Al final agrega que copia del decreto se enviará al Vicario General de Guayaquil y al Ministro de Culto (Interior) para los fines detallados en el Art. 2 de la nueva versión del Concordato.

MÁS LITERATURA

López ha firmado su escrito con el seudónimo de Diocesano y no está tranquilo porque sobre él pende un enjuiciamiento criminal si así lo desea el Obispo pero nada ocurrió. En el mes de julio Schumacher lanzó su Décima Pastoral, esta vez contra los masones manabitas, que habrán sido muy escasos por aquella época. En ese documento Su Señoría reprime al Director del diario El Horizonte que se publicaba en Portoviejo, por la forma burlesca como describe la manera de impugnar a López, usada por el Párroco de Portoviejo, desde el pulpito.

También niega que sea verdad lo dicho por El Correo Mercantil de Bahía de Caráquez, cuando aseguró que el padre Celedonio Vargas en el Departamento de La Libertad, Perú, quemó como bruja, a una anciana, acusándola de tener pacto con los demonios.

LOPEZ VUELVE A LAS ANDADAS

Ese mes y por el Diario de Avisos de Guayaquil, Diocesano contestó con numerosos datos y fechas y al final invita a monseñor Schumacher a leer La Revista Ilustrada de New York donde se asegura que el hombre desciende del mono porque en África se ha encontrado un salvaje con medio palmo de rabo y se lo exhibe en un circo de esa ciudad. En verdad esta polémica hoy no llamaría la atención, pero examinada a la luz de esos años de supina incomprensión y fanatismo, se comprende que fuera tema de actualidad en todos los hogares por ser la primera vez que un seglar rebatía a un Obispo en el Ecuador, país mohíno, soñoliento y aún colonial a fines del  siglo XIX.

En agosto López tuvo que cambiar  de domicilio porque sus vecinos y amigos de Jipijapa le huían como a réprobo. Viajó a Chone, lugar más apartado de Manabí y donde rara vez llegaba un periódico. Allí pocos conocen su situación y como no existen muchos intelectuales, a nadie le interesa su polémica con el Obispo. Sin embargo, desde Portoviejo le piden correspondencia para El Horizonte de esa ciudad, acepta y se pierde. Veamos como:

LOS CARNICEROS CHONEÑOS

Monseñor Schumacher había prohibido que las ventas de la plaza se hicieran los domingos que son de descanso obligatorio y no de trabajo y jaranas pero los carniceros de Chone seguían abriendo sus puestos de venta y sacrificando reses. Eso era un abuso sin nombres piensa el padre Teófilo Rubianes, Cura de esa población, y al siguiente domingo y desde el pulpito amonestó a los choneños carnívoros, que no perdonaban ni el domingo en su gula de proteínas, saboreando el rico chivo, la deliciosa vaca y el no menos estupendo lechón. Y como nadie se inmutó y continuaron en el “pecado”, el Cura abandonó Chone, pasó a Portoviejo y dejó al pueblo sin sacerdote ni para conferir extremaunciones, mucho menos para confesiones, comuniones o bautizos.

Pasaron cuatro domingos y la Iglesia seguía cerrada. El padre Vicente Loor visitaba Chone pero no iba a la Iglesia sino al convento de las monjas y allí daba misa; regresando por las mismas y bajo pena de excomunión si desobedecía. El Pueblo murmuraba porque el 30 de agosto era la fiesta y ese año no habría ¡I no hubo! Entonces López se quejó como corresponsal de “El Horizonte” en Chone.

UN NOVEDOSO DECRETO

El 18 de enero de 1.890 el Obispo atacó a López decretando que solo podrán ser utilizados como textos de enseñanza moral y religiosa en las escuelas eclesiásticas, municipales y fiscales de su Diócesis, los siguientes: 1) Para la primaria: Catecismo Abreviado por Bernard August Thiel, Obispo de Costa Rica, e Historia Sagrada por Knecht, 2) Para la secundaria: Catecismo de la Doctrina Cristiana igualmente por Thiel y la misma Historia Sagrada de Knecht.  Indicando que por ningún motivo debía usarse Los Derechos del Hombre en Sociedad, para uso de las escuelas primarias, por el doctor Felicísimo López, publicado en 1.882 en Guayaquil, “por ser contrario a los principios de la filosofía cristiana y de la enseñanza católica.”

Esta última parte era exagerada porque el folleto se ajusta a la verdad, a la razón y a la moral y así había sido calificado por importantes conservadores ecuatorianos antes del Decreto de Schumacher. El doctor Pablo Herrera, que llegaría a Vice Presidente Constitucional de la República en 1.892, se había expresado del folleto: “Preciosísima obrita …etc”.

BREVES DISQUISICIONES

Si en verdad López aparece como intelectual de valía que no desciende a la diatriba ni al insulto, por otra parte no ceja en contestar a Schumacher y éste, imbuido en el espíritu dominador de esa época, muy teutón por cierto, pretende tener la razón en todo, incluso cuando comete errores como el de prohibir el uso de un texto escolar sin importancia, por el solo afán de fastidiar a su autor. Para colmos, dos años de discutir sobre tópicos tan diversos como la teoría de Darwin demostrada por el rabo de un salvaje, etc. hace que los hombres de la provincia se sitúen en dos bandos que se insultan a rabiar. López contesta el Decreto tildando de secta a la religión católica y firmó con el seudónimo de Juan Zisca, nombre de un famoso monje bohemio reformista, calificado de hereje por la iglesia en el siglo XVI, lo cual aparece en el No. 627 del Diario de Avisos de Guayaquil del 25 de marzo.

SE INICIA UN FAMOSO PROCESO

El 20 de Junio de 1.890 el doctor José Isidro Rodríguez Pareja, abogado porteño, solicitó al Juez Segundo de Letras el enjuiciamiento criminal del autor de la correspondencia, por asegurar que “estamos en plena teocracia y dar el nombre de secta a la religión católica, que equivale a confundirla con las religiones falsas, con lo que no solose excita su desprecio; sino lo que es más, se desconoce unode sus principales fundamentos: que es única y verdadera”. 

El 21 presentó un escrito de defensa el doctor Rafael Guerrero González y el 28 el Agente Fiscal doctor Vicente Benites admitió la acusación al trámite y ordenó al Director del Diario de Avisos que exhiba el original artículo bajo su estricta responsabilidad.

El 10 de Agosto y desde Chone escribió el doctor López al Director del periódico declarándose autor y único responsable de cuanto pudiera ocurrir. Un mes después, el 12 de septiembre, el doctor Emilio Arévalo presentó un Alegato de Defensa que salió publicado en todos los diarios del país. Ya el asunto se había vuelto un escándalo nacional y todos lo seguían muy de cerca, corno si fuera una telenovela de actualidad.

El juez de la causa doctor Carlos Coello Salvador, después de muchos incidentes y gran despliegue de publicidad, con fecha 28 de febrero de 1.891 absolvió de culpa al sindicado, sobreseyendole por falta de pruebas ya que “en puridad” el juicio se seguía por la comisión del delito de herejía, pero no se habían producido verdaderos cargos y los escritos presentados eran de índole política y social, mas no religiosa.

LA EXCOMUNION

Pero meses antes de dictarse esta sentencia, monseñor Pedro Schumacher, sin esperar el fallo, había aplicado el “remedio” y durante la visita pastoral que realizó a Jipijapa el 3 de noviembre de 1.890, fulminó excomunión mayor al Dr. López, excluyéndole de los sacramentos y de la celebración de la misa y además, si moría sin haber dado satisfacciones a la Iglesia, sus restos no podrían ser sepultados en sitios sagrados.

El 23 escribió el afectado al Nuncio Apostólico José Macchi, con sede en Quito, sin recibir contestación. Muchos periódicos comentaban de diversos modos la medida adoptada y no pocos dejaron oír sus voces de protesta. Al final, el asunto dejó de interesar y el doctor López viajó a Esmeraldas, donde radicó sin que nadie le moleste, pero siempre perseguido por la excomunión lanzada por su incansable enemigo. En 1.894 fue electo Diputado por esa provincia y lo descalificaron en el Congreso por estar excomulgado; ese incidente adquirió proporciones mayores lo que unido meses más tarde a la venta de la bandera nacional precipitó los acontecimientos que terminaron con el régimen progresista del doctor Luis Cordero sucedido en pocas semanas por Vicente Lucio Salazar, por Carlos Matheus Pacheco y por Aparicio Ribadeneira Ponce, último encargado del poder, quien se retiró de Quito con el resto del ejército conservador al conocer el avance  de las fuerzas liberales, tras la victoria obtenida en Gatazo.