ZAMBRANO MACIAS RAMÓN II

RELATISTA.- Nació el 29 de Marzo de 1959 en Bonce, Cantón Santa Ana y fueron sus padres Vicente Duval Zambrano Alava, raro personaje del lugar pues era de todo desde Carpintero hasta Albañil por la habilidad de sus manos y al mismo tiempo Cuentero, que recordaba numerosos relatos folklóricos escuchados en su infancia hasta otros tomados de las Mil y una noches. Al final de sus días confesó que también le agradaba rezar, y Rosa Mercedes Macías Alava, naturales de Bonce.
Su madre le enseñó a leer en casa y por eso no hizo el primer grado en la escuela Machala, Fiscal No.30, de Estancia Vieja, Parroquia Colón, Cantón Portoviejo. De inteligencia despierta, acostumbraba oír sus clases con mucha atención sin tomar apuntes y a pesar de ello disputaba el primer puesto con su compañerito René Briones.
Era traviezo y vivaracho, comenzaba a escribir poesías que ha logrado conservar. Un profesor le incentivó hacia el teatro dándole pequeños papeles de niño y llevándole con algunos mayores a representar en los campos. De diez años perseguía a sus amiguitas y por eso dos de ellas le acorralaron una mañana -Matilde y Fátima Ponce- y le pegaron.
El 71 pasó su familia a residir en Manta, al año siguiente ingresó al Colegio Nacional “Cinco de Junio”. Era buen lector pero tenía problemas con la gramática. El 74 fueron cambiados los horarios y comenzó a hacer una sola jornada de estudios, entonces decidió pasar a la sección Nocturna para poder trabajar, perdió el año en Matemáticas y se retiró. De esa época es su afición a las Estaciones de radio, primero fue locutor de la Umiña de Manta con S/ 60 al mes más dos publicidades con las cuales redondeaba S/ 100. Trabajaba solamente una hora por las tardes pero se hizo conocer. Al siguiente año pasó al Colegio Particular Simón Bolívar y con otros amigos se metió a defender las playas reclamando contra el Hotel Manabí. Le tomaron preso y estuvo dos días en el calabozo. Al salir fue expulsado por el Rector y tuvo que ir a Chone, donde alquiló un cuarto y estuvo una corta temporada.
De vuelta se matriculó en el cuarto año del Colegio Particular Americano y fue locutor en la radio Unión con S/1.200 mensuales y comisiones. Vivía en casa de amigos, era libre y feliz. El 79 siguió el quinto curso en el Colegio Nacional “Cinco de Junio”, ganó el Festival Intercolegial de Oratoria organizado por la Cámara de Comercio de Manta, ingresó como Actor fundador al grupo “La Trinchera” de teatro, donde trabajó algún tiempo y con el director peruano Mateo Rocafuerte trabajó en una adaptación de “El Sol bajo las patas de los caballos” poemario de Jorge Enrique Adoum y en “El Oráculo de Umiña” sobre la profanación de los sitios arqueológicos mantenses. Ese año aparecieron algunas composiciones suyas en la “Antología de Jóvenes Poetas” de la Casa de la Cultura de Manabí.
El 80 trabajó para la radio Tropical, concurrió al II Seminario Internacional para el desarrollo de la Comunidad celebrado en Caracas y ganó dos Concursos de Oratoria: el I Festival de las Letras Manabitas comentando la obra de Luis Félix López donde recibió una lujosa Biblia ilustrada que volveremos a mencionar y las VIII Jornadas Literarias Vicentinas de Guayaquil.
El 81 finalmente se graduó de Bachiller, pasó a Quito y con la venta de la Biblia en S/ 14.000 vivió algunos meses pero no aprobó el Propedéutico. Entonces vivió un breve paréntesis político y salía a las calles a gritar consignas contra el gobierno tales como “No hay azúcar, no hay arroz, por la culpa de Roldós” y algo más sobre el estilo, pero también participó en el Encuentro Nacional de Poetas de la Naturaleza y en la Antología de Escritores de la Naturaleza editada por el Consejo Provincial del Pichincha aparecieron dos poemas suyos. De esa época son sus primeros cuentos, exigentes y de estructuras rápidas. “Los hago aún, de a poquito, con poesía soterrada y para que dejen algo al espíritu, pues me preocupa mucho el hombre y su entorno la naturaleza”.
Pasó a la Universidad Central, Raúl Pérez Torres le consiguió alojamiento por S/ 500 mensuales en la Residencial Universitaria y ganó el Concurso Interuniversitario de Oratoria celebrado en el Teatro Sucre; pero se acostumbró a pasar metido en el Congreso, espectando las sesiones y hablando con los Diputados y como era Joven y simpático, a todos caía bien. Un fin de semana acompañó a su amigo el Diputado Julio Ayala Serra, del MIN. Movimiento de Integración Nacional, pues debía realizar un mitin político en Manta. Durante el acto tomó la palabra. Al final se le acercó un señor muy emocionado y le dijo “Ud. es el hombre que ando buscando” y le pidió que fuera a visitarlo en Jipijapa, pero se olvidó y no fue. Días después le vió en el Congreso y supo que era Alberto Heredia Jervis, quien le contrató como representante de su compañía para obtener cupos de exportación de café. Con los S/ 10.000 iniciales adquirió varios ternos pues debía vestir con elegancia. El nuevo empleo le duró hasta el 86 y obtuvo excelentes rendimientos.
Aseguraba su subsistencia se cambió a la ciudadela La Floresta cerca de la Universidad Católica y entre el 84 y el 86 fue Asesor Parlamentario. Ese año terminó el Convenio Internacional del Café y ocupó la asistencia de la Asesoría Jurídica de una Comisión con S/ 200.000 mensuales en el Congreso.
El 88 comenzó una tesis sobre la “Inseminación artificial, causa y efectos jurídicos en la Legislación Ecuatoriana”. El 89 regresó a Manta, revalidó sus estudios en la Universidad “Eloy Alfaro”, ingresó al Taller de Literatura que dirigió Miguel Donoso Pareja por tres años, aprendiendo las técnicas del relato contemporáneo, colaboró con un cuento en los Cuadernos del Guayas, libro de difusión cultural de la CCE y escribió otros para algunos periódicos de su provincia.
En 1990 contrajo matrimonio con la Secretaria Ejecutiva Marilyn Corral Alcívar, con dos hijos. El 91 obtuvo su título de Abogado y puso estudio profesional en el Centro Comercial Menoscal, dedicándose a asuntos civiles, mercantiles y societarios.
El 93 asistió al I Encuentro de los Trabajadores de la Cultura realizado en Manta, dio a la luz pública su primera colección “Las Aberraciones según Paula” con 38 textos en 100 págs. en la Editorial Eskelectra. “Sus cuentos son breves, de gran intensidad interna. Sobrio y parco en su expresión, dice mucho sin hacer aspavientos, con una textura narrativa permanentemente engañosa por su desnudez, cargada siempre de una poesía soterrada y resonancias que van desde un agudo sentido del humor, el calificativo demoledor y la observación más despiadada, hasta los vericuetos de una imaginación que nos enfrenta a veces al misterio. Su libro es la triste representación teatral que es el mundo para transformarlo en una sugerente realidad verbal”. La Obra fue lanzada en la Universidad Eloy Alfaro de Manta y recibió el parabién de la crítica nacional.
Tenía un nuevo libro que posiblemente titulará “El Ultimo Mundo” en la misma línea. Alto blanco, ojos café, pelo y barba negra, conversa con facilidad y soltura, domina muchos temas, irradia simpatía. Todas las mañanas a las cinco y media salía a trotar por la playa siquiera una hora pues ama el mar y formaba parte de un grupo de independientes que apoyaba la candidatura presidencial del Dr. Ricardo Noboa Bejarano, que nunca se dió.