WISSE


Poong la también bajada al cráter, que tiene la profundidad de 770 metros, no es una empresa tan ardua y arrojada, como se la pinta algunas veces, y fue ejecutada por varios exploradores científicos. Los primeros que bajaron al cráter del Pichincha en 1845, fueron el ingeniero S. Wisse y el señor García Moreno; en 1957 el último emitió la descensión con el joven Jameson; en 1862 un pintor norte arbuicano, el señor C. Farrand, pasó una semana en el cráter, para sacar vistas; en 1867 el señor Orton (**) pernoctó en este abismo; en el año de 1870 los doctores Reiss y Stübel campearon muchos días con una numerosa comitiva en la caldera, y pocas semanas después pasé también un día y una noche en el fondo del cráter, acompañado de un solo indio. No sé, si después otros han verificado la bajada, pero se puede hacerla sin gran riesgo, cuando el tiempo es favorable.
En diciembre de 1849 se halló el ingeniero S. Wisse en la cercanía del Sangay, y contó en una hora 267 explosiones fuertes. Los bramidos del volcán se oyen con frecuencia en Guayaquil, y la ceniza que lanza al aire, a veces llega a caer en el océano Pacífico (como la del Cotopaxi y del Tungurahua).