Vivar Correa Victor León

El 25 de septiembre de 1995 apareció el primer número del periódico intitulado la Ley en el cual su redactor Victor Vivar, haciendo uso de la libertad de prensa, expresión, pensamiento y conciencia, tan cacareada por el régimen liberal, dijo que los liberales habían vencido en los campos de batalla pero no ante la razón y la justicia. El pueblo se volcó para comprar ese periódico. El Dictador inflamado en ira, Puso presos a sus escritores Pablo Borja y V.León Vivar. Al día siguiente salió el número segundo. El 18 de febrero de 1996 falleció el Dr. Pablo Herrera, insigne amigo y colaborador de Garcia Moreno. Al día siguiente pronuncia el Padre Manuel Proaño la oración fúnebre. Hablan en el cementerio del Tejar los señores Victor Léon Vivar, Vicente Enríquez y Telmo Viteri, que son acusados de ser antiliberales. Manda el dictador que sean reducidos a prisión. Huye a tiempo León Vivar. Son apresados Enriquez y Viteri. En la cárcel son sometidos a un tormento inventado por los liberales: baños en agua helada tanto a las ocho de la noche como a las cinco de la mañana.
___________________________________________________________________
Victor León Vivar ha hecho realidad sus nombres en los combates de Pangor, Tanguis, Columbe y Guaranda. Aprovecha de un corto receso bélico para entrar de incógnito en Quito y visitar a su familia. Pero a los pocos días fue allanada la casa y apresado el valiente guerrero. Son las tres de la mañana del seis de agosto de 1996, veintiún aniversario del asesinato de Garcia Moreno. Vivar es obligado a salir de la prisión y enderezar sus pasos al cementerio de San Diego en el centro de un piquete de soldados. Llegado al interior del camposanto, recibe tres, cuatro, cinco balazos de fusil. De inmediato fue favorecido con una postrer absolución sacramental impartida por el presbítero Eudoro Maldonado, santo sacerdote que había estado en el cementerio haciendo oración. En tiempo ya de Alfaro, hizo contrato con la tipocrata de los Padres Salesianos para una nueva edición de la célebre Sátira de Garcia Moreno contra el General Urbina. Comenzada la impresión, aquellos religiosos advirtieron que las tropelías perpetradas por Alfaro estaban retradas en las de Urbina, Y suspendieron el trabajo, por temor bien fundado de las represalias de los garroteros. Seis dias después del asesinato de Vivar, el sacerdote que los atendió en el cementerio, Eudoro Maldonado tambien de noche, hallandose dormido en su cama, es victimado con un formidable navajazo en la nuca. Sin duda los garroteros quisieron librarse de un testigo.
Victor León Vivar, ya muy lejos de sus favorables demagógicos del Colegio y olvidando de “El Pensamiento”, se le fue encima al Dr. Peralta, esto que está en mano, profiriendo atroces injurias..Y el Dr. Peralta y ocho o diez de sus amigos fueron enjuiciados.. por tentativa de asesinato. La noche de ese mismo dia, Vivares y Neiras acometen a balazos a dos partidarios de Peralta y uno de ellos, moribundo, desangrándose con cinco heridas, es llevado a la policía arrojado como un cerdo sobre un montón de alfalfa…y criminalmente enjuiciado”. p. 131,132/.
___________________________________________________________________
VIVAR CORREA VICTOR LEON (1866-1896)
Es la clásica muestra del periodista nuestro, de vocación y de capacidad Representativa parte de su corta vida transcurrió entre el olor de la grasa y la tinta maquinaria de imprenta, escribiendo; su obra, por lo general, se encuentra en las páginas de las publicaciones de la época, que, de agruparsela, daría voluminosa cantidad.
Político, periodista, crítico literario y conferenciante cuencano, fue vilmente asesinado a consecuencia de represalias políticas. Acción imborrable en la conciencia de la mayor parte de los ecuatorianos. Después del asesinato de Victor Leon Vivar Correa, algunos amigos publicaron en las columnas de la prensa buena parte de la obra que ha dejado inédita.
Fundador de “La Ley” e infaltable participador en las causas culturales y, de éstas, sobre todo, periodísticas. Entre las más sonadas obras que ponen notas, prólogos, artículos así se pueden enumerar las siguientes: “El Washington del sur, Antonio José de Sucre” 1893, de Vicuña Mackenna; “Vida de Fray Gaspar de Villarroel” 1892 de J. T. Vásquez; “Presidentes poetas” 1893 valiosa edición chilena. Escribió: “Poesía ecuatoriana” 1885; “De los panegíricos en honra de Montalvo”, 1889; “Al público” 1889; y una hoja suelta especialísima: “Atrás miserable” 1889.
En varios periódicos y revistas esculpió su nombre, para que lo contemple la posteridad, a base de inteligencia, decisión y, desde luego, constancia.
El Ecuador hubiera ganado mucho más si Vivar Correa no bajaba al sepulcro en tan temprana edad -treinta años -, pese a ello su importancia se codea, aumentada por su martirio, con la de los mejores representantes de nuestro mayor haber periodístico.
“Se necesita el estro del genio para alcanzar a revelar las interioridades del alma, así con esa fuerza en el relieve y esa seguridad en las líneas y encerrarlo todo en un panorama vasto, inmenso, en que naturaleza americana, como esclava sumisa, preste a poeta toda una explosión de luz y de vida, de árboles centenarios que se pierden en el espacio, de ríos que dan envidia a los mares y de flores que recuerdan el paraíso”.
(De “La poesía en el Ecuador: Llona”)