VERA VERA ALFREDO

POLITICO.- Nació en Guayaquil el 28 de junio de 1910. Hijo legítimo del Dr. Alfredo R. Vera Benavides, natural de Naranjal y de Leonor Vera Almendares, guayaquileña (véase la biografía de su hermano Pedro Joge en este diccionario).
Realizó sus primeros estudios en el colegio Tomás Martínez y los secundarios en el Vicente Rocafuerte, donde obtuvo el 1926 el premio de La Filantrópica al mejor alumno.
En 1928 se graduó de bachiller con la nota máxima y por aclamación y aunque su deseo fue estudiar Ingeniería no pudo hacerlo por no existir dicha Facultad. Entonces ingresó a Jurisprudencia donde formó parte de la Fracción Universitaria de Izquierda (FUDEI) compuesta por 17 estudiantes, que dirigía Jorge Mejía Cedeño, del sexto curso, quien los adoctrinaba sobre el marxismo, leyendo y comentando obras en su casa de Chimborazo y Aguirre. Por entonces trabajó como Bedel en el Vicente Rocafuerte.
La FUDEI proclamó una reforma de la enseñanza superior, al igual que había ocurrido en la Universidad de Córdoba, en Argentina, en 1919; pero ésta iba más lejos, porque sus miembros declaraban: “Luchamos por una sociedad mejor para tener una educación mejor”. Y salieron a las calles donde fueron apaleados por la policía y sus esbirros en los mítines estudiantiles y hasta el Consejo Universitario decretó la cruel pena de expulsión de los miembros de la Fracción por cinco años de los claustros universitarios.
El FUDEI publicó un folleto incendiario pero no exento de justicia y verdad titulado “Proceso contra la Universidad de Guayaquil”. El Escándalo fue enorme y sus jovenes autores quedaron socialmente marcados por haber levantado la bandera de la reforma universitaria.
Vera perdió su cargo en el Vicente Rocafuerte, pero lejos de amilanarse, la mayoría de los miembros de la Fracción formaron el “Grupo Marxista Adelante” (GRUMARXAD). En ese grupo figuraron Jorge Mejía Cedeño, Carlos Guevara Moreno, Rafael Coello Serrano, Leonidas Avilés Robinson, Humberto del Pino, Humberto Mata Martínez, José Joaquín Silva, Alfredo Vera, etc.
En 1930 fundaron el Partido Comunista del Ecuador algunos de esos estudiantes, con Rosendo Naula, Luis Maldonado Estrada, Tomás Regato (sombrerero) los obreros portuarios Bernardino Poveda y Leonidas Hidalgo (a) “Revisado” quien tenía mucho carisma popular, el sastre Vicente Mera y otros elementos trabajadores y editaron el periódico “Bandera Roja” en la imprenta de la Confederación Obrera del Guayas.
El Dr. Antonio Parra Velasco, Secretario del Consejo Provincial del Guayas, llevó a Vera a trabajar como Ayudante de Secretaría y “como allí estaba obligado a redactar las actas de las sesiones”, aprendió taquigrafía en sólo tres meses con el sistema inventado por el sabio español Francisco de Paula Martí en 1803, que se lo enseñó el experimentado taquígrafo Alberto Pombar.
El partido comunista de Guayaquil entró en biligerancia con los comunistas de Quito que dirigía el Dr. Ricardo Paredes y que estaba afiliado a la III Internacional y con el grupo de Milagro formado por Neptalí Pacheco León y Antonio Ruiz Flores que seguía las directivas de Paredes. Para unificarlos llegó en 1932 el diputado uruguayo Ernesto Gómez.
Ese año 32 contrajo matrimonio con (Baltita) Arrata Macías, con quien se conocía desde niño. Tuvieron una unión estable y feliz.
En 1934 viajó a Quito y ganó por concurso la plaza de taquígrafo parlamentario de la Cámara de Diputados y luego del Congreso pleno, matriculándose en el primer curso de Jurisprudencia en la Universidad Central, en 1935 fue secretario-profesor del colegio 24 de Mayo de la capital. En 1936 preparó un texto de Taquigrafía para el concurso convocado por el Ministerio de Educación, que finalmente no se realizó. Este trabajo sirvió de antecedente lejano a su “Taquigrafía Española Modernizada”, editada en 1964, en 284 págs. que ha tenido cuatro ediciones. Trabajo de mucho esfuerzo intelectual, arduas jornadas de investigación, que le acredita para la posteridad. Lamentablemente la taquigrafía – con los inventos que captan y reproducen los sonidos, entre otros las grabadoras, ha dejado de ser una ciencia útil pero lo fue durante mucho tiempo.
Habiéndose producido la dictadura, el Ing. Federico Páez influenciado por su consejero fascista alemán Dr. Kuhn, emprendió la represión de la izquierdas en 1936 tras el episodio trágico denominado “La Guerra de las cuatro Horas”.
Entonces Vera organizó “La Cadena de la felicidad Nacional” con boletines que circulaban de mano en mano y por correo denunciando los abusos del régimen. Fue detenido, permaneció un mes en el panóptico hasta que pasó desterrado a Santiago de Chile, y vivió pobremente y cuando ascendió al poder el General Alberto Enríquez Gallo y convocó a la Asamblea Nacional constituyente del 38, aceptó ser taquígrafo en dicha Asamblea por poco tiempo y pues había reanudado sus estudios en la Universidad de Guayaquil.
A fines de ese año propuso públicamente la formación de un frente común de Izquierdas bajo el nombre de “Partido Popular Ecuatoriano”, a base del Comunismo, del Socialismo y de la Vanguardia Revolucionaria Socialista que lideraba Clotario Paz Paladines.
En el mismo año fundó en Guayaquil la Librería “Vera y Cía”, asociándose con su hermano Pedro Jorge y luego con Enrique Barrezueta. El local se convirtió enseguida en sitio de reunión de intelectuales y los socios hasta llegaron a adquirir una pequeña imprenta usada y a editar libros nacionales.
En 1941 poco antes de ocurrir la invasión peruana, dictó una conferencia radial titulada “Mito y destino de Galápagos”, que imprimió ese mismo año en un folleto de 25 págs., estudiando el conflicto que se veía venir y recomendado la negociación inteligente y soberana de la islas con Estados Unidos, para evitar la agresión del Perú y la forzada cesión gratuita de bases militares, como ocurrió tras la invasión peruano del 41.
Desde 1942 – tras la firma del írrito Protocolo de Río de Janeiro – numerosos políticos e intelectuales acostumbraban reunirse en la librería Vera a conspirar contra el régimen arroyista. Entonces el Dr. Francisco Arízaga Luque incorporó a Vera al comando político de Alianza Democrática Ecuatoriana (ADE) y comenzaron a organizar la revolución, en contacto con la juventud militar, para el 6 de Junio de 1944, segundo día de las elecciones presidenciales, cuando se suponía que se consumaría un nuevo fraude, pero el 27 de Mayo la pesquisa apresó a Barrezueta, socio de Vera que era el tesorero de ADE, y se adelantó la revolución para el día siguiente – 28 de Mayo – por temor a ser descubiertos y apresados y tras la revolución formó parte del Concejo Cantonal que presidió Víctor Emilio Estrada, a quien acompañó a Quito a entrevistarse con Velasco Ibarra.
Velasco le ofreció el Ministro de Educación que Vera aceptó sin vislumbrar la soterrada resistencia de los sectores reaccionario y de los ministros Carlos Guevara Moreno y Camilo Ponce Enríquez, celosos de la participación de un miembro del comando de ADE en el Gobierno.
Su corto paso por el Ministerio, de siete meses solamente, fue muy provechoso para el país pues redactó el decreto de creación de la Casa de la Cultura que hizo aprobar de Velasco Ibarra el día anterior a la instalación de la Asamblea Constituyente. Obtuvo la expedición de la Ley de Escalafón y Sueldos del Magisterio Nacional, que liberó de la indigencia a los maestros aumentándoles el sueldo por categorías y emprendió una trascendental campaña para la construcción de locales escolares.
Fundó el Colegio 28 de Mayo y numerosos planteles en todo el país. Promovió la construcción de las ciudadelas universitarias de Quito y Guayaquil. Fue el mejor ministro y justo por ello cayó en Enero del 45, pues así son los celos políticos en nuestro país (1)
Poco después rindió el grado de Abogado y doctor con un tema de tesis denunciado en 1943 con el título de “Efectividad de la Función Electoral”, que incluyó en su Libro “Anhelo y pasión de la democracia ecuatoriana”, editado en 1948, en 365 págs, que contiene un estudio de la trayectoria de nuestra democracia, de la reforma electoral y un proyecto de Ley de Elecciones, obra de densidad política y social que lo ubicó entre los tratadistas políticos más importantes del Ecuador de todos los tiempos.
Entre 1948 y el 50 fue insultado soezmente en la revista “Comentarios del Momento” por los cefepistas de Guevara Moreno, por el simple hecho de ser comunista.
En 1950 participó en la organización de Alianza Popular, desprendida del PCE que buscaba la aplicación del marxismo a la realidad nacional. Fue electo Concejal de Guayaquil por dos periodos consecutivos. Como presidente de la Comisión de Obras Públicas hizo construir el malecón del Salado, la canalización y pavimentación definitiva de la avenida 9 de Octubre y otras calles centrales, inició la pavimentación integral de la ciudad, el mirador del Cerro Santa Ana, planificó la ampliación del malecón del Río Guayas, la arborización, la pavimentación e iluminación obligatoria de los portales; hizo expedir numerosas ordenanzas como la de Inquilinato, Avalúo de Predios Rústicos, Estabilidad y Ascenso de los trabajadores municipales, Impuestos Progresivo a los solares desocupados, la de Espectáculos. Hizo recuperar del Jockey Club más de 200.000 m2, terrenos donde hoy existe el centro Cívico.
En 1952 figuró como Candidato a la alcaldía de Guayaquil por “Alianza Popular” agrupación compuesta por un frente amplio de izquierda, pero triunfó Guevara Moreno.
En 1953 apoyó a Velasco para tumbar a Guevara de la Alcaldía y en represalia fue expulsado del PCE sin embargo, el tiempo le dio la razón pues, el populismo de Guevara creó en Guayaquil un caciquismo folklórico y pernicioso y un poderoso movimiento anti izquierdista.
En 1958 fue profesor de Historia de la Cultura, Status de Diplomáticos y funcionarios Internacionales y otras materias en la Escuela de Diplomacia, y de Historia del Derecho en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil, pero esta última materia no era su fuerte pues aunque era un intelectual notabilísimo, jamás hurgó en los entretelones de la historia.
En 1960 publicó “Importancia histórica mundial de las Naciones Unidas.” El 61 visitó Cuba y a su regreso dio a la prensa “Cuba, un mundo Nuevo”, en 94 págs.
En 1963, al instaurarse la dictadura militar de Castro Jijón, se expulsó de sus cátedras universitarias a más de un centenar de profesores; entre ellos a Alfredo Vera, quien aprovechó el tiempo que le quedaba libre para concluir sus texto de Taquigrafía, publicado el 66, que impactó a nivel internacional por sus simplificaciones y descubrimientos tales como “Los tres tipos de articulación o concurrencia de consonantes contiguas que hay en nuestras lengua”. La obra fue excepcionalmente bien acogida y el autor felicitado por el Presidente de la Federación Taquigráfica Española como “el digno continuador que requería el sistema Martí”. La Municipalidad de Guayaquil le confirió medalla de oro y diploma de honor.
En 1966 el Concejo de Guayaquil contrató sus servicios como Asesor Jurídico de Legislación. De esa época son numerosas Ordenanzas como la de Patente de actividades económicas, Vía Pública, Tasa de Alumbrado y Aseo de Calles, Contribuciones Especiales de Menores, Propiedad Horizontal, Empresa de Alcantarillado, Desarrollo Urbano, Impuesto al Juego , Plan General Urbano, etc. mejorando considerablemente las rentas de la comuna, elaboró el proyecto de decreto legislativo que autorizó la emisión de bonos por 300 millones de sucres, que permitió a la Municipalidad salir de la quiebra, consiguió del Gobierno la entrega a la ciudad de la mitad de las tierras expropiadas en la Saiba y el Guasmo.
En 1969 el Ministerio de Recursos Naturales lo contrató como Asesor Jurídico Petrolero y presidente de la comisión negociadora integrada con el Dr. Cyrano Tama y el Ing. Rodrígo Cabezas para la revisión del inicuo contrato petrolero que la dictadura militar celebró con Texaco- Gulf obteniéndose una indemnización de diez millones de dólares y el reconocimiento de la propiedad del estado sobre el oleoducto.
En 1970 entregó el proyecto de Abolición del trabajo precario en la agricultura, que tenía redactado desde 1961 y que convertido en ley como decreto 1001 erradicó el precarismo en el país, aumentado las producción de arroz y otros artículos.
También elaboró el proyecto de la Ley de Hidrocarburos y la de creación de la Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana (CEPE).
Lamentablemente el complemento de la abolición del trabajo precario que hubiera sido la Ley de Cooperativas Rurales y Desarrollo Agrícola y Agropecuario no llegó a dictarse por la oposición de elementos conservadores y de las Cámaras de Agricultura. Contemplaba la creación de cooperativas rurales mixtas donde el Estado pone la tierra, maquinarias y dinero y los campesinos su trabajo.
Este proyecto recién se publicó en 1984, como simple aspiración, en un folleto de 30 págs. en la imprenta de la Universidad de Guayaquil. También elaboró la Ley de Educación Superior de 1970 que habría servido para ordenar y mejorar las universidades y escuelas politécnicas, pero cuya aplicación la impidieron la demagogia y el sectarismo.
En 1972 redactó una “Declaración de Principio” que adoptó la dictadura militar del General Guillermo Rodríguez Lara como nuevo plan de gobierno, documento avanzadísimo aún para nuestra época, que la inepta burocracia olvidó al poco tiempo. El plan de gobierno original llamado Plan de los kikuyos había sido compuesto por varios jóvenes recién graduados que dirigía en la Escuela de Altos Estudios, sucursal de Guayaquil, el Profesor Octavio de la Torre, quien acababa de ser miembre de la Compañía de Jesús.
En ese año se jubiló, viviendo en Quito hasta el 75; pero por razones de salud de su cónyuge pasaron a residir en Salinas hasta el 77. Entonces fue designado Ministro Encargado de Negocios en Portugal, cargo que renunció el 79 al advenimiento de la democracia en el país, después de haber obtenido la edición en Madrid de su libro “Taquigrafía, Política y Cultura” en 120 pags. alegato en favor de tan importante arte, una de las técnicas instrumentales de la cultura humana, con la Lectura, Escritura Común y Mecanografía.
En 1981 dictó en la Universidad Complutense de Madrid, por encargo del Ministerio de Educación de España, un curso de cuatro meses para la formación de cincuenta profesores de Taquigrafía, según su sistema modernizado y consiguió que la Editorial Paraninfo lanzara la cuarta edición mas, el avance de la ciencia y la aparición de las grabadoras de bolsillo, terminó con la taquigrafía a nivel mundial.
En ese año apareció con el No. 115 en la Colección Letras del Ecuador de la Casa de la Cultura, su selección de relatos titulada “Un Héroe de doce años y otros cuentos”, con 15 textos, en 180 págs.
En 1982 publicó “Reforma Ortográfica de la Lengua Española” en 56 págs, y en 1984 “Problemas Educativos” en 76 págs.
Dedicaba su tiempo a la investigación del origen y trascendencia de la nación ecuatoriana, obra que esperaba dar a conocer dentro de poco. Por su carácter siempre alegre y suave como es la superficie pulida del acero gozaba de numerosas relaciones, amistades y simpatías. Falleció en Guayaquil el domingo 18 de Julio de 1999 de ochenta y nueve años de edad, intempestivamente.
Alto, delgado, trigueño, ojos y pelo negro que el tiempo había comenzado a encanecer, ejerció una notabilísima influencia en la legislación y el gobierno del país “por tener ideas claras y firmes, no extremistas, no dogmáticas.” hombre de izquierda avanzada, disciplinado y leal, poseía una de las mentalidades más lucidas del país, pero el Ecuador no le hizo entera justicia porque quizá nunca se dedicó a lo literario.
Siempre serio y diligente, se movía con rapidez y discurría a fondo sobre cualquier tema humano.
Lamentablemente en el Ecuador todo es literatura, decía con sorna, pues los pensadores como él estaban postergados.
Ejercía una tenaz disciplina en el comer, el vestir y aún el descansar. Su sobrino Fernando Cazón me ha contado que después del almuerzo sentado siempre en la misma silla hacía una siesta de diez minutos, durmiendo profundamente y hasta roncando, pero que se despertaba como reloj él solo.
Tal el control de sus facultades vitales.