Es otro de los grandes valores del arte musical de la patria, que alcanzó merecida nombradía en varias naciones latinoamericanas. Nació en Quito el 28 de julio, de 1874. Recibió las primeras enseñanzas de su padre, el músico italiano Pedro Traversari; después ingresó al Conservatorio Nacional de Santiago (Chile), donde recibió clases de flauta, contrabajo, violoncelo, armonía y composición.
Concluidos sus estudios fue nombrado profesor de canto, teoría, solfeo y de historia musical tanto del Conservatorio de Música como de la Escuela Superior de Música y Declamación, con sede en ese país sudamericano. Al retornar al Ecuador siguió su gran labor en el Conservatorio Nacional de Música de Quito, pues se desempeñó como profesor ocasiones; igualmente fue catedrático de la Academia de Bellas Artes de Riobamba, del Conservatorio Nacional de Música Antonio Neumane de Guayaquil, Asimismo fue nombrado director director general de las bandas de música del Ejército del Ecuador. Pedro Pablo Traversari Salazar fue el mentalizador del Museo de Instrumentos Musicales, que bautizado con su nombre, funciona en la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Tanto en Santiago de Chile como en nuestra nación fue redactor y dirigió publicaciones especializadas en música.
Entre las obras que escribió deben citarse Método ilustrado de la calígrafa musical, Historia general ilustrada de la música indígena y popular de los países americanos, Tratado práctico de teoría general de la música y Tratado del folclor ecuatoriano. El artista y compositor dejó además danzas de música indígena, marchas e himnos escolares de su propia inspiración, como por ejemplo Los hijos del sol, La araucana, Himno del 24 de Mayo y Canto a Bolívar. Murió en su urbe de nacimiento el 6 de julio de 1956,