TORRES Y FERNÁNDEZ DE MOURE: Pedro A.


Nació en Popayán en 1794, del capitán español Matéo Fernandéz de Moure y de una linajuda señorita de esa ciudad, criado como espósito por una familia Torres Montehermoso y luego en el monasterio de la Encarnación, de donde lo sacó su padre al contraer matrimonio y lo confió a su esposa, Juana Sánchez y Caldas, quien fue una verdadera madre para él. Empezó a estudiar en el Seminario, pasó a Quito, donde hizo conocer su talento y conocimientos en unos certámenes, se graduó en Lima de doctor en cánones y en Guayaquil recibió el presbiterado en 1817. Al año siguiente fue vicerrector y profesor de Seminario de Popayán, dirigió más tarde un colegio oficial en Cuenca; acompañó al libertador al Perú, como secretario privado y capellán castrense; fue canónigo y deán en Lima, Gobernador de la diócesis del Cuzco, tesorero, maestrescuela y deán de Quito; rector del colegio San Luis, de la Universidad y de convictorio de San Fernando, presidente de la dirección de estudios y Senador en esa capital, y Obispo de Cuenca, Silla que renunció antes de posesionarse, en 1844. En 1844. En 1823 no había aceptado el Obispo de Panamá, que la ofreció Bolívar; se ausentó del Ecuador para concurrir al congreso Admirable, en 1830, como Diputado por Pasto. En 1848 vino a esa ciudad y más tarde siguió hasta Popayán, porque se negó a hacerse ciudadano Ecuatoriano calidad que entonces empezó a exigirse a los Colombianos nacidos en el Ecuador que habían adoptado, por vecindad, la nacionalidad ecuatoriana, para que pudiesen ejercer algún cargo público, y no podía continuar sirviendo el decanato, que lo proveía el gobierno temporal. Entre nosotros se lo había desechado como candidato para Obispo de Pasto, por considerarlo ecuatoriano, a la luz del derecho internacionalidad; más tarde, en el 48,