Miguel Solano y Vargas Machuca es sacerdote. Se radica en Cajamarca (Perú), ciudad en la que fallece, probablemente por los años de 1834 a 1836.
Miguel Solano y Vargas Machuca. Este opta por abrazar el ministerio sacerdotal, con cuyo objeto sigue los estudios necesarios para obtenerlo. Su aprovechamiento y conducta deben ser notablemente buenos, porque así lo demuestra el hecho de que el primer Obispo de Cuenca en la Presidencia de Quito, el Ilm. Sr. Dr. José Manuel María Carrión y Marfil, español de excelentes dotes administrativas, sea quien le asegure beneficios en su futuro estado, concediéndole “colación y canónica institución de distintos ramos de capellanías que pertenecían a su sagrada Dignidad”.
Al presentar esta solicitud, Miguel Solano cuenta con veintiséis años y es solo clérigo de menores órdenes. Seguramente a fines de 1798 o principios de 1799, en que el Obispo Carrión y Marfil abandona Cuenca para ir a su nueva Diócesis , acompaña a su protegido y es allí, en la vieja ciudad de Trujillo – fundada por Francisco Pizarro, con el mismo nombre de aquella en la cual él nace en España – en donde Miguel Solano se ordena de sacerdote.
El fallecimiento de Miguel Solano y Vargas Machuca ocurre cuando éste tiene sesenta y un años de edad, o sea en 1833.