Rocha Nicolao De

Veamos en especial el caso del inquieto andaluz Nicolao de Rocha. Alguien removió las negras y sangrientas páginas de 1546, seguramente a propósito de haber sido agraciado por el Virrey, en Provisión de 6 de Febrero de 1558, de Regidor Perpetuo de Cuenca. Con no poco hurgar, su silueta se dibujó en claro oscuro, integrando la pandilla de los asesinos de Pedro de Puelles, insigne secuaz de Gonzalo Pizarro y Gobernador por él, en Quito. Su más enconado adversario, el Alcalde Alonso Flores Dávila le tachó de indigno de llegar al escaño edilicio si sus manos estaban manchadas de sangre Elevado el caso a consulta del Gobernador, éste hábilmente evadió el cuerpo arguyendo que el cabildo tenía sus fueros, y el recibir o no al Regidor era de absoluta incumbencia capitular. Sin embargo, el perurgido, Ramírez Dávalos, calificó a de Rocha de “persona honrada” y leal servidor del Rey. “Nicolao” salió airoso de la encrucijada. Al año de fundación, el cabildo apremiaba a los prestantes pobladores, Andres Pérez de Luna y Nicolao de Rocha, a habitar las casas que habían construido, bajo la pena de veinte pesos para las obras públicas.
Nicolao de Rocha, de la hueste descalabrada del adelantado Pedro de Alvarado. En 1557 Nicolao de Rocha fue el vecino fundador de Cuenca.