Rocafuerte y Bejarano Vicente.

Nació en Guayaquil el 1 de Mayo de 1783. Huérfano de Padre. Fue destinado a ocupar una plaza en el Regimiento de Granaderos comandados por el Coronel Miguel Lavayen, pero éste murió y la plaza fue entregada a otra persrona. Viajó a París.En 1803 se encontró con Bolívar, ingresó a las Logias Masónicas. Su tío Juan Pablo Arenas y Lavayen le arregló la entrevista con el Dr. Morales en la hacienda Naranjito en 1809. Iniciada la revolución en Quito fue perseguido por el Gobernador, Bartolomé Cucalón, que ordenó la confiscación de sus papeles y su arresto domiciliario. En 1812 fue electo Diputado a las Cortes de Cádiz.

Posteriormente estuvo en Londres donde imprimió por su cuenta el Discurso de Olmedo sobre las Mitas, pronunciado en las Cortes de Cádiz. Asistió con los hermanos ( Barón de Fogoaga y el Marqués del Apartado) y emprendieron viaje por Europa, primero estuvieron en Alemania, luego en Suecia y llegaron hasta San Petersburgo. En 1813 fue presentado a la Emperatriz de Rusia que los recibió con benevolencia y los invitó dos veces a su mesa. Volvieron a Londres. Pasó a España y formó parte del ala liberal de las Cortes donde destacó como orador de ideas avanzadas. En 1814 Fernando VII implantó el absolutismo y ordenó a los Diputados que le rindan homenaje.

Rocafuerte se negó a concurrir a la ceremonia del besamano y fue perseguido, logrando burlar a la policía y escapando a tiempo. En Nápoles obtuvo la seguridad de poder regresar a América y mediante una conexión por Burdeos, donde el cónsul español era filomasón, retornó a América en 1817, dedicándose en Guayaquil a la enseñanza del idioma Francés, con la condición de que sus alumnos practiquen leyendo el Contrato Social de Juan José Rousseau.

En 1819 su madre lo alejó a los Estados Unidos. En 1820 estaba de paso por La Habana, integrando las Logias y aprovechando el restablecimiento de la Constitución española, que le permitió gozar de la libertad de imprenta. Entonces escribió por la prensa con sus amigos Fernández-Madrid y Miralla. Bolívar le pidió que viaje a Madrid a informarse sobre el golpe militar de Riego y si existía la posibilidad de que el liberalismo se asiente definitivamente en la península.

En 1821 regresa a Cuba y se enteró de la proclamación del Imperio Mexicano por el General Iturbide, entonces siguió a los Estados Unidos, se entrevistó en Washington con Thomas Jefferson y escribió “Ideas necesarias a todo pueblo independiente que quiere ser libre”, libro que le abrió las puertas de la fama en México y fue invitado por los republicanos mejicanos para que influya ante el gobierno americano, para obtener que no se reconozca al imperio. Nuevamente en Washington, consiguió sus propósitos y publicó “Bosquejo ligerísimo”.