Rendón Pérez Carlos.

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Este vate sentimental fue bien amado de las Musas. Su corazón fue una colmena por la dulzura; y al son de su , de coraje de oro, dio al viento sus inspiradas y melodiosas canciones. “Crepúsculo” es una oda de esta índole. Con el título de “El suelo natal” hizo en Lima, en 1904, el siguiente soneto,

!Reina del mar que baña el occidente,

oh Guayaquil, en tu radiante cielo,

el genio hasta el cenit remonta el vuelo,

e inunda con su luz tu altiva frente,

Eres colmena de industriosa gente,

tú llenas del artífice el anhelo;

del próvido cultor premias el celo,

y al mercader su sed calmas ardiente.

Siempre mi pensamiento enternecieron

desde remotas o extranjeras playas,

se vuelve a ti, mi suelo bendecido

y alabo a Dios, que entre tus flores gayas.