PROAÑO ARANDI FRANCISCO

ESCRITOR. – Nació en Cuenca el 20 de Enero de 1944. Hijo legítimo del Ing. Hermógenes Proaño Flores, Director de Obras Públicas en Esmeraldas, Fiscalizador de las carreteras Quevedo-Manta, Girón-Pasaje y Quinindé-Esmeraldas y de Fabiola Arandi Flores, naturales de Quito.
El tercero de cinco hermanos, estudió el primer grado en la escuela San José de La Salle y el resto de la primaria en el Colegio del mismo nombre. El 56 se matriculó en el San Gabriel de los padres Jesuitas para seguir la secundaria y tuvo por compañeros a Benjamín Ortiz, Vladimiro Ribas, Diego Araujo, Bruno Sáenz y Federico Ponce, todos ellos alumnos de Literatura de Hernán Rodríguez cástelo, gran suscitador de talentos a través de diversas labores de estímulo a la creación literaria, autor del periódico mural del Colegio, fundador y mantenedor de una Academia que Proaño llegó a presidir, pues desde los quince años escribía versos y se preocupaba por las faenas de espíritu.
Bajo la dirección de Rodríguez Castelo publicó a los 17, en 1961, en la imprenta de la Casa de la Cultura, un tomo de Poesías Juveniles, versos precoces que Augusto Arias saludó con estas palabras “Sus poemas tienen aciertos, música, delicadeza, presentimiento”. Ingenuos cuadros, que se abren, a veces, a la sorpresa de la imagen, son de quien ve las cosas a través de un alma de quince años, pero también con algunas penetraciones que se dijera de más tiempo. Entre su ensueño y su realidad flotan figuras todavía vagarosas explicablemente, pero que comienza a afinarse en el descubrimiento de las formas creadas. Le tienta el motivo del mar, como a varios poetas de la sierra en los cuales alienta la premonición del viaje, o aman, de lejos, a la verde inmensura. // Océano míra los delfines muertos, / que se mecen a impulso de las olas,/entre un lamento de existencias rotas. // Es la tristeza de los viejos puertos, / fluye un canto de blancas caracolas / Y adiós, me dicen todas las gaviotas //.
En 1962 se graduó de Bachiller en Humanidades Modernas en la especialización de Filosóficas-Sociales, entró a la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central y fue electo representante de la Asociación Escuela de Derecho a la FEUE. Igualmente presidió el Club de Periodistas y dirigió la Revista de la Asociación.
“El 64 fundamos con Alejandro Moreano la Revista Z que sólo salió un número. El 65, también con Moreano y Ulises Estrella, sacamos La Bufanda del Sol, que hasta el 67 apareció en cuatro números”, (1) fueron años formativos y preparó su pluma para acometer empresas mayores; años que sin embargo han dejado una profunda huella en él.
En esa década de los sesenta surgieron varios grupos literarios y las revistas hicieron el papel de intermediarias entre éstos y los grupos contestatarios de los Estados Unidos y Europa. “Las reuniones generales eran en el Café 77 en Chile y Benalcázar, casa que había sido de propiedad de Marietta de Veintemilla y una cuadra del palacio de Gobierno. Dicho Café habíase llamado antes Águila de Oro . Todos los viernes se realizaban allí coloquios sobre arte y literatura que terminaban siempre en inequívocas manifestaciones de oposición a la Junta Militar de Gobierno; mientras, la Casa de la Cultura, intervenida también por la Junta, permanecía en la más inalterable quietud” presidida por Galo René Peréz.
Al Café 77 concurrían por igual los Tzánzicos y los de la Bufanda del Sol. “Con el tiempo, Ulises Estrella nos hizo ingresar a los de la Bufanda en el grupo de los Tzanzicos y terminamos escribiendo en la revista de ellos, Pucuna, así como en Indoamérica, que dirigía Agustín Cueva con Fernando Tinajero. Pucuna, Indoamérica y La Bufanda del Sol formaron un tríptico de publicaciones culturales de la izquierda.”
Graduado de Licenciado en Ciencias Sociales en 1965, dos años después ganó por concurso público una Tercera Secretaria en la Cancillería y comenzó su vida diplomática.
En 1966 inició sus actividades la Asociación de Escritores y Artistas Jóvenes del Ecuador que tuvo varios congresos y aglutinó al nuevo elemento intelectual del país. Proaño ocupó la secretaría entre el 56 y el 68, pero luego se extinguió el Movimiento principalmente por las divergencias políticas insalvables de los distintos sectores que lo componía, al producirse una confrontación ideológica y estética cuando los del grupo Maoista decidieron no continuar dentro de ella.
En 1970 volvió a las revistas y fue cofundador de “Procontra” y el 71 de “Hora Universitaria”, iniciándose en el taller de Literatura de La Bufanda del Sol con Iván Eguez, Raúl Pérez Torres, Abdón Ubidia, Fernando Tinajero, Ulises Estrella, Agustín Cueva, Pablo Barona y Humberto Vinueza entre otros, “taller que cuajó en lo que luego sería el nuevo relato ecuatoriano con novelas como La Linares de Eguez, los cuentos de Pérez Torres, la poesía de Vinueza, los relatos de Ubidia, etc”.
En 1971 contrajo matrimonio con Lía Vinueza Rodríguez con dos hijos. El 72 editó el libro de cuentos “Historia de Disecadores”, poco después salía del país con destino a Puerto Asís en las riberas del río Putumayo al sur de Colombia, a desempeñar el Consulado General del Ecuador hasta Diciembre del 73 que fue trasladado de Primer Secretario a Moscú, trabajó varios meses como encargado del Consulado y luego en la Sección Comercial.
En Noviembre de 1977 regresó a Quito de Consejero y Director de los Departamentos Diplomáticos y de Prensa. En Mayo del 80 volvió a salir del país como Ministro Consejero de la Embajada del Ecuador en Cuba, pero ocurrió la ocupación del local de la embajada por un grupo de envano que deseaba salir del país y trás casi diez días de negociaciones finalmente se logró la devolucion del local y la liberación del embajador Jorge Pérez Concha. Allí escribió mucho y bien, sobre todo su novela “Antiguas caras en el espejo” que publicó a su vuelta a Quito en Marzo del 84, mereciendo una de las Menciones del Premio José Mejía de la Municipalidad capitalina. La segunda edición apareció en la Editorial Arte y Cultura de La Habana ha sido antologada en varias colecciones del país y del exterior.
En Quito permaneció encargado de la Dirección de Asunto Políticos de la Cancillería. El 85 fue ascendido de rango a Ministro Consejero. El 86 dio a la luz sus cuentos “Oposición a la Magia”, que tres años atrás había obtenido la Primera Mención en Cuento en el Concurso Internacional de Relatos convocado por la Revista Plural de México.
A principios de 87, con el No. 8 de la colección Letra Viva de la Editorial Planeta del Ecuador, dedicada a difundirla nueva narrativa ecuatoriana, salió un nuevo tomo con 10 cuentos titulado “La Doblez”, en 94 páginas. En Noviembre ascendió al rango de Embajador.. ocupó la Dirección General de información y Prensa de la Cancillería y el 88 pasó a la Dirección General de los Departamentos de Asia, Africa y Oceanía.
Aparte de esas funciones es miembro del Consejo de Redacción de la Revista “Palabras Suelta” que auspicia la Editorial El Conejo y dirige Abdón Ubidia. Los otros miembros son Diego Araujo, Ramiro Larrea Benalcázar y Lenín Oña.
Estatura mediana, tez trigueña, ojos y pelo negro y ondeado, faz expresiva, don de gente y trato distinguido. Es uno de los narradores más importantes de la hora actual del país, lástima que sus obligaciones diplomáticas le quiten tiempo para la literatura, pues está espléndidamente dotado para el cuento, que, como se sabe, es un género muy exigente y difícil.