PALACIO COLLMANN PAUL

ESCULTOR.- Nació en Loja el 22 de Diciembre de 1942. Hijo legítimo del notable escultor lojano Daniel Elías Palacio y Eve Marie Collmam Duerselem, naturales de Loja y Berlín respectivamente, cuyas biografías pueden verse en este Diccionario. 

Fue bautizado con los nombres de Paúl Amadeus que utiliza como firma artística. Fue el segundo de una familia de cuatro hermanos que nacieron en una casa de dos pisos alquilada en la calle Sucre de esa población. 

De cuatro años pasó con los suyos a Riobamba donde su padre instaló una fábrica de cerámica. Vivían en una quinta muy grande en la Rocafuerte y Venezuela con numerosos cipreses, dos de los cuales eran tan altos que podían divisarse a la distancia. Fue una época despreocupada y feliz. Era hábil y amiguero, estudiaba en la escuelita de los padres Salesianos y le dio por volar fabricando unos aparatos manuales con carrizos y telas tomadas de varias sábanas. Una mañana intentó el despegue de una terraza pensando que cumpliría su sueño, pero se estrelló aparatosamente sobre una gran prensa hidráulica que permanecía abandonada en el patio y sufrió contusiones, aunque la experiencia pudo ser peor. 

En 1952 volvieron a Loja, alquilaron un cómodo departamento muy cerca de la familia del Dr. Aurelio Jaramillo con quienes les ligaba una estrechísima amistad, comenzó a revisar un libro de Anatomía escrito en francés, propiedad de su madre, con dibujos del cuerpo humano. 

Ese año ingresó a la escuela Miguel Riofrío y tuvo la oportunidad de realizar un busto en arcilla del patrono, que resultó muy lindo y bastante parecido a la fotografía original, pues desde siempre había sentido la necesidad de esculpir sin que nadie se lo hubiera enseñado. Enterado su padre se alegró y le tomó empeño. 

En 1955 ocurrió la separación de sus progenitores y divididos sus hermanos prefirió acompañar a su viejo, al que quería mucho, juntos realizaron un viaje trashumante a Portovelo, pues el Gerente de la Compañía minera CIMA, Arnaldo Romero, deseaba crear nuevas empresas o factorías alternativas con los materiales sobrantes en la extracción del oro, para dar trabajo a los numerosos obreros que quedarían cesantes cuando CIMA cerrara sus puertas Con tal finalidad abrió un taller de cerámica que alcanzó cierta nombradía con las hermosas piezas de prueba que comenzaron a salir de sus hornos y que lamentablemente no llegaron a ser comercializadas por los obreros, que habían recibido la totalidad de las acciones, debido a la inoperancia de ellos para dirigir la nueva empresa. 

Mientras tanto había seguido un año de estudios en la escuela John Dewey y su padre aventuraba de explorador y químico, hallando en los contornos las minas de materiales apropiados para producir la arcilla, los esmaltes y colores, oxidando el mercurio, el cobalto, el hierro y el cobre hasta alcanzar un excelente rojo por primera ocasión en el país. 

El 56 pasaron a Cuenca en busca de una soldadura y su padre fue llamado por el Canónigo Manuel María Palacios para construir las dos grandes puertas de bronce de la nueva Catedral. Firmados los contratos la Curia empezó a pagar tarde y con dificultad y habiendo subido el costo de los materiales no quisieron reconocer el sobreprecio y quedó la segunda puerta que da para el Carmen sin construir, pero la primera y principal del Parque Calderón es obra bellísima y enteramente suya. 

Vivían en una quinta alquilada en las cercanías de Cuenca. Después pusieron casa y taller en dos terrenos adquiridos en la Lamar y Abraham Sarmiento. Paúl ayudaba en todo lo que le permitían sus cortos años, construía las armaduras o armazones de varillas de acero, los amarres con balsa de relleno, colocaba y aglutinaba la arcilla para trabajar, etc. Los bocetos eran de su padre que planificaba y dirigía y hasta le empezó a enseñar las técnicas del oficio tales como el aglomerado a base de sucesivas capas de materiales que se unen por porosidad, la fundición del hormigón que por tener muy distintos estratos debe fraguar para tomar la debida consistencia, la plastilina a base de cera de abejas, vaselina, carbonato de cal y parafina; esta fue una época de duros trabajos. 

En el Benigno Malo estudió hasta el tercer curso y el 59 se cambió al Nocturno Octavio Cordero para ganar los días. Su padre empezó a sufrir problemas de salud a causa de una úlcera sangrante, fue internado en la Clínica del Dr. Edmundo Maldonado y se temió por su vida. 

Paul tomó a su cargo la dirección del taller con tres obreros y la terminación de las obras inconclusas afrontando las fundiciones con éxito. El taller contenía los tecles mecánicos, varios sistemas de corridas de peso para transportar los moldes, las piezas sin fundir o fundidas, los crisoles para el bronce. Aparte existían muchas piezas sueltas y de gran peso. Una gran Placa de Bronce para la Iglesia de San Francisco le quedó muy bien, fue su prueba de fuego y al reintegrarse su padre tres meses después, volvió al Benigno Malo y se graduó de Bachiller el 60. 

Su madre trabajaba en el Colegio alemán Humboldt de Guayaquil y le llamo a vivir con ella. Entonces consiguió trabajo de día como primer despachador de aviones en TAMEcon S/. 2.000 mensuales de sueldo y por las noches concurría a la Escuela Municipal de Bellas Artes que dirigía su tío el Escultor Alfredo Palacio. El 62 se cambió como dibujante a la Agencia de Publicidad “La Moderna” en Vélez y Aguirre con igual sueldo y conoció a la pintora Alice Stilwel Cameron, esposa del Jefe de la Misión Militar de la Embajada Norteamericana en Quito. 

El 64 abandonó la Escuela y la Agencia y regresó al Taller en Cuenca. En Enero del 65 obsequió un busto en bronce de 0,70 mtrs. de altura de Jackeline Kennedy para la Biblioteca Kennedy en 

Washington D.C. y su amiga le encargó otro busto en bronce y de iguales proporciones, de su padre el General Joshep H. Stilwel, constructor de la carretera Birmania a China por los años 40, hoy en la Academia Militar de West Point. 

Carlos Cueva Tamariz y Lauro Ordóñez Espinosa, director del Colegio Experimental Americano de Cuenca, amigos de su padre, le llevaron el 66 de profesor de Dibujo, Pintura y Escultura con S/. 2.300. Las clases eran de 8 a 1 de la larde y el Colegio funcionaba frente al río, atrás del Hospital Militar. 

En el Colegio enseñó a realizar bustos, copias, relieves y esculturas sobre temas originales e hizo discípulos muy aprovechados. El 67 se enamoró de su alumna Alicia Sarmiento Jaramillo con quien contrajo matrimonio ese año y como su padre había partido a fundar la Casa de Artes y Oficios en Loja, se fue a vivir con su suegra en la Presidente Córdova y Manuel Vega, pero el 68 pasaron a la Lamar y Abraham Sarmiento con su padre, que había regresado. Pronto nacieron sus tres hijos: Tamia que significa lluvia en quichua, Paúl y Daniel Alexander. 

Por encargo de la Municipalidad de Loja realizó los bustos en bronce de 1,20 mtrs. del Dr. José Rodríguez Witt y del ilustre repúblico Manuel Carrión y Pinzano. El Club Rotario de Cuenca le encargó el monumento a la Madre Cuencana en bronce de 2,50 mtrs. y la obra salió tan bien que la Municipalidad de Ambato le llamó para que hiciera la estatua en bronce de Juan León Mera en 2,50 mtrs. con la alegoría de Cumandá. Esta primera obra en esa ciudad le abrió la posibilidad de otras muchas, se hizo de un nombre y la crítica aplaudió sin restricciones lo suyo. 

El Alcalde de Guayaquil, Asaad Bucaram, convocó a un Concurso Nacional para el boceto del monumento alegórico a la revolución del 9 de Octubre del 1820 en el Parque Guayaquil. Intervinieron numerosos escultores Angela Name de Miranda, Jorge Swett Palomeque y el Jurado discernió el Primer Premio a Paúl Palacios Collmann por su grupo de tres personas que simboliza la Patria nueva antepuestas a una columna o bloque de granito que sirve de fondo. Entonces fue convocada una Nueva, Licitación para realizar la obra, porque las bases del primer Concurso no especificaban que el ganador del boceto construiría el monumento. Este segundo Concurso fue ganado por la escultora chilena Esther de Cubillo que presentó la oferta más baja pero nunca llegó a firmar el contrato, pues se interpuso la dictadura civil del Presidente Velasco Ibarra en 1970 que defenestró a Bucaram (1) 

El 69 viajó tres meses invitado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos y visito los principales centro sartísticos de Washington, New York, Chicago, San Francisco, Los Angeles, Miami. A su regreso realizó la estatua de medio cuerpo en bronce de Neptalí Sancho en 2 mtrs. de altura, con un mural de fondo, y también para la Municipalidad de Ambato trabajó dos bustos en bronce de Juan Montalvo. El primero está en la Casa de Montalvo en Ambato y el segundo en una plaza pública en Víctor Manuel Garcés y Carlos Bolívar Sevilla de 1,20 mtrs. cada uno. 

El 73 entregó el Monumento a la Madre de 3 mtrs. de altura que se levanta en un parque de Gualaceo y la estatua de Luis A. Martínez de 4,50 mtrs. en bronce para Ambato. “La figura es de contenido dinámico, con el rostro y la mirada propios del visionario de amplios horizontes de futuro que es lo que el gran hombre fue, lo mismo como novelista que como soñador en la vía férrea al oriente. La pierna derecha levantada, con el pie asentado en el pedestal, así como el brazo izquierdo doblado hacia afuera con la mano en la cadera y el poncho que pende del cuello hacia la espalda dan riqueza de líneas al conjunto, sin restarle severidad”, también los bustos del industrial Pedro Pinto Rubianes y de José M. Correa, y el Mural de piedra aglutinada con resina, de 5×3 mtrs. de la suite presidencial del Aeropuerto de Guayaquil, que simboliza la tecnología y el espacio aéreo, encargado por la Fuerza Aérea ecuatoriana. 

Ese año 73 se trasladó a Guayaquil porque quería que sus hijos estudiaran en el Colegio Alemán. Alquilaron una villa en Jiguas y Bálsamos, estaba en su madurez artística e intelectual, se había vuelto figurativo y estilizado, restauró una villa en Urdesa propiedad de su madre y la rehabilitó para instalar una Galería de Arte y vender piezas propias, pero a última hora le faltó capital y nunca la abrió, ingresó al Grupo de Estudios Arqueológicos GEA de Presley Norton, realizó prospecciones en la península y tomó modelos que ha aplicado en forma de signología precolombina en numerosos grupos escultóricos. 

El 76 su amigo Alfonso Aguilar Ruilova le llevó de profesor de Diseño Escultural de la Universidad Laica con S/. 10.500 y realizó un Mural en piedra para la Cámara de Industrias de Guayaquil de 5 x 2,50 mtrs. 

El 78 fue contratado por Guadalupe Mantilla de Aqcuaviva, de El Comercio de Quito, para los bustos en bronce de 1,50 mtrs. de Carlos Mantilla Jácome, Carlos y Jorge Mantilla Ortega, que resultaron muy parecidos a los personajes originales y gustaron tanto que fueron colocados en las instalaciones del diario, reemplazando a otros de diferentes autores que jamás habían sido enteramente aceptados por mediocres. Miguel Orellana Arenas le encargó uno de los Murales interiores del Banco Central en Guayaquil, de 15 x 2 mtrs. para el Comedor de Ejecutivos, hoy transformado en oficinas. La obra resultó de difícil realización por cuanto se había prohibido la importación de resinas norteamericanas para aprovechar las nacionales que recién se comenzaban a fabricar aunque de pésima calidad. La Municipalidad de Calceta le encargó dos bustos en bronce de 1,20 mtrs. y la de Cuenca tres monumentos de 3 mtrs. cada uno en homenaje al Libertador, al ex Alcalde Severo Espinosa y al Hermano Miguel. El 82 entregó el Grupo Escultórico formado de alegorías en fibra de vidrio de 3 mtrs. de altura titulado “La Anunciación” para la iglesia guayaquileña del mismo nombre. Un ángel desciende de las alturas para dar la buena nueva a la Virgen, todo en color marrón. 

Tantos trabajos sumados a la cátedra habían complicado su vida al extremo que ya no se sentía enteramente feliz en Guayaquil. Por dos ocasiones sus hijos fueron despojados de sus bicicletas y cansado de tanta incomodidad, ruido, peligro y sobresalto, decidió emigrar y con el dinero ahorrado adquirió una villa en el campamento de Carolina al lado de la Libertad y desde el 86 recomenzó sus trabajos en un taller de fundición que ha instalado en un galpón alquilado. De esta nueva época son algunas de sus creaciones más ambiciosas: El Monumento Nacional a la II Asamblea Constituyente reunida en 1835 en Ambato, compuesto de: 1) Un obelisco con relieves de 12 mtrs. de altura, con un sol nativo de líneas andinas y colores concretos, rayos y el volcán Tungurahua; 2) Dos Murales que simbolizan la Historia y la Riqueza. El primero con los rostros de Vicente Rocafuerte, José Joaquín de Olmedo, Pedro José Arteta y otros Convencionales y el segundo con motivos varios y 3) Un grupo de cinco esculturas alegóricas en bronce de 3 mtrs. 

De esta época es el gran mural en relieve para el interior del Palacio Municipal de Guayaquil donde cuenta la historia de la ciudad abreviada en veinte y dos capítulos. 

Para el Teatro Universitario “Daniel Arias Carrión” de Loja realizó dos grupos artísticos de tres figuras y 3 mtrs. cada uno, de fibra de vidrio y color magenta, simbolizando la danza, la música, el canto, la declamación, la interpretación, etc. de una plasticidad y movimiento admirables. Igualmente entregó a Ambato el monumento al torero Germán Barona de 4,50 mtrs. y colores concretos. La base tiene motivos taurinos sobre la crianza de animales de lidia en los cerros cercanos al Carihuayrazo y de allí sale un capote enrollado que se conecta con el busto. El 94 realizó el busto en bronce del Dr. Leopoldo Carrera Calvo para Finansur. El 95 el Mural en procesión de 5,50 x 2,10 mtrs. para la nueva planta de la Empresa de Agua Potable de Tixan, así como tres bustos coloreados de l,50 mtrs. de Antonio José de Sucre, Juan Montalvo y Antonio Loor, encargados por la Municipalidad de Chone. 

Tiene alrededor de tres cientos sesenta estudios, proyectos, pequeños retratos, relieves en colecciones privadas. Ha participado en Exposiciones colectivas con otros artistas. Acaba de terminar una esfera con un desnudo femenino en bajo relieve que titula “A Pachamama le duele el pecho – tierra adolorida – requebrajada” y otras esferas sobre la vida y el movimiento, una de ellas de gran hermosura que simboliza a Quito, dos mujeres desnudas flotan con gran libertad de movimiento, rodeadas de una línea que simboliza la mitad del mundo. Le han ofrecido una de las cátedras de Escultura en la Academia de Bellas Artes de la Universidad de Harvard cerca de Boston, pero no desea trabajar a tiempo completo para no abandonar sus creaciones en el país. 

Hernán Rodríguez Castelo en su Diccionario Crítico de Artistas Plásticos del Ecuador del siglo XX ha dicho: Ha sabido situar su escultura monumental pública en un justo medio entre figuración escultórica tradicional y estilización escultórica contemporánea, siempre dentro de los términos del realismo. El resultado ha sido piezas de la nobleza de Luis A. Martínez o de la fresca sensualidad de Cumandá, ambas en Ambato. En otras obras ha impreso a sus grupos dinámico movimiento. En el monumento a la madre Cuenca, la madre da un largo paso al frente con la cabellera al viento y cubriendo al hijo que camina de su mano detrás de ella por lo riesgos del camino, mientras sostiene con el brazo derecho al pequeñuelo que se refugia en su pecho. 

Alto, delgado, blanco, pelo cano, bigotes grandes y rubios, ojos café. Su continente reposado y sencillo, modesto, su hablar sereno y con propiedad. Ha alcanzado en la península una paz interior y la creación en plena libertad, vive en contacto con la naturaleza y cerca del mar. Esta considerado un genuino creador. Habla alemán, entiende inglés. Está en la primera línea el arte escultórico mundial por el dominio de sus técnicas más recientes.