Ordoñez de Ceballos Pedro


En 1590 para esta época existen informes más detallados sobre la parte septentrional de la región de los Quijos, la llamada “provincia de Coca”, El clérigo Pedro Ordoñez de Ceballos, que ha viajado por muchas partes de América y Asia, dirige la pacificación definitiva de esa región, informando detenidamente sobre la misma. Puede que en cuanto a alguna u otra de las actuaciones descritas no se trata sino de mera jactancia, pero en términos generales, las cosas podrían haber acontecido tal como él las describe.
Hacia 1590 un mestizo pasa por la “provincia de Coca”. En esto surge una disputa entre él y uno de los caciques, contra el cual instiga a su perro. El cacique, a quien el perro ha despedazado una pierna, se une con otros caciques entre ellos el hijo de Jumandi, que había huido en 1579, y deciden atacar las ciudades españoles. Cuando la noticia llega a Quito, Ordoñez de Ceballos es nombrado doctrinero de la región del Coca, con el encargo de pacificar a los indios  rebeldes. Con este fin negocia en Baeza contra los caciques, que son Diego Pargata, Diego Luca y Francisco Umbate, entregándoles obsequios considerables.
Se le ha llamado también EL CLERIGO ERRANTE”. Era de tez tostada, cara alargada; nariz prominente algo acaballada; ojos grandes, de mirar intenso; barba escasamente poblada; cejas grandes y espesas; gruesos labios y aire melancólico, que nos hace recordar algunas figuras popularizada por el genial pincel del autor del entierro del Conde Orgaz.
Ordoñez de Ceballos es, ante todo, escritor andaluz. Por su esplendidez notable; por su imprevisión manifiesta. Se exalta con facilidad y lo hace patente al ser recibido por su Santidad el papa Gregorio XIII; o al llorar amargamente al considerar los sufrimientos de Nuestro Redentor.
Su vida es una intensa y continuada serie de aventuras en la que la ultima eclipsa las anteriores; algunas son tan inverosímiles que varios dudan de su autenticad.