ARQUEOLOGO.- Nació en Guayaquil el 26 de Febrero de 1932 en la villa San Antonio, construida de cemento, propiedad de su abuelo materno Forest La Rose Yoder en la bajada posterior de las Peñas, para el lado del cerro, vecina a la plazoleta de la cervecería.
Hijo legítimo de Presley Hope Norton, nacido en New York, agricultor que trabajó en las haciendas ganaderas San Miguel y Panigón en Milagro y el Recreo en Duran donde realizó mejoras e importó los primeros toros Cebú que llegaron al Ecuador. Divorciado, regresó a New York murió en 1944 de infarto, y de Blanche La Rose Yoder, nacida en Guayaquil y una de las cuatro señoritas Guayas en el I Concurso Nacional de Belleza celebrado en el Ecuador en 1930, siendo las otras tres Sarita Chacón, que resultó triunfadora; Adalgisa Descalzi y mi mamá Maruja Pimentel.
Abuelos paternos: Evermont Hope Norton, nacido en Richmont, Virginia, hombre de negocios que aumentó su herencia familiar como comisionista en Wall Street bajo la denominación social de “Norton & Tunstie”, luego presidió un ferrocarril en Kentuky y en 1897 formó “The Guayaquil & Quito Railway Co.” con el Ing. Archer Harman, electrificó Quito y le puso tranvías, en 1901 adquirió la Cervecería de Guayaquil que luego amplió sus actividades vendiendo hielo en marquetas, y cuando años después vendió sus acciones en el ferrocarril al gobierno ecuatoriano compró la gran hacienda Panigón que iba de Duran a las inmediaciones de Milagro, en 1932 alquiló la Cemento San Eduardo a su fundador José Rodrigues Bonín. Era casado con Llly Bouvier Morison, natural de Saint Louis, Missouri, tía abuela de Jackeline Bouvier de Kennedy, primera dama de los Estados Unidos en 1960-1963.
Abuelos maternos: Forest La Rose Yoder, nacido en Harrisburg Pennsilvania, venido al Ecuador a trabajar como Ayudante del Ing. Harman, casó en Quito en 1908 con Maria Elvira Campi Quirola nacida en Latacunga en 1888, fundadora y Presidenta de la Cruz Roja ecuatoriana; en 1912 se quedó en Guayaquil como hombre de confianza de Norton para dirigir sus inversiones y terminó solicitando la nacionalidad ecuatoriana que le fue concedida en la década de los años cincuenta.
Sección de Inteligencia del Comando Supremo del Pacífico con sede en Honolulu, Haway, donde estuvo dos años hasta el 57, De vuelta en New York se le presentaron dos opciones: 1) Regresar a Haway con un empleo de periodista o 2) Quedarse trabajando en una agencia de publicidad cualquiera, pero como hacía once años que no visitaba el Ecuador, pensó que podría tomarse unas semanas en Guayaquil con su familia, I ocurrió que su abuelo Yoder le convenció de trabajar en la Cervecería Nacional como Director de Propaganda y a los pocos meses lo ascendió a Director de Mercadeo para que vaya conociendo otras secciones y departamentos,
Data de esa época (fines del 57 y comienzos del 58) su amistad con Carlos Zevallos Menéndez y a través de sus motivaciones comenzó a interesarse en la arqueología, igualmente, por su afición a la pesca submarina que había practicado en Haway hizo amistad con Ernesto Estrada Icaza, a) Chicho, también aficionado a ella, quien le presentó a su hermano Emilio y con ellos se iba de excursión los fines de semana. Chicho y Presley buceaban mientras Emilio dirigía sus excavaciones primeramente en la zona aledaña a Playas y luego en las costas de Manabí y así, casi sin sentirlo, de tanto verle trabajar en lo mismo, se fue aficionando cada vez más con los cacharros que desenterraba y terminó por conocer hasta los detalles de tan difícil disciplina, Al mismo tiempo empezó a conversar de arqueología con Francisco Huerta Rendón, leía libros, trabajaba en las excavaciones de campo y se iba formando,
En 1960 contrajo matrimonio con Leonor Pérez Gómez y tuvieron cuatro hijos, vivía en una cómoda y moderna villa ubicada en la Avda, Circunvalación y la Quinta en Urdesa Central, al pie del Estero Salado, que había hecho construir y adecuar con varios salones destinados a áreas de exhibición y un anexo para el Laboratorio y con el paso del tiempo llegó a poseer la colección arqueológica privada más importante del país – mejor que las de Estrada y Jijón Caamaño – pues la tenía perfectamente clasificada y abierta a los visitantes en general, Como detalle de interés vale anotar que contenía quinientas vasijas de la cultura Chorrera, la más sofisticada y estéticamente avanzada del Ecuador y quizá de toda Sudamérica, que floreció a través de mil doscientos años entre el 800 AC, hasta el 400 DC, y como solo se conocen unas seiscientas cincuenta de esas vasijas en los museos del mundo, se puede calcular su importancia,
Los hallazgos arqueológicos de Presley cambiaron la visión que se tenía de la Cultura Valdivia pues resultó ser más antigua de lo que se creía y no solo había sido de asentamientos costeros sino también de los valles interiores de la península de Santa Elena y aún más adentro, porque llegó hasta algunos poblados de la cuenca del río Guayas,
En 1961, año en que falleció su amigo Emilio Estrada, fundó la Agencia de Publicidad Norlop (Norton y López) a medias con Alberto López, un técnico argentino en publicidad que hizo venir expresamente a Guayaquil, Esta empresa aún subsiste aunque con diferentes dueños pues la adquirió Francisco Solá Medina, Al principio todo era difícil, la gente no estaba acostumbrada a invertir en el rubro de publicidad pero como “destacábamos en la rapidez en la entrega de los trabajos y formación de nuevos profesionales” fuimos entrando lentamente en la manera de pensar de los ejecutivos del comercio y la industria de la ciudad”,
La franqueza de su palabra junto a ese agradable carácter que le singularizaba hizo de este hombre de negocios todo un personaje, admirado por los riesgos empresariales que corría en un país que jamás había escuchado hablar de logos o cuñas publicitarias, Conversaba con la misma sencillez con un simple lustrabotas del parque o con un gerente de empresa grande, A veces andaba de gorra y sandalias y en otras de terno y corbata, recorriendo las instituciones,
“El 62 me di cuenta que jamás llegaría la publicidad a ser un buen negocio en el Ecuador a menos que contara el país con una red de canales de televisión que permitiera llevar los productos directamente al público y por eso busqué a mi amigo Alfredo Miranda, Vicepresidente de la American Broadcasting Inc, ABC de New York, quien me presentó al presidente Don Coyle y nos asociamos para el Ecuador, Yo ponía las dos terceras partes del capital y ellos la tercera restante, Así surgió el primer canal de televisión de este país llamado Canal 4 de Guayaquil, luego vino el 6 de Quito también nuestro, y de allí en adelante procedimos a instalar terminales en Cuenca, Manta y Ambato que trabajaban por horas con producción empaquetada y se complementaban con ciertos programas cómicos, infantiles y con el Noticiero de cada lugar; mas no todo era exitoso pues abrir rutas no siempre es un buen negocio y comenzó a experimentarpérdidas. Después saldrían al aire el Canal 2 en Guayaquil y otros más.”
“En 1972, a raíz de mi divorcio, viajé a Inglaterra y como existían serios problemas económicos, dejé encargada la gerencia al Vicepresidente del Canal 4 Eduardo López Proaño pero poco después el Canal se cerró, fue entregado a los trabajadores que lo mantuvieron algún tiempo y luego lo vendieron a nuevos dueños.”
El 68, interesado a tiempo completo por la arqueología, había emprendido una campaña de rescate en un cementerio en Valdivia. El grupo estaba organizado por Zevallos Menéndez que lo dirigía, y se componía entre otros de Jorge Marcos Pino, Adolfo Santisteban Amador, Carlos Pino Plaza y Antonio Bédova Bellini. “Cada quien pagaba sus gastos y nos dividíamos las áreas beneficiándose con los descubrimientos. Entonces descubrí que coleccionar tiestos no era lo más importante y me decidí por el trabajo serio y científico que se preocupa más del entorno circundante o sea del habitad.
El 69 concurrí con Zevallos Menéndez a excavar en la Loma de los Cangrejitos que resultó ser un enorme cementerio de la cultura Manteña con nexos anteriores en la cultura Guangala. Allí también se vaciaban las tumbas para recoger los cacharros y luego de repetir esa operación más de un centenar de veces, me aburrí porque el trabajo era rutinario. Quizá si se hubiera practicado un estudio de los huesos habría sido distinto y conoceríamos muchos pormenores de esa gente a base de estadísticas de mortalidad, etc., pero nada de esto se trabajaba por entonces. Ese mismo año hice excavaciones intensivas río arriba en el valle de Valdivia con equipo propio. Fue mi primera excavación y descubrí en la Ponga un sitio Machalilla que significó muchísimo para el mejor conocimiento de esa cultura, que se sabía solo por referencias de los esposos Clifford Evans y Betty Maggers y por Emilio Estrada. Producto de esa excavación fueron las quinientas vasijas que logré reconstruir en mi laboratorio con la ayuda de cinco ayudantes. Entonado con ese primer triunfo espectacular pasé a Loma Alta en 1972, en el mismo valle, porque me di cuenta de que ésa era la única loma del sector, plana en la cúspide, cuando todas las demástenían formas redondeadas y luego de una excavación intensiva hallé cerámica Valdivia temprana de 3.000 años antes de Cristo, es decir, de 5.000 años de antigüedad, pero no encontré vestigios importantes de otras épocas, demostrándose así que Loma Alta era un sitio agrícola de tierra adentro donde sólo se cultivaba el maíz, ciertos frijoles, calabazas, etc. y que sin embargo ya tenía cerámica y figurines ¿De dónde surgió una cultura tan evolucionada? ¿Quizá de la cuenca del Guayas o directamente de la amazonia? solo el tiempo lo dirá cuando alguna obra civil trace vías muy profundas y aparezcan fortuitamente vestigios de esa cerámica pero con datación anterior, la que debe estar actualmente cubierta por varios metros de terreno de aluvión depositado a través de cinco ó seis milenios que nos separa de ella” (1)
Presley regresaría a Loma Alta el 77 y el 82 encontrando la cerámica Valdivia más antigua que se conoce con lo cual demostró el origen no costanero de esa cultura, que evolucionó naturalmente del paleindio y del precerámico, cuando los cazadores tempranos de la edad de piedra con sus armas de puntas de proyectil coexistían en la última fase del pleistoceno con animales hoy desaparecidos. Después vendrían los cazadores recolectores que vivían en pequeñas hordas de la cacería de los venados y de las pocas frutas y raíces comestibles que obtenían de las plantas silvestres.
“Cuando ocurrió mi viaje a Inglaterra y mi divorcio, cerré el primer capítulo de mi vida como arqueólogo aficionado, para iniciar una nueva etapa, pues el 73 contraje matrimonio con Georgina Marten Stuart, a quien había conocido y tratado en Guayaquil donde ella trabajaba haciendo filmaciones. Ella es hija de los Condes de Arlington, propietarios del castillo de campo Crichel, que se levanta sobre cinco mil hectáreas de terreno propio en Doorset, al sur de Inglaterra, donde pasábamos los fines de semana. Ella trabajaba una tienda de accesorios folklóricos ubicada atrás de Harrods en Londres y yo era trustee (estudioso extranjero) con cien libras esterlinas semanales de sueldo en el Museum of Hankind o del Hombre, del Museo Británico, para clasificar las colecciones arqueológicas sudamericanasformadas desde el siglo XVII por diferentes científicos. Allí encontré la de Edward Whymper, especialmente importante por contener numerosos utensilios de cerámica colonial hallada en Manabí, que dicho viajero creyó que era precolombina, e iba a hacer una Exhibición y un libro al respecto y hasta tenía el material separado, cuando regresé al Ecuador otra vez solo.”
“Durante mi estancia en Inglaterra trabajé en la zona arqueológica de Crichel, vecina a otra que excavó el sabio Pitt Rivers a mediados del siglo XIX, donde inventó los sistemas y la metodología utilizados en la arqueología moderna. El era un militar y matemático, ideó un
proceso de excavación y análisis y lo descompuso en los siguientes pasos: 1) Reconocimiento, 2) Cateo, 3) Recolección, 4) Laboratorio, 5) Clasificación, 6) Análisis, 7) Reconstrucción de piezas, 8) Preparación de publicaciones, 9) Conclusiones finales.”
“Nuevamente en el Ecuador en Diciembre del 77 constituí la fundación privada Programa de Antropología para el Ecuador. Fue Presidente fundador Galo Plaza, contaba con un Directorio Internacional de primera categoría y yo actuaba como Director Ejecutivo con un sueldo mensual de mil dólares que nunca he podido cobrar totalmente, tomando solo lo necesario para vivir. De inmediato iniciamos varios proyectos principales: 1) Un estudio de la medicina tradicional en las provincias de Esmeraldas y Tungurahua, 1978-80, que dirigió el Dr. Duncan Pedersen, de la Argentina, 2) Un estudio de la cultura afroecuatoriana en el Ecuador, desde 1979 y continuó a cargo del autodidacta Juan García, aunque la Fundación sólo pudo auspiciarlo el primer año. 3) Un estudio sobre los manglares titulado el Hombre y los manglares, 1980-81, dirigido por la Dra. Mary Davidson, experta en Geografía americana, y 4) Relaciones materno infantiles en Borbón, 1980, estudio trabajado por un equipo de seis personas de la Universidad de Oxford, Inglaterra. Igualmente hemos realizado numerosas exposiciones tanto en el país: Arqueología de Salango, 1983, local del Banco del Pacífico en Guayaquil como también en el exterior la denominada Tesoro de la Tierra de Atahualpa que recorrió con veinte y siete piezas de oro los principales museos de Europa (Italia, Suiza, Austria, Checoslovaquia y España) en 1983. La Fundación mantiene desde el 80 un Centro de Investigación arqueológica en Salango, Manabí, que desde el 82 está a cargo del Dr. Richard Lunnis y desde Octubre del 87 ha inaugurado el Museo Arqueológico de esa localidad pues el logro más espectacular lo conseguimos allí. El 90 se realizó la más importante investigación comparativa de huesos realizada en la costa pacífica sudamericana.”
“En efecto, desde el 77 se me había ocurrido en Inglaterra hacer una investigación en la Isla de la Plata frente a las costas manabitas, por su posición, por las Crónicas de Sámano – Jerez y por el Reporte Dorsey de 1897 del arqueólogo norteamericano George Ámosd Dorsey (1868- 1931) que investigó allí tres entierros incásicos muy ricos en objetos cerámicos cusqueños imperiales y otros de oro y plata, por eso suponía su importancia como centro de ceremonias religiosas. Propuse a la Fundación Earthwatch de Cambridge Massachuset que me financiara y envíe voluntarios al Ecuador. El Banco Central también me apoyó y entre el 78 y el 79, tomando como base de operaciones Puerto López, probé que la Isla era un santuario de intercambio ritual desde la fase Valdivia 6 el 2000 A.C. hasta el contacto español. Igualmente que desde esa fase 6 ya los valdivianos usaban la balsa velera. También encontré abundante evidencia de spondilius, conchas de perlas, gastrópodos y vivalvas que se comerciaban con el norte y centro del Perú por medio de oficiales del Incario en los tiempos finales del imperio. Otro descubrimiento importantísimo fue la comprobación de que Salango había sido la capital de una liga de mercaderes libres o señoríos y que éstos se habían llamado Salango, Salangame, Seracapes y Tusco, que corresponden a las actuales poblaciones costeras de Salango, Agua Blanca, Machalilla y Puerto López respectivamente, en las costas sur de la provincia de Manabí. Que dichos señoríos existieron entre los tiempos protohistóricos de los períodos Bahía y Chorrera hasta la llegada de los conquistadores en que se diezmó la población a causa de las pestes y epidemias de sarampión, varicela, viruela y tosferina, pues en los patrones de población de Portoviejo de alrededor del año 1600 ya solo se habla de la existencia de un Cacique en Salango con unos pocos viejos.” (2)
“Aún hay mucho más que descubrir en esa zona pero en Agua Blanca se ha desenterrado grandes ruinas de piedras pertenecientes a construcciones que debieron albergar al centro administrativo del área, de importancia porque dominaba el paso natural de la cordillera de Chongón Colonche en el sur de Manabí. Por ello debo continuar mis estudios en un área de siquiera mil doscientos kilómetros cuadrados para establecer los patrones de asentamiento y las estrategias de subsistencia de esa gente a través del tiempo, en los seis valles que van desde Ayampe al sur hasta Jipijapa al norte. También cabría profundizar en las relaciones existentes entre la micro y macro zonas ecológicas, sus obras hídricas como albarradas, canales de riego, utilización de la bruma costera, etc.”
Presley fue profesor adjunto en la San Francisco State University de Quito desde 1984 y numerosos alumnos norteamericanos pasaban estudiando un semestre de arqueología de campo en Salango con el objeto de ganar réditos extras.
Se sentía satisfecho del trabajo realizado aunque aún le quedaba mucho por hacer. La Fundación que dirigía en Quito funcionaba en un 60 % de sus gastos a través de auspicios que obtenía del Banco Central del Ecuador y el resto de diversas instituciones nacionales como CEPE. Capítulo aparte merece IBM del Ecuador que tenía gratuitamente funcionando en Salango un centro de cómputo para el procesamiento de datos arqueológicos. La OEA, también contribuía a través de un programa de ayuda internacional.
Divorciado por segunda vez en 1978, casó el 82 en Quito con María Isabel Fernández – Salvador Eastman, en quien tuvo dos hijos y un hogar estable, habitando en la Avda. Doce de Octubre No. 614.
Alto, corpulento, blanco rosado, ojos azules, pelo entrecano y negro, era uno de los columnistas más leídos del diario El Comercio, tocando los temas culturales de su especialidad.
Científico actualizado en sus lecturas y periodista polémico aunque no conflictivo, era uno de los más importantes arqueólogos del país en esos momentos.
Entre las dignidades que ostentaba como arqueólogo mencionaba las siguientes: Entre 1969 y el 73 fue Presidente de la Fundación Antropológica Ecuatoriana, propietaria de su Museo. El 76 coordinó la expedición a la cueva de Los Tallos. El 81 fue coordinador internacional de la I Reunión Interamericana de Rescate Arqueológico y desde ese año asesoró al Museo del Banco del Pacífico hasta que ocurrió el incendio ya indicado. Desde el 82 fue miembro del directorio del Centro d’ Etudi Ligabue de Venecia, Italia. El 85 fue Director del Simposio del 45 Congreso de Americanistas. Sus principales publicaciones son: Reportes preliminares sobre Loma Alta a medias con Jorge Marcos Pino desde 1971, año en que presentó un Informe sobre “Artefactos Chimu de la costa del Guayas”. El 73 escribió el capítulo sobre la “Cultura Chorrera” aparecido en la obra Arte Ecuatoriano de Salvat, Tomo I, Págs. 81 a la 103.
El 74 “Shamans stools and the time depth of tropical forest culture” con O. Zerries y Donald Lathrap, El 77 “The Loma Alta Connection” como informe para la 42 reunión de la Society for American Archaeology en New Orlenas. El 78 “La cueva de Los Tallos y la ciencia ficción” para la revista Artes, Nos. 2-4 de Quito, el 79 “From the Yungas of Chinchaysuyo to Cusco, the role of La Plata island in the spondylus trade” con Jorge Marcos Pino, como informe para el 43 Congreso de Americanistas reunido en Vancouver, Canadá. El 81 y también con Marcos, el Informe Preliminar sobre la Isla de La Plata en Islas Sagradas titulado “Excavaciones en la isla de La Plata” para el libro Ecuador a la sombra de los volcanes, “Balao, un modelo de asentamiento prehistórico y protohistórico en Esmeraldas, Ecuador” y “El rol de la Isla de la Plata en el comercio de spondylus” en informe ala O.E.A. El 82 “I fenicci del Ecuador” capítulo del libro Tessori de la térra de Atahualpa, Venecia. El 83 “La conexión Loma Alta” en Tesoros del Ecuador antiguo, para el instituto de Cooperación iberoamericana de Madrid. “Salango, informe de progreso” para la Miscelánea antropológica ecuatoriana No. 3 del Banco Central. El 84 “The chiefdome of Salangame and the league of merchants, the spondylus- balsa wood cartel” en New Models for the Political economy of pre- columbian política, para los editores Netherly y D. Freidel, de Londres. El 84 introducción del libro Las Huellas del Jaguar: la arqueología del Ecuador por K. D. Gartiemann, Quito; “Cambio y continuidad en Salango” y “Salango en la prehistoria” para Cromos. El 85 “The collaborative approach to rescue and conservation: the caso of Salango” para la segunda Conferencia de Rescate Arqueológica celebrada en Dallas, Texac, “Animales prehistóricos domesticados en Salango” para la Miscelánea antropológica Ecuatoriana del Banco Central, No. 4 y “Arqueología submarina en las islas encantadas”. El 88 “Balance de rescate arqueológico en el Ecuador”, Londres; y “Si el spondylus nadara” para el Centro de investigación y Cultura del Banco Central en Cuenca.
También había lanzado un libro para el consumo popular titulado “Cinco mil años de ocupación” con un muestreo a grandes rasgos del panorama arqueológico ecuatoriano pero que resultó algo enredado en la descripción de la etapa Machalilla, en el análisis de la información de Donald Lathrap sobre la Amazonía y de Evas y Meggers sobre Mesoamérica.
En lo personal era como una leyenda viva. I fiel a su condición legendaria, aparecía y desaparecía de la vista vistiendo ropajes diferentes… Un día era multimillonario y dos meses más tarde recorría las instancias públicas pidiendo dinero para sus labores científicas… Un período era científico puro, se aislaba del mundo, descubría una civilización y se negaba a hablar de ninguna otra cosa, pero luego retornaba a la sociedad con una vitalidad desbordante, mal hablada y peor conducida, que agotaba los placeres de la vida en un vértigo casi suicida… En otro descubría que estaba cercanamente emparentado con Jacqueline Kennedy; que se casaba con una aristocrática heredera británica cuyo castillo usaban para los weekends y que había reunido la más importante colección arqueológica del Ecuador; pero al poco tiempo se divorciaba por segunda vez, renegaba de su ancestro, vendía la colección… y utilizaba el dinero para aislarse del mundo en un rincón del mar, amigo inmejorable, lamentablemente no tuvo la constancia necesaria para producir en los negocios, que fundaba y luego desatendía, también perdió parte de su fortuna con los divorcios y hasta abandonó su famoso museo. Se ha dicho que era autodestructivo, no lo creo, era un espíritu desprendido y sutil que buscaba siempre sin encontrar, hasta que finalmente lo halló todo en la arqueología, siendo uno de los expertos en esta difícil ciencia en Sudamérica en la que se formó como autodidacta, siendo el único especialista ecuatoriano en la modalidad de arqueología submarina. Quienes le conocimos en sociedad llegamos a tenerle un gran cariño y admiración, pues era – lo que se dice – incapaz de una mala acción, ni siquiera de un mal pensamiento. Niño bueno y rico, no luchó jamás por los bienes materiales si no por los que alegran el espíritu y avivan las conciencias y si hubiera vivido en un país más desarrollado que el nuestro habría llegado a ocupar el Ministerio de Educación, la presidencia de la Casa de la Cultura del Ecuador, la dirección cultural del Banco Central, cargos que en esa etapa que le correspondió vivir fueron entregados a acomodaticias mediocridades por meras palancas políticas, que nada hicieron por el bien del país pues les faltaba los conocimientos, el talento, la vitalidad y la emoción que Presley siempre puso al servicio de la cultura ecuatoriana.
(x) La TV atrapa a Guayaquil. – Ocurrió el 27 de septiembre de 1959. En el auditorio de radio Cénit (Nueve de Octubre y Boyacá) el técnico Washington Delgado había terminado de instalar un improvisado estudio de televisión. En las afueras, una pantalla estaba lista para transmitir la señal. Lo mismo harían otros aparatos ubicados en la Plaza San Francisco, el café Costa y donde actualmente funciona el Bingo Derby. Entonces comenzó la primera transmisión de un programa de televisión en Guayaquil. Chicken Palacios y Magdalena Macías presentaron Cocktail Deportivo, un programa que hasta entonces se había transmitido por radio. Vicente Bowen, uno de los camarógrafos que participó de aquella histórica sesión, recuerda que el programa tuvo el auspicio de Leche Dos Nenes y que la gente, maravillada, no quitaba los ojos de la pantalla de televisión. El gestor de aquella aventura había sido José Rossembaun, que a mediados del año siguiente trasladó los equipos al quinto piso de la Casa de la Cultura. Así dio inicio a sus actividades la primera estación comercial del país,Televisión Ecuatoriana Canal 4, hoy Telesistema.
A comienzos del mismo año, en Quito, la estación HCJB – Voz de los Andes, Canal 4, había comenzado a transmitir solamente programas de carácter religioso y cultural. Recién a mediados de los años 60, el canal de la capital se convirtió en una estación comercial, cuando Antonio Granda Centeno se hizo cargo del negocio. Bowen recuerda que en los inicios toda la programación se hacía en vivo, incluyendo los comerciales. Se destacaban las telenovelas, con la participación de la artista cubana Blanquita Amaro y de conocidos locutores y actores como Jorge Azín della Volpe, Freddy Russo y Ralph del Campo. Las comedias también eran parte de la programación, especialmente una versión local de La Tremenda Corte, en la que Paco Villar interpretó a Tres Patines, junto a Toño Cajamarca y Lucho Gálvez. Conseguir la participación de mujeres era más difícil, debido a los prejuicios que existían en la época, recuerda Eduardo Holmes, productor de Telesistema. Los programas extranjeros incluyeron la serie animada Félix el gato y Los Intocables, que desde el inicio captaron una numerosa audiencia. En 1963, el canal pasó a ser propiedad de Presley Norton y Alberto López, que trataron de imprimirle una estructura comercial más definida. Sin embargo, los auspiciantes no aceptaban con facilidad el alto costo de las cuñas, acostumbrados como estaban a las tarifas en la radio.
A comienzos de 1967, Xavier Alvarado Roca instaló la segunda estación comercial en Guayaquil con la señal de canal 2, hoy Ecuavisa. Mariano Merchán, gerente de comercialización de ese canal, estimaba que para entonces en Guayaquil no había más de dos mil televisores. “Muy lejos estábamos entonces de concebir el impacto y la penetración que en poco tiempo conseguiría este medio”, agregaba Merchán.