Maldonado Sotomayor José Antonio

Baños, este ultimo uno de los más interesantes por sus aguas medicinales y ferruginosas, incrustados sus cálidas vertientes al pie del “promontorio del Tungurahua”, lugar de turismo obligado para miles de enfermos después de la gran acción científica operado por el Dr. José Antonio Maldonado y Sotomayor, religioso de alto prestigio en la “republica literaria”, quien “se encargo de reducir a artificio estas benéficas sales, y lo ejecuto calcinado aquellas aguas hasta reducirlas a una sal muy pura”.