LINKE MICKLEY LISELOTTE

LILO LINKE-ESRITORA Y ACTIVISTA.- Nació el 31 de Octubre de 1906 en Berlín en el seno de una familia de clase media alemana y tuvo un hermano menor. Su padre era un empleado público de ideas más bien conservadoras y durante la Primera Guerra Mundial se mostró leal al Kaiser. Su madre tenía la nacionalidad inglesa.

Los años de la post guerra fueron especialmente duros para Alemania por la inflación que hizo que el marco no valiera nada. La pobreza se enseñoreó en los hogares y los grupos subversivos de izquierda empañaban la paz social. La llamada República de Weimar se tambaleaba a cada instante y frente al fermento revolucionario emergieron grupos de derecha como el Partido Nacional Socialista Nazi con Adolfo Hitler a la cabeza.

En 1923, graduada de Bachiller a los diez y siete años, había comenzado a dictar clases de apoyo a otros estudiantes y a trabajar en una librería. Era una joven hermosa, deportista, simpática y muy trabajadora. El 25 ingresó a la Liga de los jóvenes demócratas y pasó a esas oficinas, conociendo a políticos de tendencia liberal progresista. El 26 era una de las líderes de los Jóvenes Demócratas. El 30 figuró en el Partido Demócrata Radical. Trabajó en la redacción de la revista de Análisis Económico Deutscher Volkswirt y el 31 viajó a Inglaterra donde conoció y trató a escritores e intelectuales de ideas avanzadas que influyeron para que saliera de Alemania en 1933, ya en pleno régimen nazi.

Nuevamente en Inglaterra publicó el 34 “Cuento sin Fin” y su primera novela “Tale without end” pero su consagración se produjo el 35 con una autobiografía titulada “Restless Flags” que trata sobre sus vivencias en el origen y la crisis final de la República de Weimar y contiene la historia de una muchacha alemana que escribe el 34 en los días de los disturbios acaecidos en esos momentos en Berlín. En síntesis, es la vida de una joven alemana de veinte y ocho años, contada en detalle desde que comenzó la Primera Guerra Mundial en 1914 y tachada de activista por las autoridades nazis.

En Marzo de ese año había viajado a Estambul para cerciorarse acerca de los detalles del proceso de reforma liderado por Mustafá Kemal Ataturk, que le sirvió para su tercera obra “Allah Delthroned,” 1936, que en castellano se traduce por un viaje por la Turquía moderna.

Con una posición cómoda a pesar de no tener aún treinta años, reconocida como escritora de estilo fácil y periodístico, comenzó a madurar la idea de viajar hacia América a Latina a fin de conocer sus peculiaridades. También es verdad que habiendo pasado todas las mortificaciones propias de una Guerra y avizorando la llegada de otra, quizá peor, Lilo Linke, pseudónimo con que matizaba sus obras, se sentía prácticamente perseguida en Inglaterra por la proximidad con Alemania.

En Julio del 39 salió a Panamá y por tierra siguió a Venezuela, Colombia, Perú y Bolivia. En Agosto del 40 arribó a Guayaquil y comenzó a dictar clases de inglés a domicilio, mientras aprendía el castellano que se le hizo muy dificultoso.

A través de varios escritores que conoció en la Librería Vera y Cia empezó a circular en el grupo de Escritores y Artistas Independientes que se reunían en el salón Rosado a cenar una vez al mes o en el Gutiérrez los sábados a comer ceviches. Desde el 42 que los Estados Unidos declaró la Guerra a los Países del Eje comenzó a ser vigilada, por eso tuvo que presentarse ante el consulado con una Carta de recomendación del Embajador de los Estados Unidos en Londres y así pudo ser calificada como amiga dispuesta a colaborar para frustrar cualquier plan nazi en el Ecuador.

Sus experiencias   alfabetizadoras en Europa con el método alemán Laubach, por medio de enseñanzas con imágenes y pronunciación con sonidos, fonéticamente, sílaba por sílaba, la llevó a la Escuela de Ciencias de la Educación y con su Director el Prof. Ernesto Guevara Wolf y varios estudiantes vicentinos formó los primeros grupos alfabetizadores de adultos que conoció nuestra ciudad, mediante clases que se impartían los fines de semana, sábados de tarde y domingos de mañana. Comenzó en los barrios marginales alrededor de la Plaza de la Victoria y a poco se fueron extendiendo a otros sectores.

Por entonces alquilaba un departamento en Diez de Agosto y Malecón y se había integrado a la sociedad guayaquileña, Una de sus mejores amigas era la entonces joven pintora Aracely Gilbert. En un Concurso Escolar de Dibujo del que fue miembro del Jurado notó que el niño Enrique Tábara tenía cualidades especiales para el dibujo y el color, empezó a invitarlo para que copiara cuadros de artistas europeos famosos, le presentó a varios artistas y a veces hasta le obsequiaba con monedas de cinco sucres de plata. Con el paso de los años nuestro compatriota se transformaría en uno de los grandes de la pintura ecuatoriana del siglo XX.

La campaña resultó un éxito y para ayudarse económicamente con los materiales de lectura (lápices y cuadernos) decidieron pasar el cepillo en los intermedios de las funciones de cine. El 43 se fundó la Liga de enseñanza de analfabetos a pesar de que ya para entonces residía en Quito y los programas de trabajo finalmente fueron asumidos por el gobierno.

En la capital continuó trabajando en alfabetización y amplió sus enseñanzas a higiene, salud, puericultura, etc. y con el tiempo aprendió el quichua para poder conversar directamente con los indígenas sin necesidad de traductor. Cada domingo salía con sus grupos alfabetizadores a los campos comarcanos. Fue una inmensa y útil labor y para los grupos más alejados propició la creación de radioescuelas, a la par que escribía artículos útiles y sencillos de autoayuda.

El 45 se nacionalizó ecuatoriana. El 46 regresó a Londres y allí publicó un libro de viajes titulado “Aventura andina. Un estudio social y político de Colombia, Ecuador y Bolivia,” posteriormente prestó servicios en las oficinas de la Unesco.

El 48 volvió al Ecuador y siguió en el servicio social, utilizando inclusive títeres. Desde el 51 era una de las columnista del diario “El Comercio” y también haciendo entrevistas a diversas personalidades. Por una crítica relacionada con la mala construcción de las aulas escolares el 52 el Presidente Velasco Ibarra pidió que se echara a “esa extranjera” del país. En otra ocasión hizo una extensa crónica sobre el Hogar de protección Infantil de Portoviejo y la labor desarrollada por su director el Dr. Francisco Pólit Ortíz. El 53 viajó por Centroamérica y México. El 54 estuvo en Bolivia y sacó en inglés “Viaje por una revolución” que Jorge Enrique Adoum tradujo ese año al castellano.

Del 55 es “Magia de Yucatán.” Del 56 es “Ecuador, país de contrastes” que tuvo gran éxito en Inglaterra y sirvió de libro de estudio sobre nuestro país. Como periodista conservacionista se inició en los años sesenta internándose en las selvas amazónicas ecuatorianas, experiencias cristalizadas en su obra “People of the Amazonas”.

Ese año realizó varios reportajes sobre la provincia de Loja, estuvo en ciudades y haciendas, conoció “La Florencia” de Eduardo Mora Moreno, entre otras propiedades agrícolas. En Abril del 63, cuando volvió a Londres desde Atenas, falleció en pleno vuelo aéreo a consecuencia de un síncope cardiaco, a los cincuenta y seis años, sin que jamás antes hubiera tenido ninguna molestia de esa índole. Poco antes de morir había terminado una novela titulada ¡Donde está Fred? Ambientada en el Ecuador, con sus poblaciones afro e indígena y que se publicó póstumamente. Lilo Linke jamás contrajo matrimonio ni tuvo descendientes pero gustó el amor con las mujeres.