MARINO. Nació en Guayaquil el 25 de Julio de 1809, Hijo del marino español José Ignacio Gómez, nacido el 27 de Abril de
1778, venido de Chile en 1800 como Subteniente de la Primera Compañía del Regimiento de Granaderos del Real de Lima,
En 1807 se unió con la guayaquileña Francisca de Paula Valverde y Cassaus, El año nueve marchó a Quito con su
regimiento, bajo las órdenes del coronel Manuel Arredondo. El 14 declaró como forastero de treinta y siete años edad en el juicio de residencia del
Gobernador Bartolomé Cucalón. Murió en Guayaquil el 14 de octubre de 1818 de Comisionado de Marina dejando a su
familia en la más completa inopia.
El mayor de tres hermanos. Su madre empezó a trabajar honestamente para mantener a sus dos hijas y les llevó en 1824 a
matricular de alumno aspirante a la Escuela Náutica de Guayaquil fundada por el Almirante Juan illingworth, “quien llegó
a cobrarle sumo cariño y a quererlo como a un hijo, alentándole en los progresos de su noble profesión”.
En 1826 terminó sus estudios náuticos, con el grado de Guardia Marina entró al bergantín Chimborazo de la Armada
Nacional de Colombia y viajó a prestar servicios a Cartagena de indias.
En 1827 se embarcó en la goleta “Ceres” que formaba parte de la expedición preparada contra La Habana y que no pudo
partir por la oposición diplomática de los Estados Unidos. Después figuró en la fragata “Colombia” y obtuvo su pase a
Guayaquil.
En 1828 intervino en las acciones navales del bloqueo del Golfo de Guayaquil. El 31 de agosto asistió al glorioso combate
de Punta Malpelo bajo las órdenes del General Tomás Carlos Wright, entre la goleta “Guayaquileña” y la corbeta de guerra
peruana “Libertad” que abandonó nuestras aguas territoriales en derrota, después estuvo en la acción de Sono contra las
fuerzas sutiles peruanas, hostilizó en las orillas del río Daule y en los sitios Piscano, Bolsa, Río Baba, así como en el asalto
y toma de Samborondón para recuperar la plaza del poder del enemigo. En esa campaña el joven Gómez probó su valor en
diversas circunstancias y no fue herido. Tras la campaña de Buijo en 1829, el Libertador Bolívar firmó su ascenso a Alférez
y elogió su comportamiento.
Efectuada la separación del Distrito Sur de la Gran Colombia en mayo de 1830, siguió en la Marina de Guerra y el 32
combatió en la boca del río Baba al batallón Flores que se había sublevado.
En 1837 solicitó su licencia absoluta que fue negada, pero le concedieron las letras de retiro. Entonces se dedicó al
negocio de cabotaje con Santa Elena y los puertos manabitas con notable éxito económico que le permitió adquirir varias
propiedades agrícolas cercanas a Guayaquil.
En 1839 casó con Mariana Tama y Ponce. El 41 le nació su única hija llamada Mercedes que murió casi enseguida.
A principios de 1845, retirado de la Marina en su hacienda “Tornero” frente a la isla Santay en el río Guayas, por influjo de
Vicente Ramón Roca y de Vicente Rocafuerte se comprometió en la revolución contra el Presidente Flores, que estalló en
Guayaquil el 6 de marzo. El triunvirato de Olmedo, Roca y Noboa le reincorporó al servicio.
En enero del 46 y siendo Capitán de Navío fue nombrado Director de la Escuela Náutica de Guayaquil. El 47 pasó a
desempeñar la Gobernación de Manabí. El 48 fue Jefe de la Policía de Guayaquil en un período álgido porque los agentes
de Flores trataban de sudvertir el orden público. El 49 fue Contador Mayor del Distrito y allí se mantuvo hasta que estalló
la revolución en favor de Diego Noboa Arteta.
En 1850 fue Consejero Municipal y le eligieron Diputado por Manabí donde tenía buenos amigos y vivía su hermano José
Fernando, pero prefirió no concurrir a la Convención, se retiró y dedicó a la agricultura.
En 1852, cuando Flores preparaba una gran invasión armada contra el país, reingresó al servicio activo como Primer Jefe
del Batallón Reserva. El Presidente José María Urbina le entregó el Ministerio de Guerra y Marina que ejerció mientras el
gobierno permanecía en Guayaquil, pero una vez que se resolvió el traslado a Quito el 53, dejó esa Cartera. Entonces fue
designado Comandante del bergantín goleta “Diecisiete de Julio” con ciento quince pesos de sueldo.
En 1854 ascendió a Capitán del Puerto de Guayaquil. El 55 comandó el buque de guerra “’Machala” hasta el 56 que recibió
sus Letras de Retiro con novecientos cuarenta y nueve pesos anuales.
En 1857 falleció su hermano Fernando en el Morro a causa de un lamentable accidente (1) quedando al cuidado de su larga
familia compuesta de seis hombres y tres mujeres, a quienes prohijó con cariño.
En 1858 fue llamado nuevamente al servicio con motivo del bloqueo peruano a las costas del Golfo de Guayaquil y
comandó la Segunda División de la plaza. Meses después dirigió las acciones militares en la provincia de Manabí hasta la
caída del presidente Robles, retirándose a su hacienda “Tornero” para contemplar desde allí las locuras políticas de sus
paisanos (sic.)
En 1860 fue designado por el gobierno provisorio de García Moreno para la Gobernación del Guayas que desempeñó por
tres años. En carta a Roberto Ascázubi el presidente García Moreno le contaba: “Flores se va y no hay quien infunda
respeto sino él y yo. Aquí estoy solo, Pallares muy bueno para todo, menos para salir airoso en una crisis. Gómez, el
Gobernador, es hombre excelente, pero tímido, irresoluto en política…
En efecto, el Gobernador Gómez, pasó tolerando el despotismo presidencial y sus excesos de poder hasta que cansado de
tantos abusos se presentó ante el tirano, le arrojó sus despachos personales, algunos firmados por Bolívar y manifestó que
hiciera uso del cargo pues no lo quería ni lo necesitaba.
En 1863 y con motivo de la guerra con el General Mosquera Presidente de la Nueva Granada, tomó el mando del batallón
Reserva de Guayaquil hasta la firma de la paz. Otra vez en su hacienda, allí permaneció hasta que a finales de mayo del
65 se incorporó con su hermano Abelardo a la expedición invasora del General José María Urbina, estuvieron en la toma del vapor Guayas frente a la ciudad de Guayaquil y con el vapor Washington continuaron hasta las costas de Santa Rosa
donde encontraron al Bernardino que llevaba a bordo a los Generales Urbina, Guillermo Franco y Francisco Robles y
fondearon en aguas de Jambelí. El 26 de Junio fueron sorprendido el Guayas y el Bernardino por la flota armada del
Presidente García Moreno, pues el Washington había partido a Puerto Jelí y engañados por el pabellón británico que
llevaban los leales al gobierno, fueron derrotados y figuró entre los prisioneros. Al arribar a la isla Puná en el Talca para ser bajados a tierra y
fusilados, su hermano de madre el Capitán de Navio Francisco Martínez Valverde, edecán de García Moreno, comenzó a
llorar. El tirano le preguntó ¿Por qué llora Ud.? y al enterarse que eran sus hermanos les perdonó la vida. Ese año, al
ascender al poder el Presidente Jerónimo Carrión le ofreció diversos e importantes servicios públicos que no aceptó pues
se encontraba trabajando en sus haciendas donde permaneció tranquilamente con los suyos, pues criaba a sus numerosos
sobrinos los Gómez Gault, hijos de su hermano Fernando, a quienes designaría herederos en las cuatro haciendas que logró
adquirir por su trabajo, y puso a nombre de ellos fueron:
1) Mapasingue al norte de Guayaquil a Pedro Pablo Gómez Tama.
2) Tornero en el camino a Samborondón a Manuel Ignacio.
3) El Rosario al sur, junto a la Josefina, a Femando.
4) Jericó, pasando la hacienda Los Ángeles, en el rio Babahoyo, a José Antonio. Las dos primeras, con sus respectivas parcelaciones y divisiones, han sido fuente de riqueza por su proximidad a Guayaquil.
En 1876 el presidente Antonio Borrero quiso hacerle Comandante Militar de Guayaquil, pero se arrepintió y nombró a
Ignacio de Veintemilla que le traicionó poco después. Entonces Veintemilla llamó a Gómez para darle dicha comandancia,
que éste rechazó.
El 9 de Julio de 1883, tras la campaña militar de Mapasingue cayó Guayaquil en poder de las fuerzas combinadas de
Restauradores y Regeneradores, Gómez fue proclamado Jefe Civil y Militar y ejerció pocos días hasta que el Plebiscito
convocado en la Municipalidad le dio tales funciones a Pedro Carbo, quedando Gómez de suplente.
Cuando se reunió la Asamblea Nacional en Quito fue ascendido a General de la República y designado Gobernador del
Guayas. Actuó hasta fines del 84. Entonces ocurrió el incidente narrado por Marieta de Veintemilla en sus Páginas del
Ecuador, pues al pasar ella por Guayaquil para embarcarse a Lima, Gómez trató de impedirlo, para que rinda cuentas por
la administración de su esposo Antonio de Lapierre Cucalón en las Aduanas, sin conseguirlo.
En 1889 volvió a ocupar por corto tiempo la Gobernación. De casi ochenta años de edad, aún se mostraba vigoroso y útil a
su Patria. Era uno de los más acaudalados vecinos. Diariamente vendía la leche de sus haciendas. Ese año adquirió un hato
de sesenta reses finas que iban al Perú y lo instaló en su finca de Rocafuerte y Loja donde se aclimataron hasta que las
trasladó a “Mapasingue” y fue la base de la importante ganadería que allí se desarrolló.
En 1890 fue electo Representante a la Convención nacional, pero se excusó. En 1891 murió en su casa su cuñada Rosario
Tama y Ponce.
Durante el incendio grande el 6 de octubre de 1896 tuvo que abandonar su finca en Rocafuerte e Imbabura (Colón No. 9) y
con su esposa caminaron hacia Las Peñas donde vivían sus sobrinos. Allí tomaron con otros familiares el bote que
usualmente los llevaba a Tornero, donde permanecieron varios meses hasta la reconstrucción de su hogar. Poco después
falleció su esposa conocida por todos como “mamita linda” y desde entonces vivió en soledad y se fue consumiendo sin
enfermedad visible.
Falleció en Guayaquil el 16 de septiembre, de 1901 de noventa y un años y sin enemigos dado su carácter componedor y
las altas prendas morales que siempre le habían distinguido, dejando el recuerdo de sus buenas acciones.