REFUGIADO EN 1941.- Nadó hacia 1892 en la población de Arenillas, provincia de El Oro y fueron sus padres legítimos José
Anselmo García, de ancestros colombianos pero natural de Santa Rosa, agricultor que tenía gran facilidad para versificar y
hasta dejó un cuaderno de poemas hoy perdido, falleció en el incendio de Santa Rosa de 1910 y Aurelia Cajamarca
CHuchuca, también de Arenillas, condueña de los sitios Arenillas y Cayancas, que murió casi centenaria en Santa Rosa en
1938 a consecuencia de una caída que le produjo la rotura de su brazo derecho, cuando un perro asustó al caballo que
montaba.
Fue el segundo de una familiacompuesta de cuatro hermanos que crecieron en Arenillas. Estudió en la escuelita del lugar
hasta el octavo grado, pero al fallecimiento de su padre decidió trabajar en el campo porque alguien tenía que velar por
su familia, para lo cual seccionó en Pocitos y Cucharetas vastas extensiones de terreno de su familia materna y con su
hermano Melchor abrieron una trocha de verano entre Arenillas y Hualtaco y sembraron tabaco. Con el tiempo dotaron a
esta última población de la línea telefónica e hicieron frontera viva con el Perú. Por esos dias contrajo matrimonio con
Alicia González Mesa, de solo catorce años de edad, a quien conoció y trató cuando pasaba por la hacienda El Sauce de los
padres de ella en esos contornos. procrearon doce hijos, de los cuales diez llegaron a la mayoría de edad.
En los años 20 y en razón del negocio vivía en las plantaciones y tenía a su familia en una casa de madera en Huaquillas,
que era como un hotel porque allí se alojaban las autoridades militares y encontraban generosa hospitalidad los viajeros
de paso al Perú.
Para mejorar sus cultivos hizo venir de Cuba a los tabacólogos Vicente Quintana y Juan Yanes (éste último falleció años
después en Santa Rosa a causa de una aguda peritonitis) y dotó a sus plantaciones de jurones donde apilaban las hojas de
tabaco en moños y de prensas para envolverlas en paquetes de un quintal de peso. También le ayudaban dos italianos
llamados Augusto Piovesan y Giuseppe N. que sembraban banano, coles, zapallos y hortalizas porque la tierra en Arenillas
era propicia para toda clase de cultivos, llovía en invierno y conservaba la humedad en verano, al punto que crecía bien
alto el pasto janeiro, abundaba el ganado de engorde (1) el comercio con el Perú era intenso y los arrieros procedentes de
Tumbez y Piura arribaban con sus recuas de mulas cargadas de productos que cambiaban por tabaco, arroz y cacao, de
suerte que su economía era solvente y llegó a pagar una profesora para que enseñara a los niños de Huaquilla hasta que
con Arturo Pereira Larrea obtuvo de la Municipalidad de Santa Rosa la creación de la primera escuela municipal en
Huaquillas, cuyo local solía visitar los domingo de mañana a fin de controlar el desenvolvimiento de las labores
pedagógicas y cada fin de cursoobsequiaba cortes de tela y pares de zapato entre los alumnos indigentes.
En Noviembre del 32 el gobierno peruano inició una política agresiva, de penetraciones armadas que intranquilizaron la
región. Un nutrido contingente de individuos pertenecientes a la Guardia Civil abusivamente se llevaron la cosecha de
tabaco de Pocitos para venderla en su país. Ya el comercio se había mecanizado. Reinerio Frias y Gumercindo Maldonado
poseían camiones para el transporte de mercaderías.
El 35 falleció su hija Ulbia de solo cinco años de edad porque la epidemia de bubónica que azotaba el norte peruano
también atacó a Huaquillas cobrando numerosas víctimas en esa población. Para colmos, una tarde de ese fatídico año se
observó en el horizonte de Huaquillas una gran luminosidad provocada por el incendio de las cercanas plantaciones de
tabaco. De inmediato salió García con gente a caballo. Todos llevaban carabinas de dos cañones para repeler cualquier
ataque, pero al llegar al lugar del siniestro en Pocitos comprobaron que el fuego había consumido la mayor parte de los
sembríos y que los peruanos habían regresado a su territorio; pero al poco tiempo volvieron por las zonas de Chacras y
Arenillas, obligando a los campesinos ecuatorianos a dejar abandonados sus cultivos y viviendas. Unos se replegaron al
norte, otros volvíeron a sus lugares de orígen y en Huaquillas el exodo casi se volvió general cuando una mañana, vieron
que numerosos soldados peruanos ocupaban la orilla opuesta del rio y rodilla en tierra apuntaban con sus fusiles hacia la
población. Mi madre enloquecida envolvió en sábanas lo que pudo, diría después uno de sus hijos. (2) Don José Anselmo,
su esposa e hijos se fueron en un camión hasta Hualtaco y en una lancha llamada La Mela arribaron de noche a Puerto
Bolívar donde encontraron fondeado al cazatorpedero Libertador Bolívar, todo iluminado porque transportaba al Ingeniero
Federico Páez, Jefe del Gobierno ecuatoriano. El avance peruano dio lugar a reclamaciones diplomáticas pero los
invasores no renunciaron a sus nuevas posiciones en las orillas del rio Aguas Verdes, que era correntoso y luego fue secado.
Desde entonces se perdió para el Ecuador la amplia zona del rio Zarumilla, así comolas pocas esperanzas que aún restaban
de vivir en paz con el vecino del sur.
Don José Anselmo, ya sin las plantaciones de tabaco ni razón alguna para seguir en la frontera, se trasladó a vivir con su
familia en una casa propia en el centro de la población de Santa Rosa y siendo un buen ciudadano, pensó que era su deber
patriótico alertar a la opinión pública nacional sobre el inminente peligro peruano; pero unicamente consiguió que un
Ministro de Gobierno le amenazare con llevarlo preso al penal García Moreno “si seguía alarmando al país”.
Desde el 35 participó en varios negocios y ocupó la Jefatura Política y luego la Subgerencia del Banco Hipotecario en Santa
Rosa, pero ya no disponía de los recursos económicos de antaño. Sus hijos mayores vivían en Guayaquil al cuidado de su
hermana Maria Elvira García de Mendoza en un departamento alquilado en Eloy Alfaro y Avenida Olmedo y estudiaban la
secundaria en el Vicente Rocafuerte.
Y tal como lo había predicho se realizó, pues casi seis años despues, el domingo 6 de Julio del 41, los peruanos atacaron
las posiciones ecuatorianas en el sitio El Bramador cercano a Huaquillas, generalizandose las operaciones bélicas en toda
la zona porque la aviación enemiga bombardeó Chacras y en el sitio Guabillo se libró un duelo de artillería hasta altas
horas de la noche. La Cancillería peruana acusó a los ecuatorianos de ser los agresores. El Martes 8 el Subsecretario de
Defensa del Ecuador, Cor. Eleodoro Sáenz, informó al país que acababa de recibir un telegrama del Comandante Luis
Octavio Ochoa, Jefe de la frontera sur, quien indicaba que todo estaba tranquilo, habían cesado los fuegos y que las
fuerzas ecuatorianas no cedieron posiciones. El Miércoles 9 los diarios anunciaban alarmantes preparativos y
movilizaciones de tropas peruanas en la frontera. El Viernes ll la Municipalidad de Guayaquil entregaba S/. 10.000 como
cuota inicial para la compra de dos aviones en los Estados Unidos, ofreciendo abonar el saldo al momento en que dichos
aviones estuvieren listos. El Sábado 12 los diarios seguían anunciando que el Perú acumulaba soldados y material bélico en
la frontera. Los aviadores Carlos Dávila Vásquez y Víctor Hugo
Meneses Ontaneda, presos en el penal García Moreno desde la revuelta de los aviadores de 1940, en favor del candiato
presidencial Velasco Ibarra, solicitaron al Persidente Arroyo del Rio, se les permitiera marchar a la frontera como pilotos
graduados o como los últimos soldados de la Patria y prometían en caso de sobrevivir a la contienda, que volverían a
ocupar sus respectivas celdas; pero ni siquiera obtuvieron una contestación.
El Lunes 14 el Perú anunció que solo aceptaría la mediación Tripartita. El Martes 15 tropas peruanas volvieron a atacar
Chacras y abrieron fuego en los sitios Uña de Gato y La Delicia. Benjamin Wells, hijo del Canciller de los Estados Unidos
Summer Wells, arribó en avión a Santa Rosa y recorrió la frontera. El Jueves 17 el Perú anunció que aceptaba la
desmilitarización de la zona comprendida entre el rio Zarumilla y la quebrada de Cazaderos, así como la suscripción de un
Pacto de Paz y Amistad, El Viernes 25 se produjo el combate de Jambelí frente al muelle de Puerto Bolívar, entre el Abdón
Calderón y el destructor peruano Almirante Villar, que quedó tan dañado que tuvo que ser remolcado al Perú por otra
nave. Esta victoria le permitió al Ecuador la conservación del dominio del golfo de Guayaquil. El Domingo 27 se pensaba
que habían cesado las hostilidades pero el miércoles 30 la aviación peruana bombardeó Machala, Puerto Bolívar y El Pasaje
con un saldo de cien personas muertas entre ellas varias mujeres y menores de edad. El jueves 31 los peruanos entraron a
Machala y se dedicaron al pillaje y saqueo. Poco después bombardearon Santa Rosa sin importarles que dicha población
lleva el nombre de la Santa limeña y provocaron un gigantesco incendio que comenzó entre las casas de Manuel Espinosa y
la de José Anselmo García Cajamarca desapareciendo 120 edificios.
Los pobladores de Santa Rosa se internaron en las montañas y tras numerosos peligros y contratiempos llegaron al puerto
de Tendales y por allí emigraron a Guayaquil en balandras. A principios de Agosto arribó la
familia García al muelle No. 8 y tras una corta estadía fueron destinados a Riobamba. Allí se les acomodó en la Escuela ll
de Noviembre a una cuadra del hospital San Vicente de Paul queles brindaba gratuitamente la comida. Un mes después
pudieron arrendar un cuarto en S/. 30 en la calle Villareal. Mucha gente les trataba con cariño, sobre todo la familia de la
viuda Filomena de Galliani y la de Juan Tormén. Don José Anselmo consiguió trabajar como Jefe de obra en una
Urbanización, pero a medida que transcurrían los meses la palabra refugiado orense se volvió en extremo incómoda.
Al finalizar el curso lectivo en Julio del 42 su esposa e hijos viajaron a Quito, creyendo hallar mejores oportunidades pero
no fue así y había días que no tenían qué comer. Por esa época arrendaban un departamento en la Olmedo, casa del
Maestro Sixto María Duran, al que ya le faltaban los dedos de una mano y quizá por eso se había dado a la bebida. Después
alquilaron en la calle Alianza cerca de San Diego y finalmente en la Imbabura, casa de Bolívar Guerra. Ya don José Anselmo
había regresado a trabajar en Arenillas pero la sequía que azoló esa zona hasta 1945 terminó por arruinarle.
El 46 fue Subaministrador de Aduanas en Huaquillas. El 47 se trasladó definitivamente a Guayaquil y arrendó un
departamento en la Avda. del Ejército y Colón. Sus hijas mayores trabajaban y ayudaban al mantenimiento del hogar. El 52
comenzó a trabajar para Alcides Ollague Loayza, exportador de banano y frutas (naranjas sin pepas cultivadas en la
hacienda La Esperanza en Santa Rosa, que se exportaban a los Estados Unidos) pero desde el 54 comenzó a sufrir una
enfermedad progresiva y degenerativa a la médula que le postró en cama y terminó por paralizarle. Había enflaquecido
sin perder su bondad ni su sonrisa espontánea
Alquilaba en Luque entre Boyacá y García Avilés y falleció rodeado del amor de los suyos el 19 de Marzo de 1956, de
solamente 64 años de edad, quien había vivido tratando de ser útil a su país y a sus semejantes. Más bien alto y robusto y
aunque en sus años postreros sufrió lo indecible nunca se le vió llorar pues era estoico y resignado.