GAME MATTHEW PALMER

CONSUL GENERAL DE LOS ESTADOS UNIDOS.- Nació en Filadelfia el 19 de Mayo de 1.805, hijo legítimo de John Game y de Mary Anne Palmer, estudió en la Academia Naval de Pennsilvania donde se graduó de Guardiamarina el 28 de Octubre de l.822 y entró a las órdenes del Capitán de Navío John D. Daniels quien era su tío y había sido contratado por el gobierno de Colombia para resguardar las aguas del mar Caribe. Enseguida cruzó las costas de la Isla de Curazao a bordo de la fragata “Colombia” y en persecución de navíos españoles impidiéndoles la entrada a Puerto Cabello, en cuyo crucero apresaron a la Corbeta de guerra María Francisca, bloquearon Puerto Cabello y rindieron la plaza en noviembre de 1.823. Un mes después fue ascendido a Alférez de Fragata habilitado.

En 1.824, a órdenes del Capitán Renato Beluchet navegó sobre las costas de la Isla de Cuba y apresaron y desmantelaron a la Corbeta de guerra Ceres, regresando a Venezuela con dicha corbeta en calidad de botín.Entonces convoyó con Daniels, en la Corbeta Urica, a las tropas enviadas al puerto de Chagres para auxiliar a las que estaban en el Perú, siendo ascendido en Septiembre a Alférez de Fragata afectivo.

En la misma Urica y a las órdenes del Comandante Samuel G. Pilot cruzó en 1.825 las costas de las islas Española y Puerto Rico en persecución del enemigo español. Un año después viajó con el Comandante Tomás Brion a España y África del Norte en seguimiento de naves españolas, enarbolando el glorioso pabellón de Colombia por primera ocasión en aquellos mares.

Desde Agosto de 1.827 gozó de licencia indefinida. En Agosto del 29 se reincorporó como Alférez de Navío para la campaña de Puerto Cabello y al iniciarse las operaciones militares con el Perú, el Libertador dispuso que la corbeta de guerra “Colombia” pase al Océano Pacífico y en

ella viajó como segundo Oficial, pero la travesía demoró ciento sesenta y un días por el Estrecho de Magallanes y finalmente arribaron a Guayaquil el 8 de Febrero de 1.829 cuando la plaza había sido devuelta a Colombia.

Entre la oficialidad colombiana figuraban en Guayaquil el General Renato Beluchet Comandante General de la escuadra en el Pacífico, el Capitán de Fragata de nacionalidad inglesa Leonardo Stagg, el Alférez de Fragata venezolano Lucas Rojas, el Cirujano Mayor de la escuadra colombiana en el Pacífico Juan Bautista Destruge, etc. Game estuvo en Guayaquil algunas semanas y prosiguió al Callao donde permaneció dos meses y ascendió a Teniente de Fragata.

A principios del 31 estuvo fondeado en Guayaquil a bordo de la Colombia. En Julio le fue conferido el mando de la Itsmeña como Teniente de Navío y condujo tropas por las costas de Panamá en compañía del Comandante Pedro Mena. En Noviembre tomó el mando de las goletas guardacostas Gracia, Guayas y Diligencia para detener el comercio clandestino y patrulló con ellas las aguas del golfo y de las costas del sur y del centro de la república. En 1.832 fue transbordado como segundo Comandante de la Corbeta Colombia y nuevamente vivió en Guayaquil.

En Julio de ese año salió de la Marina de Guerra con veinte y siete años de edad, le fue concedida su Hoja de Servicio, pasó a trabajar de Master o Capitán Civil de la fragata Adela, propiedad de Manuel Antonio de Luzarraga y realizó numerosos viajes transportando sacas de cacao. España era el principal comprador, siendo la Adela la primera fragata que tremoló la bandera ecuatoriana en aguas del mar mediterráneo y cuando se formó la Casa comercial Luzarraga fue nombrado uno de sus Gerentes.

En 1.835 se unió a Carmen Soler y del Pozo viuda de Mr. Robinson a quien conoció en las oficinas del consulado norteamericano, cuando tramitaba el montepío de su esposo. Tuvieron dos hijosElla era Natural de Cartagena de Indias y hermana entera del Capitán Andrés Soler y del Pozo, prócer de nuestra independencia, muerto gloriosamente en 1.820 en el

primer Huachi, cuya espada se guarda en el Museo Municipal de Guayaquil.

En 1.840 se asoció con Horace H. Cox para construir el primer astillero movido a vapor que tuvo el país y funcionó en la actual calle Cuenca y la ría por muchos años. Este fue el antecedente para la creación de su flota fluvial.

En Febrero del 41 a bordo de la fragata americana “Wareham” transportó 100.669 libras de cacao a Valparaíso, en Junio y en la “Adela” 924.275 al puerto de Vigo en el norte de España. De regreso, el l de Septiembre de 1.842 se varó la Adela en el bajo de Mala cerca del pueblo de Puna y aunque fue prontamente auxiliada por el vapor Guayas no pudo ser sacada a flote sino después de tres días y muy averiada; la compañía aseguradora representada por Esteban José Amador pagó su precio a Luzarraga y anunció su remate para el 9 de Octubre, que tuvo que suspenderse por la fiebre amarilla que asolaba el puerto. “La Adela habíasido construida en 1.831 en Wareman, Massachussetts y al vararse venía de Londres, Cádiz, el estrecho de Magallanes, llevaba cacao y traía diversas mercancías europeas. En este período de su vida logró acumular una gran fortuna que invertiría en la compra de una hacienda y en la construcción de varios vapores fluviales.

El 42 había contraído matrimonio con Francisca Jiménez Baturrone, natural de Cádiz, huérfana en Guayaquil, hija de un Capitán Mercante de nacionalidad española y muy menor a Game, con quien tuvo numerosa descendencia. Ya era propietario de la hacienda “Punta Española” en el norte de la isla Puná, conocida también como de los herejes protestantes, hasta donde no llegó el contagio de la peste posiblemente porque los vientos alejaban a los mosquitos.

Desde el año 43 hasta el 1.849 figuró como encargado del Consulado de los Estados Unidos de Norte América en Guayaquil y ese último año ascendió a Cónsul General en propiedad. El Exequatur del

gobierno ecuatoriano fue firmado en Quito el 27 de Marzo del 49, asumió sus funciones el 17 de Agosto siguiente, permaneciendo en ellas hasta el 31 de Diciembre de 1.857 que renunció. Durante esos catorce años suscribieron documentos como Vicecónsules: John F. Garbe nombrado por sugerencia de Game el 51, Horace H. Cox el 52 y Thomas B. Adams el 56.

En 1.850 fue retratado al carboncillo por el artista francés Ernest Chartón que estaba de paso por la ciudad. Aparece joven y esbelto, sentado en la oficina del consulado. Los ojos celestes, el pelo rizado y de color café claro, la actitud erguida, el traje nítido y de calle, un bastón de fina caña en sus manos y dibujándose en su rostro la franca y sincera sonrisa con que solía atender en el consulado, cuyas oficinas funcionaron en su casa por muchos años, edificio de madera con paredes construidas tres cuartos, que terminaban en barrotes de hierro para favorecer la circulación del aire. Al fondo se ve el libro de Inscripciones de ciudadanos norteamericanos avecindados en el puerto abierto en una de sus páginas.

El 27 de Febrero de 1.852 adquirió para su cónyuge la casa solar propiedad de Juan Rodríguez – Coello y Jiménez situada en la calle del Comercio, actual Pichincha, entre las de Luque y Aguirre, pues su propietario atravesaba una mala situación económica, en la suma de doce mil quinientos pesos. La casa tenía tres tiendas en la planta baja y un gran almacén que ocupaba todo el fondo, el primer piso fue habitado por sus nuevos dueños. Allí funcionó la oficina del Consulado por muchos años.

El día 28 zarpaba del Callao la flota reunida por el General Juan José Flores para atacar Guayaquil y casualmente la fragata sueca Eugene con veinte y cuatro cañones y trescientos tripulantes y oficiales capitaneada por Christian Adolf Virgin. Era su primer viaje a las costas sudamericanas y su propósito familiarizarse con el comercio marítimo y las actividades científicas. Al arribar a Puná los suecos tomaron prisioneros a los piratas ecuatorianos que habían asaltado al ballenero norteamericano George Howland.

El Capitán Virgin pasó a Guayaquil a bordo del vapor Guayas e informó al Cónsul Game de los incidentes relacionados con el Howland entregándole el navío, devuelto semanas más tarde por Game a sus propietarios, habiendo gastado setecientos cincuenta pesos en su mantenimiento.

Mientras tanto Flores había sido declarado pirata por el Presidente Urbina quien trató de convencer a Virgin de combatirlo. Este envió un mensaje en tal sentido a su subalterno en Puná, pero luego cambió de idea y dispuso que solo se le advierta a Flores que no estaba permitído realizar actos de pillaje en Guayaquil. La madrugada del 4 de Julio cruzaron Virgin y Flores mensajes de cortesía y el marino sueco se retiró satisfecho y con la promesa de que no se destruiría a Guayaquil.

Ese mismo día, mientras Game ofrecía una fiesta a numerosos invitados por el aniversario de la emancipación de los Estados Unidos, el buque “Chile” de la vanguardia de la flota del general Flores, se presentó de improviso e inició el bombardeo a las casas del malecón de nuestra ciudad. Los concurrentes al convite se alarmaron, los Generales José María Urbina, Juan Illingworth y José de Villamil bajaron enseguida, acudieron al fuerte de Saraguro (Avenida Olmedo y malecón) y con los milicianos artilleros y la tropa del batallón Restauradores desplegaron en guerrillas por la ría y mantuvieron el fuego, evitando la continuidad del ataque e impidiendo cualquier intento de desembarco. Durante esta acción falleció el Comandante español Antonio de Reina y Martos, compadre de Flores, que asomado a la ventana de su casa del malecón lanzaba vivas a favor de los invasores y fue alcanzado por una de sus bala, así como dos mujeres y dos niños del vecindario. De parte del gobierno solo hubo cuatro heridos, ignorando cuantos marineros murieron en el buque Chile, que aprovechó la marea saliente para huir seriamente averiado a Machala, allí desembarcaron cosa de trescientos hombres, que se tirotearon en el estero de Camarones con una tropa menor formada por elementos liberales que pronto aumentaron y en el sitio llamado Corrales volvieron a pelear, al fin,

derrotados los floreanos tuvieron que traspasar la frontera por Túmbez y volver al Perú.

En Junio del 54 viajó con su amigo Villamil a las Islas Galápagos a bordo de la goleta Guayas en busca de depósitos de guano pero no los hallaron en cantidades rentables e inauguró en su casa la primera capilla protestante que existió en Guayaquil. El 9 de Diciembre 1.856 seleccionó un sitio elevado en la sabana situada a un costado del Cementerio Católico, para la construcción del Cementerio de extranjeros que se inauguró merced al interés personal demostrado y previa aprobación del presidente Francisco Robles.

Su hacienda “Punta Española”, llamada justamente así en honor a la nacionalidad de su esposa, era una de las mejores propiedades de la costa ecuatoriana y estaba avaluado en la extraordinaria suma de ciento setenta y cinco mil pesos oro. Se componía de una hermosísima vivienda de un piso alto y corredor frente al mar, tenía extensos potreros, cientos de cabezas de ganado, grandes sembríos de palmas de coco y árboles frutales. En sus playas se recogía abundante pesca, los moluscos no escaseaban. Una gran albarrada recogía el agua de la lluvia que se aprovechaba en labores de agricultura. Todo era limpio y permanecía ordenado. Estaba considerada un paraíso marítimo y tropical.

En 1.858 estableció la Compañía de Navegación del Guayas por vapor. El 60 estaba construyendo un vapor fluvial de casco de hierro en nuestros astilleros y se armaba otro traído de los Estados Unidos que llamó Bolívar. En 1.863 el vapor Washington de su propiedad hacía la carrera Guayaquil – Daule. El capitán norteamericano Elisha Lee era el único competidor desde el 61 que había entrado en el negocio de cabotaje fluvial con dos vapores de ruedas laterales llamados Capitán Lee y Smyrk. El 63 Lee ordenó la construcción del Vinces y el 66 del Guayas y el Baba cubriendo las rutas de Daule y Babahoyo que eran las principales.

En 1.864 el General José María Urbina se levantó en armas contra la tiranía del presidente García Moreno e invadió el país por la costa sur.
En la madrugada del 7 de Agosto del 64 Juan Antonio Robinson Soler, hombre rico – medio hermano de Francisco Modesto Game Soler – había comprometido en Machala a los Comandantes Eusebio Avila, José María Pérez y Simón Saona, a los Capitanes José Madero y Eduardo Mora y once jóvenes más y con ellos tomó el cuartel y se apoderó del pueblo proclamando la caída de García Moreno. Pronto el resto de las poblaciones se unieron al movimiento: Santa Rosa, Pasaje, etc. y se acordó elevar a provincia el territorio de El Oro. Robinson fue designado Jefe Civil y Militar. El General Juan José Flores fue a combatir a los invasores aunque se sentía muy adolorido a causa de una hipertrofia prostática, sin embargo, tuvo que obedecer a García Moreno y en un combate en la población de Santa Rosa fue herido por los revolucionarios en el bajo vientre. Traído a Guayaquil dada la gravedad de su estado, falleció durante el trayecto por el golfo a bordo del Smyrk.

Entonces el General González salió a combatir hasta la frontera donde estaba reunido Urbina con el resto de los invasores, esperando el refuerzo de las tropas peruanas que iban a ayudarle, pero Vicente Piedrahita, Ministro Plenipotenciario del Ecuador en Lima, consiguió que los representantes de las otras naciones: Chile, Colombia y Venezuela, reunidos en el Congreso Americano cuyas sesiones se llevaban a efecto en Lima, presionaran ante el gobierno peruano para que ordene el desarme e internamiento de Urbina y sus hombres en el Perú.

Tras este primer fracaso, al siguiente año, el 31 de Mayo de 1.865, el Cap. Francisco Modesto Game Soler – hijo mayor de Game – partidario de los nuevos revolucionarios liberales que esperaban ingresar al Ecuador por la frontera con el Perú, por orden de su padre les entregó el Washington en la boca de Guare y lo recibió el Capitán José Marcos acompañado de otros jóvenes: Juan Heredia, Juan Bohórquez, Eduardo Hidalgo Arbeláez y treinta más que embarcados la tarde de ese día 31 avanzaron hasta donde se encontraba la nave de guerra Guayas, llamado Anne cuando era propiedad

de los armadores ingleses y por entonces única embarcación del gobierno ecuatoriano, a la que embistieron a la media noche. Su Comandante el Capitán de Fragata Diego Eugenio Matos murió en la refriega y fueron hechos prisioneros los Tenientes de Fragata César Guedes y Manuel Silva, el Alférez de Fragata Ricardo Darquea y el Guardiamarina Diego Matos.

Ambas embarcaciones – el Washington y el Guayas – enrumbaron a las costas de Santa Rosa cercanas al Perú para ponerse a las órdenes del General Urbina, quien nuevamente intentaba invadir el país. Urbina les esperaba con los Generales Guillermo Franco y Francisco Robles en el buque Bernardino mandado por José María Vallejo, militar guayaquileño de los tiempos de Bolívar y embarcados en la goleta La Luz, a las órdenes del Comandante Antonio Suarez avanzaron hacia el norte.

El día 10 de Junio esta escuadrilla liberal se presentó cerca de Guayaquil en los sitios Punta Gorda y Canta Gallo. El Coronel Rafael Real se hallaba en Taura y se incorporó a los expedicionarios con algunos revolucionarios. La expedición permaneció en Punta Gorda en espera que la ciudad se levantara en armas, pero como esto no sucedió regresaron sus miembros a Jambelí en el golfo, distante ciento cuarenta kilómetros de Guayaquil.

Casi toda la fuerza liberal, excepto algunas partidas que vagaban por la actual provincia de El Oro, se hallaban a bordo y decidieron atacar la población de Santa Rosa, bien guarnecida por tropas del gobierno que mandaban los Coroneles Celestino Lara y Pacífico Aguirre.

Mientras tanto la noticia de esta nueva invasión había arribado a Quito y el Presidente Gabriel García Moreno encargó el Poder a su cuñado el Vicepresidente Manuel de Ascázubi y se trasladó de inmediato al puerto, donde declaró piratas a los invasores y haciendo uso de la ley de Angarías constante en el Derecho Internacional de Mar armó el vapor Talca, que era caletero por carecer de quilla y se movía a ruedas, propiedad de la compañía

Mala Real Inglesa y el Smirk del Capitán Elisha Lee, capitaneado por Pablo Indaburo Cedeño.

En el Talca hizo subir a ciento sesenta hombres del batallón Guayas, cincuenta del Primer Regimiento de Lanceros y treinta y dos artilleros para servir las cuatro piezas de grueso calibre que había hecho colocar en la nave. En el Smirk a cincuenta soldados del Guayas y quince artilleros bien armados y municionados al mando del Coronel Francisco Martínez Pallares.

Con el Comandante Juan Manuel Uraga partió a la medianoche del 25 de Junio y arribó a las nueve y media de la mañana del siguiente día 26 al estrecho de Jambelí. Urbina, en cambio, ignorando estos aprestos, había dividido a su tropa para combatir a los enemigos de la retaguardia, trasportando parte de ella al Washington. Esta nave estaba comandada por Juan Heredia y su segundo era Francisco Modesto Game Soler. El mayor número de tropa fue dejado en los demás buquecillos. En Zarumilla saltaron a tierra, siguieron al Papayal donde encontraron al Comandante Manuel María Irigoyen y a treinta hombres que se les incorporaron. En Gualtaco se agregaron los patriotas Gaspar Alamiro Plaza, Julián Indaburo Bodero, Juan Francisco Mariscal y Enrique Laroque. Horas después Ramón Cordero, Pedro Jaramillo, Lautaro Lamota, Julio Lavayen y N. Saona, N. Sánchez, Manuel Ignacio Aguilar y noventa paisanos venidos de Tumbes.

Allí dividió su tropa en cuatro columnas. Una dirigida por el Coronel José María Cornejo, el Coronel José Sotomayor y Nadal y el Comandante Antonio Suarez. Otra por el Coronel Pedro Jaramillo, el Teniente Coronel Sánchez, y el Capitán Gaspar Alamiro Plaza que era aún adolescente. Otra por el Comandante Lautaro Lamota y el Comandante Luís Medina, otra por el Coronel Saona y el Sargento Mayor Aguilar, muchos jefes y oficiales, como los Coroneles Juan Antonio Robinsón Soler, Pedro Campuzano, Ramón Cornejo, los Comandantes Gregorio Rodríguez, Rafael y Pablo Chica Cortázar, Julio Lavayen Gorrichátegui, Pedro Ruíz, José Villao, el Dr. Francisco Rivera Cortázar y varios Capitanes, Tenientes y

Subtenientes quedaron sin mando por la escasez de hombres y marcharon armados de fusiles. También se organizó un piquete de caballería a órdenes del General Guillermo Franco Herrera, jefes subalternos de ésta fueron los afamados Juan Manuel Campuzano y José Zúñiga. El 24 de Junio llegaron a las afueras de Santa Rosa. Urbina, envió de parlamentario a Julio Lavayen G. quien fue recibido a balazos por la tropa conservadora compuesta de trescientos soldados.

Antes de atacarse ambas tropas, pues existe una colina de por medio, un tiro aislado mató al joven Capitán Vicente Franco, edecán de Urbina, lo que provocó el ataque furioso de los liberales. El combate duró una hora y favoreció a los liberales, salieron heridos sus jefes Cortés, Cornejo y Jaramillo, era su cirujano el Dr. Carlos Auz. Los conservadores huyeron en desbande y Urbina dispuso el regreso a la costa para reunirse con el resto de la flotilla.

En el interim García Moreno había sorprendido al Bernardino cuya dotación se encontraba desprevenida y creyeron que el buque que se acercaban era amigo pues engañosamente enarbolaba la bandera británica, recibió un cañonazo que le inundó y se fue a pique por un horámen en la popa, su Jefe el Comandante Marcos, viéndose perdido, bajó a la santa bárbara para hacer explotar a la nave, pero la encontró inundada. Toda la tripulación cayó prisionera.

Después arribó el Smyrk capitaneado por Pablo Indaburu con tropas al mando del Coronel Francisco Martínez Pallares y entró en aguas del estero de Jelí, cerca de la población de Santa Rosa, en persecución del Washington que tenía cuatro cañones y que por haber estado cambiando agua y víveres en la orilla, no estaba prevenido. En él se encontraban Robles y Urbina que tuvieron que abandonarlo en Gelí pues la marinería se hallaba en tierra al momento de la sorpresa.

El Washington era de propiedad de una compañía norteamericana con accionistas de esa nacionalidad, de la que Game era el Presidente, así es que

en Guayaquil se reclamó su devolución a través del cónsul norteamericano L. Prevost pero García Moreno impidió la presencia de Game a bordo, retuvo e hizo uso del vapor sin el consentimiento de sus dueños y ejerció decisiva influencia ante la Corte Suprema, que lo declaró buena presa en Noviembre de ese año 65.

Cuando se supo la noticia en Guayaquil un grupo de liberales procedió a viajar a Babahoyo y la noche del 10 al 11 de Diciembre, mientras se realizaba una fiesta a bordo, alguien prendió fuego en la cocina y habiéndose extendido las llamas inmediatamente, los invitados tuvieron que arrojarse al barranco para salvar sus vidas, quedando inutilizada la nave, aunque García Moreno dispuso su arreglo a Guillermo Barry y Cia. la reparación costó cuarenta mil pesos y volvió a echársele al agua con el nombre de Bolívar el 1 de Junio de 1.866 pero ya no era propiedad de Game.

En estas negociaciones intervino en Quito el Ministro norteamericano Frederick Hassaureck y el Ministro del Interior del Ecuador Manuel Bustamante quien alegó diversas razones para no devolver la nave, entre ellas dijo que Francisco Modesto Game Soler había acordado en diez mil pesos la entrega de la nave a Urbina, habiendo recibido mil como seña o anticipo, había recogido hombres armados en la isla de Guare, y los había conducido a Guayaquil, luego había abordado la nave de guerra Guayas propiedad del gobierno, que su gente había asesinado al Comandante Matos y cometido otros excesos. Que siguió en el Guayas hacia la costa peruana donde le estaba esperando Urbina con varios jefes, que con otros navíos regresaron al Ecuador y en Santa Rosa derrotaron a fuerzas leales al gobierno, de manera que la nave era un trofeo de guerra, pero fue respondido el 1 de Diciembre por Hassaureck quien protestó por la sentencia favorable al gobierno dictada en primera instancia y algo más, indicó que si la sentencia de segunda instancia era favorable al gobierno como todo hacía suponer, el estado ecuatoriano sería responsable del pago de daños y perjuicios. Bustamante replicó que para evitar el deterioro del Washington había dispuesto repararlo y ponerlo a trabajar trayendo y llevando carga a Babahoyo y que los ingresos que se percibieren,

tras cubrir gastos, se acumularían en la tesorería de Bodegas. El Secretario de Estado William H. Seward dispuso que Hassaureck esperara la segunda sentencia y sugirió que Game ofrezca pagar al estado la tercera parte del valor del Washington pero se interpuso la declaratoria de guerra del Ecuador a España en solidaridad con Chile y Perú, pasando el asunto relativo al W ashington a segundo plano aunque finalmente, durante la presidencia siguiente, de Jerónimo Carrión y Palacio, el mismo Ministro Manuel Bustamante llegó a un Acuerdo con el gobierno norteamericano, en virtud del Tratado de 1.862 suscrito entre ambas naciones, relativo a confiscaciones, y se estableció una indemnización de 94.799 dólares a pagarse en tres partes, que luego se cambió a diez partes. El primer abono venció el 17 de Febrero de 1.867 pero no se cumplió. Bustamante dispuso al Gobernador del Guayas que de las recaudaciones de Aduana retuviera el dinero (9.479 dólares) y como no se encontró dicha suma por la paralización del comercio a causa de la guerra declarada a España, propuso su pago con certificados de aduana, lo cual no fue aceptado por el Cónsul L. Prevost, finalmente tras nuevas comunicaciones, contestadas por Bustamante, menos la última, se dispuso la venida en Junio del barco estadounidense “Mohongo” y en los periódicos se publicó que dicho gobierno había decidido cobrar la deuda a como fuere. Entonces Bustamante procedió a entregar una Letra de cambio girada contra la Casa Luzarraga, que la recibió endosada y pagó su valor en libras esterlinas. El historiador Guillermo Arosemena, ha estudiado estos hechos y manifiesta que se desconoce la fecha de cancelación de los demás valores y si hubo nuevos incidentes.

Estos serios reveses hicieron que la compañía de navegación fracase; además, la situación personal del Cónsul Game y la de su hijo Francisco Modesto, quien vivía oculto en Santa Rosa, era asaz delicada. García Moreno, en carta del 30 de Junio del 65 dirigida a Antonio Flores Jijón había escrito: “el traidor Game entregó a Urbina el vapor Guayas y el Washington, agregándose al Bernardino y a dos buquecillos de vela de que se compone la flota invasora”, de donde se desprende que en la invasión debió tener buena parte Game y su gente y lo de traidor fue una de las tantas frases hechas del tirano porque siendo Game liberal, demócrata y

protestante, jamás podía estar de acuerdo con una tiranía oscurantista, sangrienta y teocrática.

El Cónsul pasó los años de la teocracia garciana en Punta Española apesadumbrado por la trágica muerte de su hijo menor Eduardo Game Jiménez ocurrida el 20 de Abril de 1.865 a consecuencia de la explosión de la caldera del vapor Bolívar en circunstancias en que efectuaba la travesía entre Isla Verde y Puná. El joven fue sacado del agua horriblemente quemado, puesto en un playón sobre hojas de plátano y cubierto únicamente de manteca de cacao agonizó dos días en medio de los más atroces sufrimientos. Este episodio motivó a su padre a construir hacia el fondo del pequeño estero que corría cercano, un Cementerio particular, donde enterró a su hijo. Hoy el sitio tiene un aspecto tétrico y desolado por el abandono en que se encuentra (al pié de una estela de mármol rosado en cuyo centro figura un ancla, está enterrado el Cónsul y sus hijos Juan Antonio y Eduardo, el profesor español de ellos y un servidor doméstico.

En la década de los años setenta pudo volver libremente a Guayaquil aunque muy enfermo, aquejado de diabetes. Sus hijos manejaban los negocios de la hacienda. Seguía siendo un sujeto principal y prestigioso y se le considerada adinerado.

El 8 de Febrero de 1.887 falleció su esposa, el 8 de Febrero del año siguiente redactó su testamento cerrado que entregó el día 9 al Escribano Público Santiago Vallejo y murió el 20 de ese mes, a los ochenta y tres años de edad, pidiendo que el cadáver sea conducido a su Cementerio particular en la isla Puná, cercano a la playa donde falleciera su hijo Eduardo Game Jiménez. Dejaba por bienes la hacienda, la isla San Ignacio a la salida del estero Salado, una casa mediana situada en el malecón y Mejía, su casa principal donde más tarde fue la editorial Colón situada en Pichincha entre Luque y Aguirre, numerosas acciones mayores del Banco del Ecuador y otras de unas minas de oro en los Estados Unidos, cédulas y alhajas.

Con motivo de su muerte el Diario La Nación dijo: “Como marino y

soldado de la gran guerra (de la independencia) fue leal, pundonoroso y valiente; como comerciante activo y honrado en todo sentido; como padre de familia amoroso y solícito con sus hijos; como amigo noble y sincero; como hombre altamente humanitario y filántropo.”

Amó el mar por sobre todas las cosas y se extasiaba contemplando las playas y las lejanías, añorando su lejana Pennsilvania. Rápido y ágil para sus asuntos, siempre lleno de bonhomía, le gustaba hacer y que le hagan bromas y era fama que tuvo muchos y buenos amigos. De vida disciplinada, ahorrativo pero nunca avaro, ni bebía ni fumaba pero permitía que otros lo hagan, acostumbraba tomar el té a las cinco de la tarde y dedicaba enteramente los sábados a leer la Biblia en el mayor silencio y recogimiento. En su Capilla se dieron los primeros servicios religiosos protestantes del país y queda el cementerio llamado de extranjeros, ubicado al lado del General, en la actual calle Julián Coronel, como recuerdo de su interés por dotar a nuestra ciudad de un sitio de descanso para los ciudadanos judíos y no católicos que fallecían en la ciudad.

(X) El CEMENTERIO DEL CONSUL GAME EN LA ISLA PUNA.- En medio de la espesa vegetación de Punta Española, a quince minutos en lancha desde la población de Puná nueva, se encuentra la tumba del Cónsul norteamericano Game y las de sus hijos Juan Antonio y Eduardo. En el sitio llama la atención las finas lápidas elaboradas en su mayoría de mármol. En el lugar también se encuentran dos tumbas más. El guía voluntario Marvin Chávez indica que se trata de los cuerpos de dos empleados, uno de ellos de nacionalidad española y profesor de los hijos del Cónsul Game. Cuando se va a pié es difícil recorrer los cuarenta y cinco minutos que dista el cementerio de la población de Puná nueva. Hay que sortear bejucos, pela caballos, algarrobos y otras plantas para llegar al Estero, sin contar las molestias que ocasionan los mosquitos y las garrapatas. Antes había una antigua verja de hierro forjado pintada de verde que hoy ya no existe, pero aún queda en pie la estela mortuoria de más de dos metros de alto, tallada en mármol rosado, donde airosamente luce un ancla símbolo de la profesión marinera y el nombre de Matthew P. Game. Una tarde su hijo Juan Antonio Game Jiménez fue corneado por una vacona en uno de los corrales de la hacienda Punta Española, accidente que le destrozó el vientre provocando dolores horrorosos y sabiendo que la próxima lancha recién pasaría al día siguiente, subió a la casa, tomó una pistola y se disparó en las sienes. Esto sucedió años después de la muerte de su

padre. La lápida de Juan Antonio, a más de sus nombres y primer apellido dice: Deeply sorry, que traducido al español significa: Muy sentido. El Cementerio está ubicado en el sitio donde falleció su otro hijo, llamado Eduardo, a causa de la explosión de una caldera a vapor en la embarcación que le conducía desde Isla Verde. Sacado con vida, sobrevivió dos días tendido en la playa y cubierto su cuerpo de manteca hasta que la muerte llegó clemente y terminó sus intensos dolores.