ARQUEOLOGA.- Nació en Quito el 27 de Noviembre de 1958. Hija legítima del Capitán de Corbeta Mario Cruz Miranda y de Etna D’Howit Tinajero, naturales de Quito.
Tercera de una familia de cuatro hermanos, recibió las primeras letras en el kinder “Mercedes Noboa” donde fue preferida por la profesora Marta Estrella pero como era una niña tímida tuvo que repetir el curso. Luego pasó a la escuela primaria “Cardenal Spelman”. Tenía una gran vida interior. Jugaba a que era maestra con los almohadones. Allí siguió también la secundaria y se graduó de Bachiller en Julio de 1977.
Poco después entró a la Escuela de Lingüistica en la Universidad Católica y comenzó el aprendizaje de inglés, francés y quichua pero como siempre le había atraído la Historia y la Geografía a través de ésta última lengua se interesó en el pasado prehistórico ecuatoriano y pasó a la Facultad de Ciencias de la Educación y tomó los Cursos de Introducción a la Arqueología y Prehistoria que dictaba el ilustre padre Pedro Porras Garcés y le agradaron enormemente; entonces pasó a trabajar seis meses en el local de Arqueología clasificando material didáctico (cerámica tipo Valdivia) en base al estudio cronológico realizado por la Dra. Betty Meggers.
Ese mismo año y viendo su afición, el Padre Porras la incluyó en el grupo de estudio de proyecto Sangay con S/. 4.000 mensuales de sueldo y la preparó en las técnicas de laboratorio tales como lavado, clasificación, reparación y estudio analítico de formas, posteriormente Guadalupe le ayudó escribiendo varios apéndices del libro “Investigaciones arqueológicas en las faldas del Sangay”, que publicó a fines del 87 el padre Porras y viajó un mes a Europa de vacaciones.
Entre 1982 y el 83 se retiró de la Arqueología para terminar su carrera en la Universidad. Este último año volvió a estudiar las partes que había dejado inconclusa de la cerámica de Sangay, en calidad de becaria de la Universidad Católica, con sueldo y estudios gratuitos.
El 87 terminó el Sangay y comenzó a elaborar una tesis sobre “Los torteros de la fase manteña”, estudio arqueológico muy completo, en dos tomos, con numerosos dibujos, para optar la Licenciatura en Ciencias de la Educación y adquirir el título de Profesora de Segunda Enseñanza. El trabajo, que he tenido en mis manos, revela conocimientos profundos de arqueología y constituye un aporte científico de primer órden.
El mismo año 87 escribió para la revista “Temas de Investigación” un artículo “Hacia una clasificación tipológica de las fusaiolas en la fase manteña” en 17 páginas con dibujos.
En Abril del 88 contrajo matrimonio con Francisco Vásconez Dueñas con sucesión.
Tenía preparado mucho material didáctico para las clases de arqueología del padre Porras en la Universidad Católica (clasificación tipológica de los tiestos del Sangay, Guangala y Pastaza) para que los alumnos se den cuenta, gráficamente, de cada fase.
Así mismo entrenaba a los becarios en tipología cerámica y reconstrucción de materiales y formas. Tiene planificado una aplicación pedagógica del arte aborigen de las fusaiolas del manteño al dibujo artístico del ciclo básico.
De estatura elevada, tez trigueña, ojos cafés, pelo negro.