Ante el fuego de ametralladora de una Compañía de Infantería de Marina que desembarco del buque de guerra “Cotopaxi” en apoyo de los soldados de Batallón “Manabí” que se encontraban sitiados, los revolucionarios tuvieron que retirarse a las selvas para iniciar la guerra de guerrillas.
Esta gesta verdaderamente heroica de un puñado de valientes iniciada sin armas sin elementos militares, contra todo un ejército duro tres años
Las primeras armas fueron tomadas en “Cuquiva”, al mayor Jorge Icaza. Después vino el famoso combate de “El Guayabo”, el 10 de diciembre de 1913- Fueron vencidos 1.200 hombres del Gobierno Comandados por los Cnles. Manuel Velasco Polanco y Rafael Palacios que se rindieron a la revolución.
En esta lucha combatiendo bravamente cayeron casi todos los efectivos del Batallón “Constitución”, sobreviviendo muy pocos.
Los revolucionarios también tuvieron bastantes bajas, entre ellos dos hermanos del Cmdte. Julio S. Mena.
El 12 de Abril de 1914, se libro el combate entre los ríos Camarones y Colope, donde murieron centenares de soldados del Gobierno, cayendo prisioneros los que no pudieron embarcarse en la lanchas de los buques de guerra “Libertador Bolívar”, “Cotopaxi”, “Constitución” y “Torqui” que maniobraban frente a la costa donde se desarrollaba el combate, sometiendo a intenso cañoneo a las líneas revolucionarias.
Entre los prisioneros cayeron 150 hombre del Batallón “Daule”. El Gral. Moisés Oliva pudo salvarse de caer prisionero al ser recogido en el mar por una lancha de la Armada.
El combate se inicio cuando las tropas del Gobierno llegaron al estero de tacusa, donde el Capitán Manuel, Rosero hizo el primer disparo.
Ante la derrota inminente, los Cmte., Dueñas y Espina, Res, quisieron retirarse hacia Rioverde, pero les fue cortada la retirada por el Cmte. Víctor Martínez, quien desde la parroquia La Tola, venia reuniendo todos los retenes conchistas que se iban retirando ante el avance del ejército del Gobierno y formando un fuerte núcleo para atacar por retaguardia al enemigo. De manera que no pidiendo retirarse hasta Rioverde, los citados Cmte. Dueñas y Espinares se hicieron fuertes en un altozano situado entre la playa del mar y el rio de Colope.
En esa ventajosa posición se sostuvieron hasta las seis de la tarde en que viendo ya derrotado el resto del cuerpo expedicionario resolvieron rendirse, enviando de parlamentario al Capitán Gerardo Gil, un valeroso esmeraldeño que flameando una bandera blanca, se hizo conducir a presencia del Cmte. Julio S. Mena, Jefe de Operaciones de las tropas conchestas, y quien acepto la rendición.
Los prisioneros fueron tratados con toda clase de consideraciones, y los heridos de consideraciones, y los heridos conducidos a una lancha de la Armadas para que los llevaran al hospital militar
Esta acción de guerra fue dolorosa para los revolucionarios porque en ella pereció el valeroso Cnel. Enrique Valdez Concha sobrino del Cnel. Carlos Concha Torres, a quien afecto mucho esta desgracia, ya que había dado orden en carta escrita al Cmte. Mena, que se le guardaran toda clase de Consideraciones, esta carta junto con otras escritas personalmente por el cual Cnel. Concha, existe todavía.
Pero, así son los azares de la guerra:
Meses más tarde se libro el combate en la hacienda “La Propicia”, propiedad del Cnel. Concha Torres.
El campamento atrincherado, rodeado de alambradas, estaba situado en el centro de la planicie que hay en dicha hacienda, de manera que los revolucionarios tuvieron que cruzar a la carrera, más de doscientos metros de llano, completamente raso, bajo el fuego de la fusilería y de la artillería del enemigo que trataba de detener el avance. Toda resistencia de parte de las tropas gobiernistas, fue inútil. Las alambradas fueron cortadas y las trincheras tomadas al asalto librándose enconados combates cuerpo a cuerpo con armas blancas.
La dotación que manejaba la artillería fue abatida. Después de dos horas de violenta lucha, el campo quedo en poder de los revolucionarios, tomando estos como botín de guerra, dos piezas de artillería, varias ametralladoras pesadas, centenares de fusiles y gran cantidad de municiones.
El Cnel. Concha dirigía las operaciones desde la hacienda Concordia, a pocas cuadras del sitio del combate. Tenía como Ayudante de Campo al Capitán Cesar Calderón Coronel, quien tuvo una magnifica actuación.
Hubo numerosas bajas de ambas partes. El Cmte. Julio S. Mena, que mandaba las tropas atacantes, fue gravemente herido, lo mismo que muchos de los oficiales a sus ordenes.
Coronel Graduado 1897
Gobernador de Esmeraldas 1895-1898-1899-1900-1901
Diputado por Azuay 1896-1897
Cónsul General en Paris 1906-1909
Diputado por esmeraldas 1904-1905
Jefe civil y Militar Portoviejo 1906
Gran Cruz San Estanilaso de Rusia 1906
Representante del Ecuador en la comisión internacional de revisar la nomenclatura de las causas de mortalidad; Paris julio de 1909
Falleció 12 de marzo de 1919
Carlos era enamorado de Jesús palacios Portocarrero, su deuda no tan lejana, pero estando de enamorado se llevo a la hermana de Jesús, llamada Adelaida Palacios portocarrero, que era casada con un alemán y cohabitaron juntos con grave escándalo de la población de Esmeraldas. Jesús se vino a Guayaquil con sus padres, huyendo del asunto y aquí se enamoro con don Fernando Seminario exiliado peruano y muy mayor a ella, caballero de gran posición social y económica en Piura y se caso, con hijos (Seminario Palacios) Adelaida se fue a Paris con Carlos, que paso de Cónsul General del ecuador en esa capital Adelaida tuvo en Carlos Concha, a Carlos Concha palacios, muerto niño y crio a una hija natural de Carlos llamada Elba Concha Andrade. Años después Elba falleció tuberculosa en Quito y su fantasma se le apareció a otra hija de Adelaida.