BORRERO MOSCOSO ALFONSO MARIA

HISTORIADOR.- Nació en Cuenca, en la casa paterna de la calle Bolívar entre Montalvo y Estévez de Toral. Séptimo hijo del Dr. Antonio Borrero y Cortázar, cuya biografía puede verse en este Diccionario y de Rosa Moscoso Cárdenas, fue bautizado en la iglesia del Sagrario el 8 de Diciembre de 1866. De su padre heredó el amor a las leyes, la historia y la justicia, que le impulsarán a escribir en bien de la Patria.

El 20 de Agosto de 1890, se graduó de doctor en Jurisprudencia. Desde el 91 dictó la cátedra de Derecho Internacional Privado. El 92 fue electo anotador de Hipotecas y durante los festejos del IV Centenario del descubrimiento de América, pronunció un discurso que salió publicado en la Revista Científica y Literaria de la Universidad de Cuenca. El 93 contrajo matrimonio con Amelia Vega Larrea y ocupó la secretaría de la municipalidad. Entonces tuvo la oportunidad de consultar el archivo del Cabildo y escribió “Décadas de la Municipalidad de Cuenca, 1751 – 1761” en 48 págs., que salió el 94, primero de sus ensayos históricos. Este último año concurrió al Congreso como Diputado por el Cañar y brilló por su estilo de fácil improvisación y elocuente palabra.

A finales de junio del 96 cayó preso en el Cuartel de Cuenca por orden del General Manuel Antonio Franco pero solo estuvo unos cuantos días detenido. Entre el 7 y el 9 ejerció el decanato de la Facultad de Jurisprudencia y fue promovido a Vice Rector, luego se encargó del rectorado por ausencia del titular Dr. Honorato Vásquez, que se había trasladado a España en 1900 en cumplimiento de su misión diplomática. De esa época es un escrito polémico titulado “Por mi honra” en 2 págs. En 1898 había fallecido su madre en Cuenca.

En 1908 se opuso al proyecto de supresión de la Universidad azuaya, luchó por la autonomía y por obtener recursos para la investigación. El 9 logró la publicación de la segunda serie de la Revista Científica y Literaria. El 10 sacó en ella sus “Nociones de Derecho Internacional Privado”. A causa de la penuria fiscal le adeudaban catorce meses de sueldos, tuvo que vender su hato en Shardan y se despidió con una composición chusca. Fragmento: // Adiós hato de Shardán / adiós vacas y terneros / adiós indios pendencieros / me voy por falta de pan..” //

En esto de composiciones chusca era muy activo pues vivía inventando versos que le salían con gran facilidad. En un fotuguito (barquito) Fragmento.- // En un fotuguito / se fue una pareja / él era un muchacho / y ella era una vieja // En medio camino, / se paró el motor / y la vieja estaba / bañada en sudor // Cua cua cantaba la rana / cua cua debajo del agua. //

En enero del 10 volvió a publicar en el periódico La Unión Literaria sus “Décadas de la Municipalidad de Cuenca desde su fundación”, edición corregida y aumentada de su trabajo original.

Para la movilización nacional decretada contra el Perú pronunció un discurso en la Jura de la bandera del batallón Universitario No. 31. Entre el 11 y el 12 fue Director de Estudios del Azuay. El 14 ejerció la diputación y estuvo entre los miembros fundadores del “Centro de Estudios Históricos y Geográficos del Azuay”. Entre el 14 y el 16 sacó unas cortas “Narraciones Históricas” en “La Unión Literaria”. El 17 Juez de Letras y fue nombrado Miembro correspondiente de la recién creada Academia Nacional de Historia del Ecuador. Al año siguiente fue designado Ministro Juez de la Corte Superior y el 19 ocupó esa Presidencia.

En 1920 pronunció un discurso con motivo de las fiestas centenarias del Azuay y comenzó a escribir un libro sobre la Independencia del Ecuador que tituló finalmente “Cuenca en Pichincha” y editó en 1922 en 511 págs. con dos secciones. En la primera constan los antecedentes y una reseña histórica sobre los movimientos separatistas del Ecuador, Colombia y Venezuela hasta el 9 de Octubre del 20 que ocurrió la revolución de Guayaquil. La segunda abarca los acontecimientos ocurridos en la presidencia de Quito desde 1813 hasta el 20. La obra está fundamentada en documentación inédita hoy desaparecida de los archivos cuencanos. La bibliografía consultada para la primera sección es abundante. Las Memorias de O’ Leary, la Campaña Libertadora de Destruge, publicaciones oficiales del período grancolombiano y documentos notariales cuencanos. Para la segunda los Recuerdos Históricos de López, el Resumen de Pedro Fermín Ceballos y la documentación municipal de Cuenca.

Cuenca en Pichincha está considerada una de las obras cumbres del Centenario de la Independencia, compartiendo honores con la Historia de Destruge. Borrero se esforzó en legar a la posteridad un cabal conocimiento de las guerras libradas por la libertad. El 24 dio a la luz pública la continuación de la epopeya en suelo peruano titulada “Ayacucho” en 573 págs. en honor a la célebre batalla que terminó con la dominación española.

Su muerte ocurrió a resultados de un fulminante ataque cerebral que le sobrevino apenas se había levantado de la cama el 5 de julio de 1926. En esos tiempos no se trataba con medicamentos la presión arterial elevada y es sabido que las madrugadas el organismo lanza cortisona al cerebro para despertar al sujeto, lo cual incide directamente en la elevación arterial. Nunca fue político, más bien fue un sujeto de pensamiento como profesor a nivel universitario y escritor de temas históricos.

Se cuenta que el día anterior le había preguntado a un atahuero que vivía al frente de su casa y llamaba Francisco Llivipuma ¿Para quién es este precioso cofre? I este le respondió con sorna ¡Puede ser para usted mi querido doctorcito! Broma más que pesada que sin embargo Borrero no consideró tal.

Por entonces vivía en casa propia en la calle Gran Colombia, de casi una manzana de extensión, heredada por su esposa Amelia Vega Larrea, a quien había conocido donde la tía de ella Elvira Vega García, casada con Remigio Crespo Toral.

Como historiador recibió varias distinciones. Disfrutó de una gran memoria, mucha gracia e ingenio. Jugaba al trecillo y a las charadas. Espíritu alegre, pronto para la réplica, de palabra festiva y cautivadora. Alto y delgado, su aspecto distinguido, usaba grandes mostachos y por su elegancia en el vestir se deduce que era pulcrísimo, pues pasaba por uno de los más apuestos caballeros de su tiempo. Dejó la hacienda ganadera Guyanshapa cerca de la población de Quingeo, en la región de Gualaceo.

Su amigo y cuñado Remigio Crespo Toral, con quien solía reunirse toda las tardes para conversar junto a Alcibiades Vega Garrido, Guillermo Talbot y otros cuencanos más, dijo: // Era el hombre necesario que nos daba la sal y la miel, la flor y la savia, la sombra y el sol. Y este alegre camarada fundió en una pieza la gracia y el encanto de las horas … Tan sano y tan leal, noble por el ingenio, modesto en la virtud, modesto en el honor… //

Después de su muerte apareció su Reivindicación histórica del Mariscal José de Lamar y Cortázar en 60 págs. y sus principales obras han seguido apareciendo, tal el caso de Ayacucho en 1955 en la imprenta del Ejército nacional, la Reivindicación histórica de Lamar en 1958. Las Décadas en la Editorial Municipal de Cuenca el 67, Nociones de Derecho Internacional Privado en la Revista Científica y Literaria del Azuay, Cuenca en Pichincha el 72.