Bello Francisco

En 1651 el cabildo de Guayaquil decidía ceder una de las bodegas del hospital a francisco Bello, para abrir una escuela; en 1655 se reitera la concesión anterior o se le da otra nueva tienda. En la sesión del 5 de enero de 1657 pidió Bello otra tienda, por el mismo canon que otros ofreciesen, para abrir una peluquería. El favor se refería, digámoslo en otros términos, a regalarle el derecho de llave o el impuesto respectivo, que en cuando al local, tenía que pagarlo. El cabildo acepto la oferta pero como Bello era maestro de escuela, le exigió a cambio que enseñase sin cobrar pensión alguna a los niños huérfanos y a los pobres de solemnidad. Y así el hospital resulto el instrumento para continuarse con esa indispensable labor cultural.