Azua Carrión Ramón Virgilio

Este siempre recordado caballero tuvo su natividad en la ciudad de Montecristi, el 31 de agosto de 1879, siendo sus progenitores, el señor don Juan Azua de Manchaca natural de Bilbao, provincia de Vizcaya, España y doña Mercedes Carrión Toral, natural de Guayaquil. A la edad de 18 años se inicio en la vida comercial e industrial, en el gran almacén que su señor padre tenía en Montecristi y en la hacienda que poseía en manantiales que antes fuera de don Florencio Bello López. Al fallecer su progenitor, se hizo cargo del activo y pasivo del comercio en unión de su señor hermano don Juan Azua Carrión. Posteriormente se dedicó al negocio de sombreros de paja toquilla en forma personal, con la firma guayaquileña de sucesores de Norberto Osa y Cía., ahora Max Millar, y después con la poderosa firma Londinense de Cartery Cia., adonde remitía grandes cantidades de sombreros de la clave denominada CAYO Y MONTECRIST; igualmente se dedico a la exportación de tagua, café y otros productos del agro manabita, todo lo que se despachaba por la agencia que estaba a cargo del señor Ramón Miranda Barrezueta en esta ciudad de Manta. Por muchos años fue gerente de comercial Bank of Spanish América Ltd., y cuando el Banco suspendió su negocio en esta ciudad, don Virgilio abrió su casa privada, bajo el nombre de “Ramón V. Azua”. Continuando los mismo negocios que había iniciado desde su traslado en 1911, de Montecristi a manta.
Fue iniciador y fundador de CIMA, dedicada a la provisión luz y fuerza eléctricas, teniendo como socio fundador al Ing. Italiano G. Lignarolo, de modo que aquí se tienen estos servicios gracias a ese gran visionario que fue el señor Azua. Además, estableció la primera desmotadora de lana de ceibo y la primera fábrica de hielo, fideos y galletas en manta, que estuvo a cargo del señor Elías Olivera y que ahora es la gran fabrica LA Sirena. Por último, formo la casa comercial Azua s.a. con un capital de 500mil sucres, que ahora ha subido un millón y para ensanchar mas el negocio, en unión de sus hijos, estableció en Guayaquil la COMPAÑÍA COMERCIAL INDUSTRIAL AZUA S.A., con desmotadora de algodón y lana a la vez que exporta café y otros productos desde la ciudad nombrada. Realizo muchos viajes comerciales a los Estados Unidos de Norte América y a Europa y en procura de traer a Manta todos los adelantos que le fue posible.
En el aspecto social y ciudadano, siendo don Virgilio de nacimiento como queda dicho antes y viendo la necesidad imperiosa de la cantonización de Manta para vida civil y comercial, guarda una actitud pasiva durante campaña de cantonización pero una vez que manta alcanzo jerarquía actual fue un luchador por su progreso, en todas sus actividades con mano generosa la fructífera semilla del bien. Ayudado a todo aquel que tocaba sus puertas y puede decirse exageración, que no existe esta ciudad y Tarqui, intención alguna que no haya recibido con largueza con el grande desprendimiento a la oportuna y eficaz del señor Azua que rindió su tributo.
La madre tierra, 18 de enero 1961.
Badillo Juan Emilio 
Juan Emilio Badillo, el Presbítero de honor, quien hizo riquezas en el alto cargo que desempeño, fue cura párroco de San Roque, con el se indican las obras para el nuevo templo. Fue párroco de San Miguel de Salcedo, sirvió a sus parroquianos con amor, cuando iban a su convento los novios para su contrato matrimonial, apenas cobraba para la cera de Santísimo, en la capilla mayor por muchos años predico todas las noches en el altar de la virgen de Quinche. Al morir, todo lo que había tenido fueron 2.000 sucres que los dejo a su paje, que fue su único compañero, y cuando murió recibió sepulturas también en el cementerio de el Tejar.