ANDRADE LOPEZ CAMILO O.

POLITICO. Nació en Jipijapa, provincia de Manabí el 20 de Noviembre de 1870 población en la cual se había establecido su padre. Hijo legítimo del Dr. Camilo Andrade – Subía Miranda, abogado ibarreño que muy joven radicó en la costa. En 1882 se sumó al grupo liberal de los Regeneradores y el General Eloy Alfaro lo designó Ministro interino de Hacienda para las provincias ocupadas de Esmeraldas y Manabí por ausencia del titular Federico Proaño. Al triunfar la revolución de 1895 fue Jefe Político y presidente de la Municipalidad de Jipijapa y con la revolución alfarista de 1906 ocupó la Jefatura Civil y Militar de Manabí y de Teresa López Saltos, natural de Jipijapa.

En el bautizo recibió los nombres de Camilo Octavio y fue el mayor de dos hermanos, realizó los estudios primarios en su ciudad natal y en 1882 pasó al San Vicente del Guayas. Ese año la Municipalidad de Jipijapa le concedió una Medalla de Oro por su aplicación al hacerse acreedor al Primer Premio entre los alumnos de ese Colegio.

En 1888 se graduó de Bachiller y pasó a la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil. Desde el 19 de mayo de 1891 figuró como redactor de “El Tiempo” y popularizó su pseudónimo “Olimac” (su nombre al revés) Se doctoró el 26 de enero de 1895. Entonces fue electo Secretario de la Corte Superior de Justicia de Guayaquil. Era un joven alto – media 1,70 mts. – blanco, usualmente su rostro le mostraba serio aunque a veces gastaba bromas que le hacían caer simpático en todos los ambientes. Por su buen humor natural gozaba de popularidad entre los jóvenes y el agrado que sentía por la vida social le llevó al Club de La Unión.

El 5 de junio estuvo entre los firmantes del Acta de Pronunciamiento liberal, el día 19 asistió al recibimiento de Alfaro quien lo tomó entre sus secretarios y con tal calidad ocupó las subsecretarías del Ministerio del Interior y de Instrucción Pública cuando el caudillo subió a combatir a la sierra. En agosto fue designado secretario del Concejo Cantonal, a las pocas semanas ascendió a Consejero Cantonal. El 96 fue Diputado por Manabí a la Asamblea Nacional Constituyente que dictó la Carta fundamental con los principios del laicismo. Al finalizar las sesiones ocupó por corto tiempo la Gobernación de la Provincia de León (Cotopaxi)

En 1897 recibió el grado de Teniente Coronel que aceptó en premio a sus escasos aunque importantes servicios militares, aunque jamás volvió a usar, pues era hombre que amaba el derecho.

En 1898 fue Ministro del Tribunal de Cuentas y formaba parte de las redacciones de “El Tiempo” y “El Grito del Pueblo” de Guayaquil donde escribía.

En 1900 ocupó por varias semanas la presidencia del Concejo Cantonal de Guayaquil, luego pasó a la Dirección de la Biblioteca Municipal en reemplazo de César D. Villavicencio y tuvo un hijo natural que no llevó su apellido. En 1904 actuó en Madrid como secretario de la Misión Especial ecuatoriana a los festejos por la coronación del Rey de España Alfonso XIII con la Princesa Victoria Eugenia de Batenberg de la casa real de Gran Bretaña que presidió Víctor Manuel Rendón Pérez.

De regreso tuvo un hijo natural que no llevaría su apellido y cuando la madre casó fue prohijado por el esposo de ella. y entre 1905 y el 11 fue Ministro Juez de la Corte Superior de Justicia de Guayaquil y presidió de tan alto tribunal. El 6 fue Miembro honorario de la Sociedad Italiana de Beneficencia.

El 30 de enero del 7 contrajo matrimonio con Ana Rosa Pino Roca, fueron felices y tuvieron hijos. Ese año adquirió un inmueble de madera de un piso alto ubicado en Eloy Alfaro y Maldonado, cerca de la casa de sus suegros. Posteriormente le acompañó su padre, recordado por su nieto Camilo Andrade Pino como un anciano entretenido, alto, delgado, blanco, bromista y que falleció el 2 de mayo de 1921. En los años treinta también les acompañó su hermano Enrique Andrade López, que había sido Cónsul en Hamburgo y Glasgow y era soltero. En la década de los años treinta la casa terminó por ser vendida a Descalzi y el Dr. Carlos Guevara Moreno fundó allí en 1947 la Concentración de Fuerzas Populares C.F.P

Desde el asesinato de Alfaro en 1912 había entrado en una forzosa inactividad política que le duró doce años durante los mandatos de Plaza, Baquerizo Moreno y Tamayo.

Entre 1917 y el 24 fue profesor de Historia del Derecho Universal y Derecho Ecuatoriano, así como de Derecho Romano en la facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil, en reemplazo del Dr. Alfonso B. Larrea Alba y tuvo que escribir un opúsculo sobre Derecho Ecuatoriano pues no existía texto alguno. En 1920 fue síndico de “The Chinesse Nationalist League”.

Entre 1921 y el 23 ejerció el decanato en Jurisprudencia. Entre el 23 y 24 fue Vicerrector de la Universidad y se encargó dos veces en forma interina del rectorado.

En 1924 volvió a la política, trabajó activamente en la campaña electoral y fue designado Ministro de Instrucción Pública por el Presidente electo Gonzalo S. Córdova, también ocupó interinamente el ministerio de Relaciones Exteriores en ausencia del titular José Rafael Bustamante.

El 9 de Julio de 1925 cayó el régimen por la revolución Juliana que todo lo cambió. Entonces figuró nuevamente en la Junta Provincial del Partido Liberal Radical del Guayas en oposición al movimiento triunfante. En 1928, en la presidencia de Ayora, volvió a la Corte Superior de Justicia. El 29 pasó de Ministro Juez a la Suprema en Quito y allí permaneció hasta 1934, año en que la presidió, renunciando a la subida la presidencia de Velasco Ibarra.

En 1936 se desempeñó como Primer Secretario de la Legación en España. El 38 su amigo el Presidente interino Manuel María Borrero le designó Ministro de Defensa. El 39 pasó nuevamente a la Corte Suprema y presidió por segunda ocasión dicho organismo. Con tal calidad le tocó presidir el Consejo de Estado durante el corto mandato constitucional de Aurelio Mosquera Narváez quien se suicidó.

De regreso a Guayaquil instaló su estudio profesional con el Dr. Eduardo Sálmon en Pichincha y Luque, casa de Francisco Arízaga Luque. Era un conocido abogado civilista especializado en sucesiones. En las vacaciones viajaba a Lima o a una pequeña finca llamada La Esmeralda, obsequiada por un cliente agradecido tras una exitosa defensa judicial. Formaba parte de la Sociedad Ecuatoriana de Derecho Internacional y era Miembro de Honor de la Sociedad Académica Internacional de Paris desde que en 1925 había ocupado la Cancillería.

En 1953, bastante anciano, aceptó una invitación de su hijo Camilo para visitarle en New York, donde ocupaba funciones consulares.

Viudo muchos años, seguía trabajando. Su hija Teresa le llevaba largas temporadas a Quito, estaba casada con Cristóbal Bonifaz Jijón, con hijos.

De vuelta de uno de esos viajes falleció en Guayaquil sin enfermedad aparente ni senectud. Fue una personalidad política y social, periodista de combate que sin embargo no escribió libro alguno.