Albano Hno.

El primer visitador Hno. Albano a quien adornaban grandes cualidades de espíritu, dinamismo a toda prueba y reconocida experiencia en la ascesis Lasallana. En su hoja de servicios dentro de la comunidad, encontramos lo siguiente: años de magisterio en la escuela Normal de Ruán, dirección del Noviciado de Paris y de la comunidad de Mer, donde enrumba su celo misionero a la República del Ecuador, cuando contaba con cuarenta y seis años.

Después de un viaje lleno de peripecias, hasta Quito, había le tocado juntamente con tres compañeros, enfrentar momentos de amargura y algún mal entendido con García Moreno, fatigo en aquel entonces por serios embates de sus adversarios.

La Historia de los hermanos de las Escuelas Cristianas en el Ecuador, presenta la energía actitud del Lasallano lorenés en la visita que el primer Magistrado realizara a El Beaterio  el 10 Abril de 1863.

Antes los requerimientos del religioso, la propuesta de García Moreno, es siempre: “No! … en un entrecruce de palabras, el presidente exclama:”  Hermano Ud. Me falta de respeto, Ud. Me insulta!…

A lo que el hermano responde con voz firme “Lo siento mucho señor, pero Ud. Me hirió primero con sus palabras y múltiples negativas”

¿Terminaría la visita en enojoso desenlace? Por poco, pues el Presidente añade: “Estos Hermanos están demasiado bien”.- Señor presidente, le dice el Hermano visitados con visible emoción; a petición suya, estamos hoy a más de tres mil leguas de nuestra Patria. En el Ecuador fuera de vos no tenemos a quien dirigirnos teníamos en vos puesta toda nuestra confianza; pero con la escena de ahora siento desfallecer todo mi ánimo…

¿Qué otra cosa poder hacer mañana sino armar viaje y regresarnos a Francia? García Moreno escucha, fijando su mirada de águila en el singular interlocutor y esta es su amble respuesta: “Hermano, le suplico …olvidemos todo lo pasado”.       

“Está bien Excelencia, no deseo otra”, responde el Hno. Albano.
El tesoro que acompaña al primer Magistrado, recibe entonces orden de atender; cuantas peticiones le hicieran los Hermanos. A raíz de este incidente, García Moreno se trueca en decidido amigo y bienhechor de la obra Lasallana.

Está a la vita la entereza del Hno. Visitador, quien anhela realizar una acción firme y duradera en el campo de la educación de la niñez ecuatoriana. Sin embargo, no siempre la orden Presidencial fue atacada con docilidad de parte de los administradores de las rentas públicas. Ya si otro día, el superior de los hermanos y establezca también un noviciado….Me decís que no podéis hacer más…está bien viviremos en esta pobreza, hasta que Dios no llame uno después de otro y el último cerrar a la puerta. Antes de diez años no quedar a un hermano en el Ecuador y se contará que su fundación fue una locura.

¡Designios de Dios! El primer llamado a la eternidad, es el mismo Hermano Albano. De Cuenca había traído el virus de la fiebre tifoidea, que a poco le retiene en la cama…Nada ni nadie pudo atacar el mal furtivo, ni prolongar aquella vida preciosa sin embargo, quiere aún el Hermano servir a la niñez de su segunda patria, como se demuestra en el extensísimo informe que dicta para el  Ministro de Instrucción Pública, en donde habla incluso para siempre el 11 de Marzo de 1868, antevíspera de cumplir un lustro de su llegada a Quito.
Las grandes dificultades de los inicios, doblegaron el ánimo de tres profesores que llevados de la nostalgia regresaron a Europa. Esto produjo una crisis de graves consecuencias; a pesar de lo cual, el Hermano Albano, con ánimo decidido y a costa de muchos sacrificios, supo llevar la obra adelante. Ocupaba al mismo tiempo el cargo de visitador Director del plantel y maestro del incipiente Noviciado. Después de su muerte acaecida el 11 de Marzo de 1868, queda encargado de dirección el Hermano YON JOSÉ.