WHYMPER, Edward


Edward Whymper, Travels amongst the great Andes of the Equator (London 1892).- Las muestras geognósticas colectadas por Mr. Whymper fueron determinadas y descritas por el profesor T.G BONNEY (en una serie de artículos, en Proceedings of the Royal Soc. 1884) El primero y hasta ahora el único, que subió el Cotacachi, es el señor Whimper, que alcanzó la cúspide más alta el 24 de abril de 1880.
A las cúspides del Atacazo, Italo, Pasochoa y Rumiñahui se puede subir con facilidad, no así a las del Corazón y del Ihniza; en aquel llegó Mr. Whymper hasta la cima
(en febrero de 1880), en este no la alcanzó, y tuvo que desistir de su empresa en la altura de 5200 metros.
Si pasamos a los volcanes que tienen al lado oriental la gran hoya de Quito, encontramos primero el majestuoso Cayambe, que conserva ya desde muchos siglos su tranquilidad interior debajo de su planeada cúpula y hasta la forma del cráter está borrada (pág. 89). En la cumbre se distinguen tres picos redondeados y alineados en dirección N.S; el más alto tiene 5840 metros y fue trepado por Whymper en abril de 1880.
La cúspide del _ visitó Mr.Whymper en junio de 1880, a la cumbre del Chimborazo de que hablé en otra ocasión, subió dos veces, en enero y en junio de 1880.
Al sur del Cayambe, y pasando el cerro de Pambamarca, principia con el Guamaní el interesante grupo del Antisana (pág.88). El Antisana tiene una actividad histórica, y no podemos considerarlo como apagado del todo aunque actualmente apenas se manifiesta una débil acción en la caldera misma. Las erupciones de lava modernas se verificaron al pie y en los alrededores del cerro. En 1871 el doctor Stubel llegó hasta el último peñasco negro, que sale de la nieve, muy cerca de la cúspide del cerro. Pero 10 años antes el señor M.Jiménez de la Espada, miembro de una comisión científica española había trepado hasta la cima, según el testimonio del _
. (mayordomo indio) del hato de Antisana, quien de abajo observa la ascensión y le vio sentado arriba “como un gallinazo”. El señor Whymper logró subir hasta la cúspide en marzo de 1880 (l.c, pág. 190). Pero es singular, que este viajero no pudo reconocer la caldera de este volcán, que es muy espaciosa, y en que se puede entrar del lado Este. Humboldt cita (refiriéndose a la Condamine) erupciones del Antisana en los años de 1590 y al principio del siglo pasado, “probablemente 1728”; además afirma, que en 1801 se veía durante muchos días levantarse una negra columna de humo, desde una acumulación de pedrones negros, que se hallaba debajo de la cúspide septentrional de cerro.