En 1586 ejercía en Quito un licenciado Vélez al cual contrató el cabildo eclesiástico por 100 pesos anuales de plata corriente, más casa, para atender a los prebendados de la catedral “y sus casas.”
En 1586 ejercía en Quito un licenciado Vélez al cual contrató el cabildo eclesiástico por 100 pesos anuales de plata corriente, más casa, para atender a los prebendados de la catedral “y sus casas.”