Vallejo Mendoza Jose Maria

Buenaventura Vallejo fue un adolescente de 17 años, hijo del Cnel. José María Vallejo, también prisionero, persona muy distinguida, a quien el Presidente Robles había nombrado Ministro de Guerra y Marina, cargo que no fue aceptado por Vallejo. Estaba herido y era cojo, razón por la que no había marchado a pelear en tierra, en unión de Urbina: la cojera le provenía de una herida, recibida en un combate del 6 de Marzo, contra Flores. El fue sacado del buque para ser fusilado. Al oír su sentencia, dijo al vencedor:”¡Fusílame! Yo no te pido la vida yo te habría fusilado, si hubieras caído en mis manos….. Pero aquí viene un hijo mío, muchacho Ingeniero y útil a la Patria: anda conmigo, por ayudarme en mi cojera: ruego le pongas en libertad. Que vaya a acompañar a su madre, ya anciana!”. “Saque al hijo de Vallejo!”, ordenó García Moreno, “Fusílenlo!”, volvió a ordenar, fuera de sí del deleite de que se le tuviera por el más sanguinario de los hombres. Y fusilaron al hijo, en presencia del padre.
Guayas arriba siguieron después de esta escena, y al cabo de pocas horas volvieron a desembarcar en Punta de Piedra: allí fusiló a trece: he aquí los nombres de nueve; El Cnel. José M. Vallejo, Darío Viteri, Domingo A. Lamota, Lorenzo Valanzátegui, Rafael Vaca, Eusebio Romero, Carlos M. Franco, Juan Mariscal, Juan Mena. Los cuatro restantes fueron labriegos, cuyos nombres se ignoran. Dio tiempo para que destrozaran las entrañas de Vallejo, con el recuerdo del sacrificio de su hijo.