Juan de Dios Uribe fue recio varón de su tiempo, arriscado en la defensa decio E principios de la libertad. Le tocó una etapa en la cual se imponia el s1lenci a los escritores liberales: la Regeneración Conservadora de Núñez y de Caro 1os exiliaban, les expropiaban sus imprentas, los convertían en peregrinos por Indoa- mérica. “El Indio”, sufriő todo ese género de persecuciones “La Siesta”, su tri- buna intelectual y política, fue suspendida por el góbierno, el 5 de Agosto de 1.886, Funda “E1 Correo Liberal” y alcanza a 1legar hasta ei núemro 8 el 4d ill arzo de 1.888, por disposición gubernamental, es clausurado y el escritor IEZIX expatriado. Viaja por Estados Unidos, Costa Rica y Venezuela. Retorna en 1.893 y don Fidel Cano, el1 27 de Octubre de 1.892, escribe uh saludo y termina diciendo AS que “ponemos a sus órdenes las columnas de “El Espectador”, aunque las miseras jaulas en que el artículo K ha encerrado a los periodistas colombianos, no son para ofreeerlas a qui en gusta volar libremente”. Esas mismas virtudes, al que- rer Medellín rendir un homenaje al poeta Epifanio Mejía, confinado en una casa de reposo, con el objeto de recoger unos dineros para aliviar sus críticas condicio- nes, señalan al Indio Uribe para el discurso. Pronuncia una oración de crítica literaria, con unas leves de teatro, el 5 de agós to de 1.893, es aprisionado y condenado a San Andrés y Providenci a. Escapa y dirige un telegrama 1leno de ira al Presidente de Colombia. Dice así y está fechado en agosto de 1.893 “Rafael Núñez Cartagena: Si la saldva de un caballero cabe en la cara de un bellaco, salvando la distancia, os la envío”. El Indio Uribe va entretejiendo una larga amistad con don Eloy Alfaro. Esta, favorece su refugio en el Ecuador. Escribe en “La Fragua” (1.895); en “Somatén”, publica la biografía de Leonidas Plaza Gu- tiérrez (1.896) y, finalmente, hace una recopilación de lojcescritos de más permanen te actualidad y de importancia política históricamente aprovechables, escri- tos de más permanente actualidad y de importancia politica históricamente aprove- chables, escritos en “E1 Pichincha”. Reúne a tres gigantes: Montalvo, Eloy Alfaro, Vargas Vila. En el prólogo que 1leva fecha 5 de octubre de 1.896 hace apuntanien- tos que es inidspensable relèer para entender el clima de ardentia mental de su timpo.Publica un libro, en 1.898 que 1leva por título “Lecturas de Juan Montalvo, arregladas por Juan de Dios Uribe”. En una reedición se advierte que el libro “sirvió para educar a la nueva generación que surgia a la vida intelectual al mis- mo tiempo que la transformación política liberal de Alfaro que se inició en el Ecuador el 5 de Junio de 1.895”. (G6).