Urbina Cervellón.

En 1824 recibieron la investidura como los únicos graduados de la Universidad Pública Gran colombiana los doctores Cervellón Urbina y Jorge Moreno de la Sala. E1 Doctor Urbina fue un médico militar colombiano, venido con las tropas del norte que pelearon el Pichincha. Quiso quedarse en quito y ejercer por lo que se incorporó en la Universidad pública. Inmediata mente después de graduado recibió el encargo del Cabildo de Quito de que venga trayendo desde Guayaquil la vacuna que se necesitaba, por haberse nuevamente extinguido la actividad de la que se conservaba y haber epidemia de viruela. El comisionado trajo desde Guayaquil niños vacunados y durante el trayecto vino haciendo inoculaciones brazo a brazo, acompañado del práctico Joaquín Ballesteros, haciendo él mismo los gastos de viaje, por lo que el Cabildo le manifestó su reconocimiento y le hizo cancelar 250 pesos por los gastos hechos. En 1831, el Cirujano Militar Coronel Cervellón Urbina está con las tropas de Flores y con el Coronel Dávalos cumple una misión parlamentaria de paz ante Urdaneta.

El 20 de Noviembre de 1.822 Bolívar ordena que el Teniente Coronel y Cirujano Mayor Cervellón Urbina para incorporarse a la División que obra en Pasto. Era medio metaloide y dicen que aventajado; eso si, de gran porte social, porque cuidaba las finas maneras sociales muy en boga en esas épocas. Fue casado con la viuda del famoso don Martín de Chiriboga y último Corregidor Realista del Chimborazo, la señora doña Borja y Tinajero y fue padre de Don Mariano Urbina y Borja, albacea testamentario de la sucesión de su abuela materna, quien falleció soltero y sin sucesión.–

Uno de los dos únicos graduados en la Universidad Pública Grancolombiana, recibió la investidura en 1.824. Fue médico militar colombiano, venido con las tropas del norte que pelearon en Pichincha. Quiso quedarse en Quito y ejercer, por lo que se incorporó en la Universidad Pública. Después de graduado recibe el encargo de Cabildo de Quito de que venga trayendo de Guayaquil la vacuna que se necesitaba, por haberse nuevamente extinguido la actividad de la que se conservaba y haber epidemia de viruela.