Aprovechando que el hospital se encontraba cerrada por disposición del Conde de la Cueva, se resolvió pedir 600 pesos al depositario de sus rentas, capitán Francisco de Troya, para reparar las cureñas.
Aprovechando que el hospital se encontraba cerrada por disposición del Conde de la Cueva, se resolvió pedir 600 pesos al depositario de sus rentas, capitán Francisco de Troya, para reparar las cureñas.