TOBAR BORGOÑO CARLOS MANUEL

INTERNACIONALISTA.- Nació en Quito en 1883 en la casa de su abuelo paterno situada en la Benalcázar y Espejo, frente al Colegio San Luis Gonzaga. Hijo legítimo del Dr. Carlos R. Tobar Guarderas, cuya biografía puede consultarse en este diccionario y de María Eva Borgoño Fernández, natural de Chile.
El mayor de una familia compuesta de un hombre y dos mujeres llamadas María Mercedes y María Isabel, desde pequeño fue muy unido a su padre y se convirtió en su constante compañero de viajes y trabajos; al punto que, años después, hasta sería su secretario en múltiples ocasiones.
Cursó la primaria en la escuela San Luis Gonzaga de los Hermanos Cristianos bajo la dirección del Hermano Miguel. Luego pasó al Colegio que mantenían los lasallanos en el Cebollar donde leyó mucho, se interesó por la Historia, especialmente por el género tradicionista y formó parte de una Academia literaria.
Graduado de Bachiller en 1901, siguió la carrera de abogado en la Universidad Central. En 1902 figuró entre los fundadores de la Sociedad Jurídico Literaria, colaborando en su revista con un artículo sobre “La Tradición y los Tradicionistas”, breve examen histérico-crítico, en 6 páginas.
En 1903 partió con sus padres y hermanas a la Argentina, pero al arribar a Santiago de Chile se dejó convencer por sus parientes maternos para culminar los estudios de Derecho en esa Universidad. El 04 ayudó a su padre, Ministro Plenipotenciario en Brasil, en las discusiones del Tratado Tobar – Río Branco. El 5 volvió a Santiago, dedicó su tradición “La Casa del Aparecido” a su profesor Ladislao Errázuriz Lezcano y escribió otra tradición más titulada “Por si dijo Evilla o hebilla, Navajazos de consecuencia”, publicadas en la Revista de la Sociedad Jurídica Literaria en 1905, en 14 y 6 páginas respectivamente, luciendo un estilo ameno a lo Ricardo Palma, con la gracia y picardía propia de ese género, para el que estaba tan bien dotado.
En 1906 obtuvo el grado de Doctor en Derecho. Su Tesis en 827 páginas versó en francés sobre “Du conflict International au sujet des competences pénale et des causes concomitantes du delit qui les influencent” que editó en Bruselas en 1910 y trata sobre Derecho Penal Internacional, rama del Derecho novísima, creada en 1880 por el tratadista italiano Pascual Fiore, pasó a la U. de Friburgo de Brisgovia y como era de una inteligencia notabilísima siguió las carreras de Ciencias y de Ingeniería, que concluyó el 12 de Diciembre de 1909, egresando con el título de ingeniero Federal Suizo.
Su tesis en Ciencias versó sobre el eucaliptus, madera de construcción en el Ecuador, monografía que recién pudo publicar en 1919, en el número seis de la revista de la Sociedad Nacional de Agricultura.
En 1910 regresó, convalidó sus títulos y fue Cónsul ad – hoc del Paraguay en Quito. Enseguida pasó a ayudar a su padre en las labores propias de la Cancillería. “Las principales notas, las de más sustancia y doctrina, fueron obras enteramente suyas”.
En 1911 editó “L Asile interne devant le droit international” en 336 páginas proporcionando datos precisos sobre el asilo interno. Por entonces contrajo matrimonio con Rosario Zaldumbide Freile. La tarde del 6 de Marzo de 1912, al regresar del sepelio del asesinado General Julio Andrade, con sus amigos José Rafael Bustamante y Luis Robalino Dávila decidió fundar el diario “El Día” para imprimir nuevos rumbos de ideal y de nobleza en la discordia y el desorden nacional. “El Día” dejó de aparecer a los pocos meses por dificultades económicas.
Ese año publicó en los “Anales de la Universidad Central” un estudio sobre la convención de la separación de cuerpos en divorcio, siendo el primer tratadista ecuatoriano en estudiar dicho problema y con el profesor Aismaro Muller confeccionó un proyecto de Ley de Aguas. Luego redactó un informe sobre las graves deficiencias de la instrucción pública en el Ecuador y comenzó a trabajar por su reforma (1) y habiéndose ausentado sus padres y hermanas a España a causa de las injusticias de la política, se dedicó por entero al estudio de la situación del obrero ecuatoriano, sustentando en la Jurídica Literaria una conferencia sobre su protección legal, que se publicó en la Revista de dicha Sociedad en 33 páginas ocasionando los más encontrados criterios. Por ello está considerado uno de los primeros sociólogos del país.
Ya para entonces era considerado una mentalidad nada común en nuestro medio, pues a pesar de sus cortos años y de haber residido tanto en el exterior, se preocupaba por resolver los diferentes y complejos problemas de la Patria.
Distinguíase igualmente por su gran capacidad de trabajo invariablemente se levantaba a las cuatro de la mañana, estudiaba y escribía hasta las ocho que comenzaba sus diarias tareas, que finalizaban casi siempre en la noche.
En 1914 apareció en los Anales de la Universidad Central su proyecto sobre la Codificación del Derecho Internacional Americano en 60 páginas y el 15 otro proyecto suyo, de Codificación del Derecho Internacional Privado, en 35 páginas.
Ese año emprendió un trabajo arduo y de gran aliento, solicitó a Jacinto Jijón y Caamaño el arriendo de un latifundio, cuerpo cierto que se componía de cuatro haciendas llamadas: “Hospital” en Urcuquí, “Gualaví” en Ibarra, y “Punan” y “Pitula” en Cotacachi y lo trabajó duramente, visitándolo cada fin de semana por obligación desde el viernes de tarde y sólo regresaba a Quito el domingo a esas mismas horas, realizando el viaje a caballo; mejoró los sembríos, les puso ganado e hizo producir.
El 16 publicó en la revista de la Jurídico Literaria un artículo sobre los prejuicios y errores con respecto al Indio en el Ecuador en 4 páginas y aceptó el Ministerio de Relaciones Exteriores que le ofreció su amigo personal el recién electo Presidente Dr. Alfredo Baquerizo Moreno, desempeñándolo hasta 1919, que pasó a ocupar el rectorado de la Universidad Central.
En 1920 declinó la candidatura a la presidencia de la República por no tener la edad mínima legal de cuarenta años. Meses más tarde falleció su padre en Barcelona y se renovaron sus deseos de escribir una obra sobre la Doctrina Tobar; proyecto, que, sin embargo, nunca llegó a realizar. En su obra sobre el Asilo menciona tener un trabajo en castellano sobre “La llamada doctrina Tobar, su historia, su valor científico y su alcance práctico”.
El 21 adquirió a Jijón y Caamaño las cuatro haciendas de su propiedad que arrendaba desde hacía seis años. La compra se realizó en trescientos mil sucres, pagaderos parte de contado con un dinero proveniente de la venta de una hacienda en Pifo y parte a crédito, que canceló cumplidamente.
En 1922 sufrió una caída de caballo cuando salía de las haciendas, se golpeó fuertemente la cabeza, quedó un rato inconsciente pero volvió a montar, continuando viaje a Quito; sin embargo, a consecuencia de ello, le comenzaron unos fuertes dolores producidos por un acceso interno y como iban en aumento decidió viajar a París, donde se sometió a una arriesgada intervención quirúrgica y falleció en el post operatorio el 14 de Diciembre de 1923, de cuarenta años de edad.
Alto, medía 1,83 metros, delgado, frente espaciosa, rasgos regulares, cutis blanco, ojos grandes y negros. Usaba bigotes.
Su temprana muerte privó al país de uno de sus ciudadanos más progresistas; pues, a pesar de sus vinculaciones con la aristocracia terrateniente y conservadora, su ideario político era de izquierda avanzada, precticamente socialista. Fue un raro caso de pensamiento y acción.