SARMIENTO DE GAMBOA PEDRO

COSMOGRAFO.- Nació en Alcalá de Henares en 1530 y fueron sus padres Bartolomé Sarmiento natural de Pontevedra en Galicia y de Maria de Gamboa nacida en Bilbao. Sus padres le proporcionaron la oportunidad de obtener una excelente educación para su tiempo, de manera que dedicó sus primeros años al estudio de las matemáticas, la astronomía y el latín.
En 1550 entró al servicio del Rey imitando a sus deudos que siempre habían pertenecido a las milicias.
En 1555 pasó al Virreinato de Nueva España, México, con su pariente el franciscano fray Martín Sarmiento de Castro, quien terminaría de Obispo de Puebla – Tlaxcala, pero algunos problemas con la justicia le hicieron huir en 1557 a Guatemala y posteriormente al Perú pues siendo un hombre bastante culto, se hizo conocer como nigromante, es decir, como astrólogo que estudiaba el curso de los astros en el cielo y adivinaba el porvenir.
A principios de 1564 figuraba como criado del Virrey Diego López de Zúñiga y Velasco, Conde de Nieva, cuando fue detenido por orden del Arzobispo Jerónimo de Loayza y llevado a los calabozos de la Inquisición. Se lo acusó de hacer cierta tinta simpática, tener en su poder anillos mágicos de oro con letras y signos cabalísticos, realizar conjuros para ser bien quisto de las damas y por afirmar que cuando en la ciudad de Lima eran las doce del día en España ya era de noche, proposición que fue considerada una herejía. Para colmo de infortunio su protector el Virrey falleció asesinado en una calle a la medianoche del 10 de Febrero de ese año (1)
El 8 de Mayo de 1565 fue condenado a oír una misa en la iglesia mayor en cuerpo y con su caudela (cauda pequeña) en forma de penitente, a destierro perpetuo de las Indias y que hasta tanto guarde reclusión en un convento y ayune los miércoles y viernes de cada semana, sin libros ni cuadernos de mano ni de molde y que adjure de leví (esto último porque se creía que todo nigromante era judío o practicaba dicha religión) pero al poco tiempo el Arzobispo le conmutó la pena y hasta le dio licencia para alejarse al Cusco todo ese año.
Entonces, queriendo salir de Lima, presentó al Conde de Lemos, García de Castro, Virrey del Perú, una petición para descubrir las islas de la Mar del sur “por donde muchos habían procurado arrojarse y ninguno se había atrevido”.
Otros dos españoles también querían lo mismo: el mercader Pedro de Ahedo y Diego Maldonado el rico, pero el Virrey prefirió a su joven sobrino de veinte y dos años llamado Alvaro de Mendaña a quien designó General y eliminando a los capitalistas puso de su bolsillo el dinero. Sarmiento de Gamboa, por sus conocimientos astronómicos fue designado Capitán de la nao “Capitana”.
El 19 de Noviembre de 1567 partieron del Callao ciento cincuenta y siete hombres a bordo de dos navíos de mediano porte siendo Piloto Mayor Hernán Gallego y Maese de Campo Pedro Ortega Valencia. Varios oficiales y cuatro frailes franciscanos completaban la expedición, que tomó el rumbo dado por Gallego y arribó a las islas Salomón y de regreso siguió por las costas de California y volvió al Perú por la ruta de Centroamérica, tras dos años de navegación. Durante el trayecto se había enemistado con el joven Mendaña porque este le rompió violentamente las cartas y relaciones que había escrito y como al arribar a la población de Realejo en Nicaragua renovó sus intenciones de contar al Rey lo sucedido, Mendaña se hizo a la mar sin él, llevando incluso sus vestidos.
De todas maneras Sarmiento de Gamboa pudo llegar a Lima donde encontró al nuevo Virrey Francisco de Toledo ante quien se sinceró. En Noviembre de 1569 se presentó con Mendaña ante la Audiencia, quedando tan bien considerado, que el Virrey le solicitó su compañía para realizar la visita general en calidad de cosmógrafo y cuando arribaron al Cusco, el Virrey le comisionó tratar con el rebelde Inca Manco II en su corte de Vilcabamba.
El astuto y sanguinario Toledo, movido por razones políticas más que por históricas o culturales, también le encargó una Crónica con las genealogías de los Incas para saber cuantos y quienes eran en ese momento y así poder mantenerlos vigilados. Sarmiento de Gamboa tituló su obra “Historia General llamada Yndica, la cual por mandado del Excmo. Señor D. Francisco de Toledo, Virrey, Gobernador y Capitán General de los reinos del Perú y Mayordomo de la Casa Real de Castilla, compuso el Capitán Pedro Sarmiento de Gamboa” en 8 hojas de introducción y 138 de texto, que finalizó en 1572 y fue remitida al Rey quedando Toledo con una copia.
Cabe indicar que la bibliografía de Sarmiento de Gamboa resultaría mucho más amplia pues en el siglo XX el americanista Clement R. Markham, Presidente de la Real Sociedad Geográfica de Londres, tradujo al inglés esta obra de Sarmiento de Gamboa conjuntamente con otros documentos suyos (la Relación escrita en Río de Janeiro, copiada de la Colección Muñoz; su Memorial de lo ocurrido al fundar las ciudades del estrecho, de la misma fuente de Muñoz y algunas noticias complementarias sacadas de la Colección de Martín Fernández de Navarrete)
Ese año de 1572 colaboró en calidad de Alférez General en la expedición armada de Hernando de Arbieto que salió del Cusco a las montañas para sofocar la rebelión del joven Inca Túpac Amaru que tras ser tomado prisionero fue ejecutado en la antigua capital. Sarmiento de Gamboa y otros funcionarios españoles intervinieron en el saqueo de dicho refugio fortificado, despojando sus tesoros.
También fue encargado de conducir a Lima al hijo mayor del Inca Titu Cusi Yupanqui, llamado Quispi Titu, a quien dejó encargado en la casa de Francisco de Ampuero.
Entonces sus émulos le sacaron que había sido procesado por la Inquisición en Puebla de los Angeles (México) volvieron a removerle el asunto de los anillos astrológicos y los libros sobre propiedades de piedras y plantas y le condenaron por segunda vez a la vergüenza y al destierro, pero el Virrey presionó a su favor pues lo tenía empleado desde 1573 en la guerra de los indios Chiriguanos al otro lado de la cordillera.
La inesperada visita del corsario inglés Sir Francis Drake en el océano Pacífico demostró la necesidad de controlar el estrecho de Magallanes si se quería seguir manteniendo al Pacífico como un mar español, pero siendo lo más urgente detener a Drake, le ordenaron que fuera en su persecución y de paso practique un reconocimiento del Estrecho buscando posibles asentamientos piratas y los puntos más propicios para la construcción de fuertes en dicho paso, levantando una Carta Geográfica de los lugares recorridos.
Zarpó del Callao el 11 de Octubre de 1579 en dos naves, una bajo su mando llamada la “Nuestra señora de la Esperanza” y otra denominada “San Francisco” al mando de Juan de Villalobos, pero el 21 de Enero de 1580 debido a una tempestad se separaron y la “San Francisco” de Villalobos fue arrastrada hacia el paralelo 56 y de allí tomó rumbo al puerto de Valdivia primero y finalmente volvió al Callao.
Sarmiento de Gamboa, en cambio, pudo cruzar en medio de la tormenta la boca occidental del Estrecho que llamó de la Madre de Dios y en febrero tocó un puerto en la isla Desolación que denominó de la Misericordia, donde desembarcó el día 12, tomó posesión de esas tierras y celebró la primera misa. El 24 cruzó el Estrecho de Magallanes en sentido contrario al viaje del descubridor Magallanes, es decir, de occidente a oriente. Poco después enfiló la proa hacia España y arribó el 28 de Agosto de ese año 80.
A través de sus Diarios de viaje demostró excepcionales conocimientos cartográficos, muy superiores a los de los pilotos de su tiempo, además se conoce que también llegó a fabricar varios instrumentos de su invención, relacionados con las mediciones exactas de las longitudes y latitudes y que arribó a conclusiones admirables sobre las corrientes marítimas, de suerte que puede ser considerado uno de los grandes cartógrafos de todos los tiempos.
En la corte se entrevistó con el Rey Felipe II y le presentó un proyecto de colonización del Estrecho. Aprobado el plan fue designado Superintendente de los establecimientos que se fundaran, le concedieron dieciocho naves y dos mil colonos dirigidos por el General Diego Flores de Valdés, de manera que Sarmiento de Gamboa debió conformarse con ser el segundo.
En Septiembre de 1581 partió de San Lúcar de Barrameda pero debió enfrentar todo tipo de dificultades y tormentas al punto que zozobraron varios navíos y otros regresaron muy averiados a España, de manera que solo cuatro arribaron a tierras del Brasil y su tripulación tuvo que esperar siete meses para encontrar vientos propicios, mientras tanto las fiebres tropicales diezmaba a los colonos agricultores y a sus familias conformadas por mujeres y niños.
Finalmente los descorazonados viajeros pudieron en Febrero de 1582 llegar a la desembocadura del río de la Plata donde Sarmiento de Gamboa mantuvo discusiones con el General Flores de Valdés, quien con buen criterio se retiró de la expedición en compañía de seiscientos hombres y con ellos atravesó la pampa argentina, cruzó por Mendoza la cordillera y arribó a Chile escoltando a Alonso de Sotomayor y Andía, designado Gobernador de esa provincia.
Los restantes colonos dirigidos por Sarmiento de Gamboa siguieron por mar hacia el sur del Atlántico donde nuevas tempestades les impidió cruzar el Estrecho, debiendo volver a Río de Janeiro. Al finalizar el año volvieron a hacerse a la mar y en la desembocadura oriental del Estrecho fundó Sarmiento de Gamboa el 17 de Enero de 1583 el pueblo de Nombre de Jesús y en marzo la aldea Rey don Felipe o Cesárea Magallánica con cuatro pequeños bastiones y en cada uno colocó piezas de artillería, guarnición suficiente y hasta levantó un templo.
En el invierno de ese año una tormenta lo arrojó al Atlántico, perdiendo todo contacto con esas poblaciones.
Nuevamente en Río de Janeiro, quiso enviar socorros a los colonos pero le fue imposible. Estos padecían hambre y frío pues las provisiones se habían terminado en 1584 y a partir de ese momento solo pudieron alimentarse recogiendo mariscos pues las semillas que habían llevado jamás dieron frutos y eran muy bravos los animales salvajes y no los podía cazar, según testimonio de uno de los sobrevivientes llamado Fernando Gómez, quien fue rescatado por el Corsario inglés Thomas Cavendish en Enero de 1587, quien lo auxilió, denominando al pueblo Rey don Felipe con el nombre de Puerto del hambre.
Gómez manifestó que de los cincuenta pobladores dejados en 1584 en Nombre de Jesús, su número se había reducido a solo dieciocho tres años más tarde. Igualmente relató que veinte y un hombres y dos mujeres resolvieron salir del poblado a buscar mejor suerte pero que jamás se volvió a saber de ellos.
Mientras tanto Sarmiento de Gamboa había emprendido viaje a España pero frente a las costas de las islas Azores fue sorprendido por piratas ingleses, perdiendo todo lo que llevaba.
Trasladado en calidad de prisionero a Londres junto a sus acompañantes, en dicha capital brilló por sus amplios conocimientos científicos y habiendo conversado con la Reina Isabel I en latín, la encantó tanto, que ella lo trató con singulares muestras de deferencia y a pedido de sir Walter Raleigh lo liberó y hasta le facilitó su retorno a España pues entre Sarmiento de Gamboa y Raleigh había surgido una excelente amistad, el primero comunicó al segundo numerosos sucesos del Perú y la existencia del fabuloso reino del Dorado, motivandole a buscarlo. Raleigh emprendió viaje hacia las costas sudamericanas y descubrió la Guayana, deformación por equivocación del nombre del Inca Huayna Capac.
Pero durante el trayecto de regreso a España Sarmiento de Gamboa otra vez fue apresado, en esta nueva ocasión por hugonotes franceses que practicaban la religión calvinista y se encontraban en guerra contra los católicos, quienes solicitaron al Rey Felipe II de España un rescate de muy alto monto, se pidió rebaja, hubo discusiones de precio, finalmente se llegó a un acuerdo aunque durante estos trámites transcurrieron tres años que los pasó en prisión.
En 1590 fue recibido en el Escorial por el Rey Felipe II quien le designó Almirante de la Armada encargada de escoltar las naves que traían el oro y la plata de América y en tales funciones falleció a bordo de uno de los barcos, a consecuencia de fiebres en Julio de 1592, frente a las costas de Lisboa. Tenía sesenta años de edad y sus restos fueron llevados a San Lúcar de Barrameda y están enterrados en la iglesia del Santuario de Nuestra Señora de la Caridad.
Su obra “Relación y derrotero del viaje y descubrimiento del estrecho de la Madre de Dios antes llamado de Magallanes” se consideró perdida por muchos años hasta que fue encontrada por el Profesor Wilhelm Meyer en la biblioteca Gottingen. Entonces se supo que había pertenecido a la librería de Abraham Gronow vendida en 1785 y pudo ser publicada en 1786 por Bernardo de Iriarte bajo el título de “Viaje al estrecho de Magallanes por el Capitán Pedro Sarmiento de Gamboa en los años 1579 a 1590 y noticia de la expedición que después hizo para poblarla. Existe una segunda edición – Buenos Aires 1950, con notas del Profesor Angel Rosemblat, prólogo de Armando Braun Menéndez, Glosario de voces marítimas antiguas, Indice de nombres y materias, y dos Mapas de color. También se sabe que confeccionó un Mapa del Perú que llevó a su regreso a España el Virrey Francisco de Toledo.