Sánchez de Orellana Rada Fernando.

Don Fernando Félix, el tercer Marqués de Solanda, nació en Latacunga Fue bautizado e 12 de Mayo de 1715. Su padre, Don Pedro Javier, era entonces Corregidor de Latacunga y General Gobernador de las Armas Fueron sus padrinos Don Gregorio Matheu y Villa- mayor, Caballero del Orden de Calatraba, y Doña Rosa de la Escalera y Velasco, su mujer (1).

Se dedicó desde su tierna edad a los estudios y entro con una beca al Colegio de San Luis de Quito. Habiendo cursado la facultad de filosofía, recibió los grados de Licenciado y Maestro en esa Universidad. Luego pasó al Colegio Real de San Fernando, en el que obtuvo también una beca. Estando en el goce de esta beca, que se le debía dar por disposición del Rey, fechada el 4 de Agosto de 1702, en la que pedía al Obispo de la Provincia de Quito que atendiera a los hijos del Marqués de Solanda con becas, el Rector de San Fernando intentó que se le pagase el tercio de la beca. Don Pedro Javier se opuso por estar contra lo dispuesto por el Rey y tuvo que sacarle a su hijo del Colegio, El Rector dio entonces la beca a su sobrino Andrés de Valencia, en perjuicio de los estudiantes del Obispado de Quito, puesto que era de Popayán. Acudió Don Pedro Javier al Rey. Siendo en perjuicio de un tercero, no tomó ninguna resolución de inmediato y pidió informes al Presidente de la Real Audiencia de Quito. Sin duda, se arregló todo favorablemente porque Don Fernando estudió allí los cánones por espacio de cuatro años, graduándose finalmente de Doctor, En 1736 rindió sus exámenes y fue recibido por Abogado de la Real Audiencia.

En 1737 fue nombrado Teniente de Corregidor y Justicia Mayor de la ciudad de Quito. Se desempeñó muy bien en este cargo, gracias a su preparación y buenas costumbres (1). Hallándose en este oficio, el Rey despachó un título de Presidente de la Real Audiencia de Quito, el 11 de Diciembre 1741, para Miguel de Goieneche por tiempo de ocho años, por haberle servido con 26 mil pesos fuertes. Suplicó luego al Rey que esta merced se verificará en Don Fernando Félix Sánchez de Orellana. El Rey accedió a esta petición, porque Den Fernando le habla servido con mil pesos y le dispensó del impedimento de ser nativo de la provincia y de tener haciendas y obrajes. Así fue nombrado Don Fernando Presidente de la Real Audiencia de Quito de Julie de 1744 (2). Debía suceder a Don José Araujo y Río, último provisto en este cargo.

También se le nombró Gobernador y Capitán General de la Provincia de Quito por tiempo, asimismo, de ocho años Por los dos oficios solo debía tener un salario. El nombramiento está dado igualmente el 27 de Julio de 1744 (3). Por derecho de la Media Annata de este cargo y su conducción a España, pagó al Capitán Don José Suárez de Figueroa, Contador Real, la cantidad de 5.072 pesos y un real y medio (4).

SE POSESIONA DE LA PRESIDENCIA DE LA REAL AUDIENCIA.- El 20 de Marzo de 1745, estando en la sala del Real Acuerdo el Presidente y Odores de la Real Audiencia de Quito, y habiendo colocado un altura con una cruz un misal romano y d sello de la Real Audiencia, se presentó Don Fernando Sánchez de Orellana y entregó al escribano de Cámara dos títulos y cédulas del Rey, la una con el nombramiento de Presidente de la Real Audiencia y la otra con el de Gobernador y Capitán General. Leídos los documentos, el Presidente y Ios Oidores Jos cogieron y besaron y pusieron sobre sus cabezas como a mandatos del Rey y ordenaron que se ejecutase tal como en ellas se indicaba.

Dijeron que, en atención a que Don Fernando era graduado cánones, que podría votar en todos los pleitos y causas civiles y minales. En su conformidad ordenaron que Don Fernando Sánchez hiciese el juramento acostumbrado. Don Fernando entró a la Sala del Real Acuerdo y se hincó sobre un cojín que estaba al pie del altar, puso la una mano en los santos evangelios y la otra en el sello de la Real Audiencia y juró y prometió al Rey, por los santos evangelios, obedecer sus mandamientos y guardar los derechos reales en lo que se ofreciere. Prometió proceder con imparcialidad y entereza en los pleitos que sobrevinieren, sin dejarse sobornar con los dones de nadie. Por lo cual, habiendo constatado que había pagado el derecho de la Media Annata, los señores de la Real Audiencia recibieron a Don Fernando Sánchez de Orellana al uso y ejercicio de la plaza de Presidente.

Terminado su gobierno con la aprobación que hemos visto, el III Marqués de Solanda abrazó la carrera eclesiástica, en la cual se hizo acreedor a las mercedes Reales. El Rey Don Fernando escribió al Obispo de Quito, manifestándole que, como concurrían las debidas prendas en Don Fernando Sánchez de Orellana, le presentaba para el deanato de la Iglesia Catedral, vacante por muerte del Dr. Don Esteban Zambrano. Le encargó que si hallare en Don Fernando una persona digna e idónea, le hiciera colación canónica de la dignidad expresada y le diese su posesión, con los frutos y rentas que le perteneciesen. Esta presentación fue hecha por el Rey desde Aranjuez el 5 de Junio de 1755 (2). “Gobernó el Obispado durante la Sede vacante del Obispo Juan Nieto Polo del Aguila, hasta la venida del sucesor, Ilmo. Dr. Pedro Ponce y Carrasco”.

PAGA LA MEDIA ANNATA DEL MARQUESADO.- El 23 de Enero de 1762, el Marqués de Solanda, Don Fernando Sánchez de Orellana, Deán de la Catedral de Quito, pagó la cantidad de 1.031 pesos por el derecho de la Media Annata en la sucesión del Título de Castillo, que obtuvo de su difunto padre, Don Pedro Javier Sánchez de Orellana (3). Murió en Quito el 5 de Noviembre de 1784.