En Diciembre de 1869. Acaeció que un Comandante Salazar, entonces en servicio activo, hermano del Gral. F. J. Salazar, Ministro de García Moreno, incurrió en desconfianza de éste, a causa de la conspiración que hemos narrado, y fue destituído sin tardanza: su hermano, el Ministro, acudió a ver al Presidente, y le dijo: “V.E. sabe que los Salazares le hemos sostenido en todas circunstancias: la destitución de mi hermano en una clamorosa ingratitud”. la queja fue expuesta en presencia de un Ministro Diplomático. “!Insolente!”, exclamó García Moreno: “Yo soy quien ha sostenido y sostiene a Uds. Ponga Ud. inmediatamente su renuncia”. “Propención es de los Gobernantes recelosos, dice Gibbon, engradecer a los ínfimos, llevados de la idea de que quien está pendiente de una privanza, jamás profesará otro empeño que el de corresponder a su bienhechos”. el temperamento del déspota le obliga siempe a atropellar el más firme propósito. El vulgo dice que sacó a Salazar a puntillazos. Ultrajar a este punto a los viles, es error de los caracteres violentos: un día vino a probar Salazar que alimentaba odio y era vengativo. Inmediatamente renunció el Ministerio; pero encubrió su encono astutamente . La renuncia no fue aceptada.