En 1731 llega al puerto de Guayaquil la primera autoridad médica que venía para intervenir en la fiscalización de las boticas y vigilar que el ejercicio de la medicina se ajuste a las disposiciones legales establecidas. Venía desde Lima, en representación del Protomédico de la capital del Virreinato, con la autoridad del Teniente de Protomédico. Era Bachiller, se ocupó de dar aplicación a las leyes y disposiciones sobre reconocimiento de títulos, licencias para ejercer medicina y cirugía, licencias y visitas de boticas y habilitación para manejarlas, funciones que hacían los Cabildos, porque en la Audiencia no había hasta entonces la respectiva autoridad para ello, que era la del Protomédico con residencia en Lima.
