El primer médico del hospital de Guayaquil que registra la historia, fue don Francisco Ramos, que aparece atendiendo a los pacientes de Santa Catalina en 1693. De mayordomo actuaba entonces don Antonio Larralde y como diputados, Juan Antonio de Vargas y Alberto Rodríguez de Ribas. En Febrero de ese año. Ramos resultó víctima de un robo en que se llevaron todo lo que tenía y se vio obligado a solicitar al cabildo que le adelantara el salario de un año; se le entregaron 100 pesos. A fines del siguiente año, ya terminado el hospital, don Francisco Ramos perdía su puesto y era reemplazado.
