PONCE BORJA NICOLÁS CLEMENTE

POLÍTICO.- Nació en Quito el 22 de Junio de 1866. Hijo mayor del matrimonio formado por el Dr. Roberto Ponce Ortiz, abogado, dueño de la hacienda “La Victoria” en Amaguaña y de Ignacia Borja Yerovi, quiteños, que llegaron a celebrar el Jubileo de sus Bodas de Oro matrimoniales en 1915. Los Ponce Borja fueron veinte hermanos que crecieron en la casa del abuelo materno e ilustre jurista Dr. Ramón Borja Escorza, ubicada en la plaza del Teatro.
Estudió la primaria con los Hermanos Cristianos y la secundaria en el San Gabriel de los Jesuitas hasta obtener el bachillerato en 1884 y fueron sus profesores los padres Teódulo Vargas y Manuel José Proaño, que lo motivaron a la lectura de los clásicos. Como estudiante de Jurisprudencia recibió clases del padre Enrique Terenziani S.J. propagandista de las doctrinas del padre Luis Taparelli, S.J. autor de un célebre Tratado de Derecho Natural que refutaba entre otras doctrinas, a las de Juan Jacobo Rousseau. Por eso el joven Ponce formó filas en el pensamiento conservador, sin aceptar los cambios políticos y filosóficos de la vieja Europa. En su poesía “Paradoja” llegó a manifestar que “el pueblo soberano es rey de la anarquía, rey de burlas.”
Por esos días fundó con su compañero Manuel María Pólit Lazo la sociedad “Juventud Católica”, después lo reemplazó en la secretaría, ayudó a recopilar los escritos de García Moreno y hasta escribió el índice de aquella obra. Los miembros de !a Juventud Católica se reunían semanalmente en diferentes casas y bajo la dirección del Director – Capellán Juan de Dios Campuzano. Estaban obligados a presentar diversas monografías sobre muy variados temas. Las primeras que Ponce realizo fueron: “Ventajas e inconvenientes de la forma silogística”, “Imposibilidad de prescindir del elemento moral en la Civilización”. “La Iglesia Católica como madre de la civilización moderna” y “Los hábitos no disminuyen la responsabilidad.”
En Febrero del 85 se inscribió en la Escuela de Literatura de Honorato Vásquez y en su revista publicó el 86 sus primeros versos, así como un folleto polémico sobre “La Defensa del Episcopado” que apareció bajo el seudónimo de “Unos Ortodoxos”, donde trató sobre el cobro del Diezmo y las Primicias. El 88 editó un esbozo informativo sobre la renovación y consagración del templo de Santo Domingo. Tenía el carácter violento, era aficionado a las bromas y le agradaba hablar en público. Ese año contrajo matrimonio con su prima Clementina Rivadeneira Ponce, con numerosa descendencia.
El 91 se incorporó de Abogado en la Corte Suprema fue llamado a dictar la cátedra de su profesor Julio Benigno Enríquez, pero renunció un año después por razones políticas debido a dos folletos que se le atribuyeron, terribles e irrespetuosos, denunciando los cercanísimos parentescos y el nepotismo existente, publicados en Agosto del 92 contra el presidente Antonio Flores Jijón. El primero tituló “La Argolla” y puso de manifiesto la voracidad por los cargos públicos de las familias consanguíneas Flores, Caamaño, Stagg y fue contestado por el Dr. Flores en “Nuevo reto a mis calumniadores” originando la contra réplica “La Argolla y el Nuevo Reto del Dr. A. Flores” en 94 páginas y 18 de Apéndice, con una crítica frontal a la política financiera y al nepotismo presidencial en los contratos ferrocarrileros con Marco J. Kelly y el Conde D´Oksza.
El mismo año aparecieron tres poesías suyas en la Antología de Poetas publicada por la Academia Ecuatoriana de la Lengua y actuó como secretario ad – hoc de su tío el Dr. Camilo Ponce Ortiz en las conversaciones que éste sostuvo en Quito con el Plenipotenciario peruano Emilio Bonifaz.
En Noviembre del 93 fue electo Secretario de la Junta Patriótica del Pichincha e intervino en la redacción del Manifiesto. El 94 ocupó la pro secretaría de la Cámara de Diputados y de allí pasó a la secretaría de la Corte Suprema y cuando ocurrió en Abril la lucha armada contra el régimen del presidente Luis Cordero, salió a las calles de Quito arma al brazo, como acérrimo partidario de su tío Camilo, a compartir al gobierno Meses después, al estallar en Guayaquil la revolución liberal del 5 de Junio del 95, trató de ayudar al encargado del poder Ejecutivo, su primo hermano y cuñado Aparicio Rivadeneira Ponce, y desde que entró Alfaro a la capital hizo oposición por la prensa; por eso, a raíz de un folleto contra los liberales, fue desterrado a Pasto el 96 y en esa población permaneció hasta 1901 y para sobrevivir dio clases, ejerció su profesión y escribió para el periódico “Fray Gerundio” de Vicente Nieto.
En Septiembre de 1898 publicó con su firma en el periódico Fray Gerundio, que editaba en Pasto Vicente Nieto, “La Regeneración Radical en el Ecuador” donde expuso el programa de la conspiración ultramontana y su propósito para el caso de triunfo, de pasear la guillotina del Carchi al Macará, hasta dejar la República libre de liberales, como la palma de la mano”. La descripción que hizo del presidente Alfaro fue tan exagerada que le tildó de inexto, de desustanciado, etc. El impreso circuló sobre todo en Quito, causando furor en uno y otro bando, debido a lo álgido de la situación política imperante.
I defendió la memoria del tratadista padre Taparelli, largamente explicado en Quito por el padre Enrique Terenziani, en el folleto “Más vale tarde que nunca” en 12 páginas, rebatiendo varias Proposiciones sobre el Derecho Público sustentadas por el padre Enrique Faura, S. J. en un acto celebrado en el Colegio San Gabriel, donde éste era profesor.
En 1899 fue replicado por José Peralta en un escrito cáustico titulado “El Hisopo” introduciéndose hasta en su hogar y relatando una serie de minucias domésticas, lo cual hizo sufrir mucho a la familia Ponce.
En 1902 regresó al Ecuador tras seis largos años de destierro, acogiéndose a la amplia amnistía decretada por el presidente Leonidas Plaza y fue redactor propietario del tri semanario “La Ley”, en su segunda época, pues había sido fundado por el joven periodista Víctor León Vivar el 95.
En 1904 fue miembro fundador de la Junta del Ferrocarril al Oriente por el Curaray con Luis A. Martínez. Había vuelto a instalar su estudio profesional que pronto se llenó de clientela y pasó a ser el centro de amenas reuniones donde se conversaba de todo. También conformó la Junta Patriótica Nacional bajo la presidencia del Arzobispo González Suárez.
En 1906 se burló acremente de un soneto del Dr. Carlos R. Tobar y cuando en 1910 se produjo la movilización nacional y el casus belli contra el Perú, fue llamado al servicio exterior por el presidente Alfaro y su aceptación ocasionó una fuerte escisión entre los conservadores, pues mientras los Rivadeneira mantenían una total oposición, los Ponce entraron a colaborar abiertamente con sus antiguos enemigos políticos.
Su colaboración le atrajo graves disensiones familiares con su cuñado y primo el Dr. Aparicio Rivadeneira Ponce; sin embargo, señaló el inicio del entente nacional entre la derecha conservadora que resurgía después del 95 y la izquierda liberal que se había estancado, entendimiento que a la postre terminó con los propósitos de esa revolución.
En Abril fue enviado a Washington en la Comisión encargada de entablar las negociaciones directas con los peruanos.
En Julio de 1911 viajó de Ministro Plenipotenciario en Bolivia a fin de obtener el mejoramiento de nuestras relaciones diplomáticas con ese país y publicó para conocimiento de la cancillería boliviana un Memorándum de Límites entre el Ecuador y el Perú, republicado en 1915 en Quito y el 21 en Washington, en edición bilingüe. Con parte de sus sueldos en La Paz terminó de construir en Quito su casa en la calle Cotopaxi cercana al mercado de San Francisco, porque hasta entonces solo tenía la parte delantera. Tras su fallecimiento, sus hijas la vendieron al Dr. Julio Tobar Donoso quien la habitó muchos años en unión de su esposa e hijos.
A su regreso fue designado con el Canciller José Peralta y el Plenipotenciario en Venezuela Julio Andrade, para conformar la delegación ecuatoriana al Congreso de países bolivarianos reunido en Caracas y como anécdota cabe anotar que se ganó la simpatía del General Juan Vicente Gómez, presidente de Venezuela, hablándole de los progresos agrícolas de ese país, tema de la predilección de tan fiero dictador.
El 12 formó parte de la recién creada Junta Consultiva del ministerio de Relaciones Exteriores, tradujo del latín y en silva el Libro primero de la Eneida de Virgilio, dedicó a sus padres la poesía “Vida y Muerte” en 14 páginas y asumió la Cátedra de Derecho Práctico en la Universidad Central.
El 14 criticó la suspensión de la vigencia del Patrón Oro con un estudio sobre “El Decreto Legislativo de 30 de Agosto de 1914”, fue electo Prefecto de la Congregación de Caballeros de la Inmaculada y publicó dos poesías suyas en latín tituladas “Quan dilecta tabernácula tua” y “Beatam me dicent omnes generationes”, que como sus nombres lo indican, fueron realizadas más bien por compromiso que motivadas por sentimientos religiosos.
El 15 tomó la palabra como hijo mayor en el banquete de las Bodas de Oro matrimoniales de sus padres, a quienes dedicó la poesía “Himno de Familia.”
Ese año intervino en las discusiones previas y en la redacción del Tratado Muñoz Vernaza – Suárez con Colombia, por el que cedimos grandes extensiones de territorio sin exigir nada a cambio, creyendo que con ese sacrificio se pondría fin al eterno problema de fronteras. Igualmente publicó “Escándalo internacional, intervención del gobierno de los Estados Unidos en las cuestiones pendientes con la Compañía del Ferrocarril del Sur” en 12 páginas y “Límites entre el Ecuador y Colombia”, breves apuntaciones escritas por comisión de la Junta Patriótica Nacional y aprobadas por ella”, en 142 páginas.
El 16 figuró como testigo de honor del abrazo en el puente fronterizo de Rumichaca de los presidentes Baquerizo Moreno del Ecuador quien con tal motivo pronunció su célebre frase: Un puente más, un abismo menos, y Marco Fidel Suárez de Colombia. Después presidió la delegación ecuatoriana que marchó a la demarcación respectiva y con el representante colombiano Antonio José Restrepo intercambió unos aparatosos versos titulados “Sáficos Adónicos” en la sesión solemne celebrada en Quito el 9 de Diciembre de ese año, que se editaron en folleto. Poesía indigestad por rimbombante y con sabor a un trasnochado clasicismo muy del tiempo de Olmedo y de Quintana, es decir, del siglo anterior, pero sin el ritmo sostenido ni la grandiosidad épica de dichos clásicos. Fragmento: // Nada perdura, por la fuerza sola / cual barre el viento las endebles pajas, / barre las obras de poder inicuo / La ira divina…. // Dios soberano, que los orbes riges, / hombres y pueblos, con igual imperio, / Siempre tu diestra contra toda injuria / guarde este Pacto…… //
En 1920 el presidente Baquerizo Moreno le ofreció la plenipotencia en Lima, que no aceptó por estar casi al finalizar el período presidencial. En Agosto el nuevo Presidente José Luis Tamayo le designó Canciller de la República, siendo la primera ocasión que un conservador llegaba a un ministerio de Estado después de la revolución del 95. A esto se dio en llamar una política Nacional con hombres de todos los partidos; sin embargo, su paso por dicha cartera se vio influenciado por las continuas intervenciones del Arzobispo de Quito, su íntimo amigo Manuel María Pólit Lazo, personaje inteligentísimo, quien preparó largo tiempo el ascenso de las derechas al poder.
El 21 Pólit apadrinó el ingreso de Ponce a la Academia Ecuatoriana de la Lengua, el 22 influyó sobre Ponce para que no se dicte la Ley contra las Cofradías Religiosas y así por el estilo, y cada vez que alguien quería un puesto en el servicio exterior, en lugar de ir a solicitar a la Cancillería prefería trasladarse al Palacio Arzobispal, donde era más seguro obtenerlo.
En el plano internacional y a raíz de que el Ministro ecuatoriano en Lima José de Lapierre le comunicó que con la colaboración decisiva de Colombia se podía arreglar nuestro problema fronterizo con el Perú, trató de conseguir desde 1922 un acuerdo definitivo de límites con dicha nación; sin embargo, no consintió con la Fórmula directa y presionó para que el asunto fuere tratado en Washington en forma mixta. Política que cambió en Abril del 23, ilusionado por el Ministro peruano en Quito, Dr. Víctor Manuel Maurtúa, que le insistía en llegar a un arreglo directo. Por eso accedió a buscar las bases para una solución final, aunque siempre a través de Washington y cometió el error de adelantarle al diplomático peruano las líneas fronterizas ecuatorianas correspondientes a las demandas extremas, es decir, a nuestras máximas concesiones, Entonces, el pícaro de Maurtúa regresó a su tierra con tal información pretextando una licencia de su gobierno sin suscribir compromiso alguno y lo que es peor, conociendo nuestra posición en el problema. Esto ocasionó fuertes debates y una acalorada campaña periodística en la que se acusó duramente a Ponce, que se defendió como pudo a través de la mayoría gobiernista en el Congreso.
Si Ponce no logró llegar a un acuerdo definitivo con el Perú se debió a la malicia conque nuestros vecinos del Sur le trataron, hasta con burla, pues conociendo su infinita vanidad de “orador, poeta, traductor latinista y diplomático de fama continental” llegaron a proponerle que la Fórmula Mixta se llame Fórmula Ponce, según denunció Pío Jaramillo Alvarado en histórico folleto que circuló masivamente en el país.
En Junio ocurrió un incidente personal entre Ponce y el Ministro Plenipotenciario de Chile en Quito, Dr. Diego Doublé Urrutía, quien imprudentemente lanzó durante un almuerzo en un restaurant capitalino de postín ciertas frases poco corteses para el ejército ecuatoriano y que al ser conocidas causó su declaratoria de persona no grata y su salida inmediata del Ecuador. Por algún tiempo estuvieron debilitadas nuestras relaciones con Chile aunque luego se reanudaron sin mayores consecuencias. Doublé era un reconocido poeta modernista chileno, tras este penoso incidente continuó su carrera diplomática que le llevaría a diecisiete países, en 1969 recibió el Premio Nacional de Literatura en Chile, vivió mucho tiempo más y falleció de noventa años en su Patria sin que el incidente en Quito opacara en nada su brillante trayectoria.
El 24, debilitada su posición como Canciller buscó desesperadamente llegar a algún resultado positivo, aunque no final. En otras palabras, hacer avanzar las negociaciones. El 21 de Junio – poco antes de finalizar el régimen – suscribió con el nuevo Plenipotenciario peruano Enrique Castro Oyanguren un Protocolo por el cual nos entregábamos al Arbitraje en Washington, sin determinar previamente cuales eran nuestros territorios amazónicos indisputables y cuales las zonas en litigio; íbamos pues, a un todo o nada y el asunto se volvió escandalosos y levantó el avispero político.
José Peralta le atacó inmediatamente con “Un plumazo más sobre el Protocolo Ponce – Castro Oyanguren” y el presidente electo Dr. Gonzalo S. Córdova declaró por la prensa que se oponía a él “por cuanto la Fórmula Mixta no se había dejado a definir concretamente como sería de desear”; mas, a los pocos meses, le designó Plenipotenciario del Embajador Alfredo Baquerizo Moreno en los festejos a celebrarse en Lima por el Centenario de la gloriosa batalla de Ayacucho.
Por entonces su vida discurría entre juicios, alegatos y estudios jurídicos muchos de ellos de carácter público, sus colaboraciones en las Memorias de la Academia Ecuatoriana de la Lengua donde salieron varias poesías suyas como “Mirando al valle de los Chillos”, otras de menor valor y numerosas composiciones en latín, escritas como simples ejercicios en la lengua del Lacio que por otra causa o razón.
Sus últimos años también los dedicó a las cuestiones económicas. En 1927 fue designado Vicepresidente del Banco Central del Ecuador, el 28 presidió la Sociedad Nacional de Agricultura pues era una figura ampliamente conocida en el panorama político y social del país.
El 29 terminó la traducción del Libro Segundo de la Eneida con Notas Explicativas y en versos de tal exactitud y concisión que sufrieron la pérdida de la sonoridad original de un poeta tan grande como fue Virgilio.
Poco tiempo después le sobrevino un mal de origen nervioso y falleció hospitalizado en Panamá durante el transcurso de una operación a la que fue sometido. Tenía solamente sesenta y tres años de edad pero su pronunciada calvicie y prognatismo algo acentuado le daban el aspecto de una persona mayor.
Lució dotes de orador sin haber jamás llegado a una curul parlamentaria en razón de la etapa liberal que le tocó vivir. Sus discursos adolecen del defecto de la exageración y la grandilocuencia pomposa, debido a su inveterado afán de lucimiento. En 1969 aparecieron sus Poesías, reunidas con amoroso afecto por su nieto el escritor Alfredo Ponce Rivadeneira, siendo la mayoría de ellas religiosas o patrióticas, aunque tampoco falta una que otra irónica y hasta burlesca porque siempre conservó un fino sentido del humor, contestaciones rápidas e inteligentes.
Su estatura más bien baja, complexión delgada, tez blanca, Tuvo vocación por las discusiones difíciles, por las ideas abstractas y fue sobre todo un Jurista, dentro de las dimensiones de nuestro medio nacional.