Plaza Gaspar Alamiro


En 1869 García Moreno aprehendió en Pomasqui, pocas leguas al norte de Quito al Gral. Ignacio de Veintimilla, hermano del conspirador asesinado. Al principio quiso fusilarlo, pero luego resolvió desterrarlo, porque el vecindario de Quito  estaba muy alarmado, y lo desterrero inmediatamente a Europa. Salió Veintimilla a Esmeraldas, por las selvas de Mindo, en compañía de otro desterrado, el Cnel. Juan Nepomuceno Navarro. Igualmente dispuso destierro a otros liberales distinguidos, ora complicados, ora no, en la conspiración de Veintimilla: fueron los Dres. José Vicente Nieto, Napoleón Aguirre, Manuel Martinez Aparicio, Fausto Rendón; los señores Manuel Mariscal, Manuel Mariscal Herrera, Francisco de Paula Mariscal, Juan F.  Mariscal, Hilario Indaburu, Marcos Aguirre, Gaspar Alamiro Plaza, Eduardo Ponte, Diego Maruri, Fernando Sáenz, Enrique Larroque, Manuel María Loor.


En enero de 1869. García Moreno mando aprehender a varias personas notables, las que, al dia siguiente fueron expatriadas al Perú. Lo salvaje de esta medida repugna, cuando se sabe que una de las personas expulsadas fue la señora Baltazara Calderón, viuda de Rocafuerte. García Moreno era quien mas aparentaba respetar la memoria de este ciudadano; y este respeto lo demostró ultrajando a su viuda, por castigar opiniones, que probablemente manifestó la señora en privado. Expatrio también a los individuos del consejo Municipal, D. Pedro Carbo, D. José M. Avilés, su colega en el Triunvirato de 1859, D. Marcos Aguirre, D. Emilio Roca, D. Francisco Boloña, D. Rosendo Aviles y varios otros ciudadanos particulares, como D. Juan Ballén, D. Ignacio Robles, D. Manuel Marcos, D. Nicanor Bodero, D. J.J Ponte, D. Francisco Murrita, D. Manuel Mariscal; y a los militares Cneles. José M. Ampuero, José Sotomayor, Gregorio Rodríguez, Gaspar Alamiro Plaza, y el Comandante Pedro Jaramillo.
Los capitanes Aguilar, Sinche, el joven Gaspar Alamiro Plaza, sobrino del Gral. Franco, habían caído prisioneros, después de que Garcia Moreno partió de Jambeli, a s. no fueron hallados sino los dos primeros, y se les fusilo acto continuo, en el cementerio del pueblo. El joven plaza se había ocultado; buscándoles con afán, y fue sacado del escondite en altas horas de la noche. El tirano mando fusilarlo; mas revoco le orden, a ruego de los u llegada a Santa Rosa supo que todos tres paseaban en la calle. Les mando aprehender: no fueron hallados sino los dos primeros, y se les fusilo acto continuo, en el cementerio del pueblo. El joven plaza se había ocultado; buscaron con afán, y fue sacado del escondite en altas horas de la noche. El tirano mando fusilarlo; mas revoco le orden, a ruego de los suyos.