Pareja Diezcanseco Alfredo


Ofrecemos a continuación, una lista de las obras del lucido y honesto historiador, formidable novelista y excelente profesor universitario.
Historia, Biografía, Ensayos

*La Hoguera Bárbara 
(Vida de Eloy Alfaro).
México 1944
*Breve Historia del Ecuador 
México 1946
*Vida y Leyenda de Miguel de Santiago
México 1952
*Historia del Ecuador 
(4 vols.) Quito 1954
*La Lucha por la Democracia en el Ecuador, Quito 1956.
*Thomas Mann y el Nuevo Humanismo, Quito 1956. 
*Historia del Ecuador
(Corr. Y aument. En 2 vols.).
Quito 1958.
*Historia del Ecuador 
(Comprendió para segunda enseñanza, Quito 1962.
*El Ecuador de Eloy Alfaro,
México 1966.
*Historia de la Republica 
(Ecuador de 1830 a 1972, 2 vols.), Guayaquil 1974.

Novelas:
*La Casa de los locos, Guayaquil 1929.
*La Señorita Ecuador, (Reportaje novelado). Guayaquil, 1930.
*Rio arriba.
Guayaquil 1931.
*El Muelle, Quito 1933
*La Beldaca,
Santiago de Chile 1935
*Baldomera,
Santiago de Chile 1938.
*Don Balón de Baba
Buenos Aires 1939.


A un hombre como él, tan lúcido y sencillo, estoy seguro que el “Don”, le huele a falso, a una especie de dislocación de la autenticidad, pero con el inmenso respeto que le tenemos le llamamos así as por cariño por afecto, por admiración a su estatura de escritor!
Las orillas del gran Rio Guayas, inquietas y ojerosas, lo miraron llegar como argonauta nostálgico un 12 de octubre de 1908. Se incorporo al perfecto clima del corazón de la ciudad cosmopolita y ya en su juventud, con otro inquieto hombre de lejanos prismas fundaron Diario “El Sol”, esto es con Benjamín Carrión.
Dueño del drama de las calles, de esa viajante novela inédita, donde el personaje central es primero el mestizo del trópico y luego el montubio, se constituye en figura destacada del Grupo de Guayaquil, con Enrique Gil Gilbert, Joaquín Gallegos Lara, José de la Cuadra y Demetrio Aguilera Malta.  
En representación diplomática de nuestro país, recorre algunas patrias del continente, impregnando sus actuaciones con el selo de su penetrante inteligencia, que tiene su faro también en la cátedra universitaria.
Respetuoso del tiempo que insoslayablemente pasa, lo filtra en la Literatura, con sus primeros libros: “La Casa de los Locos” (1929) y “Rio Arriba” (1931). Sin embargo su vendimia no le ofrece el mos to deseado, cuyo vino solo llegara a saborear con “El Muelle”, novela del trópico litoral, aspirante a mala vida urbana, con luz eléctrica, burdeles y periódicos”. Su prestigio internacional lo obtiene con obras contundentes en perfección de estilo y profundidad de mensaje: “La Baldaca” (1939), “Baldomera” (1938), “Hombres sin Tiempo” (1941) y “Las Tres Ratas” (1944). A excepción de “Baldomera” que luego la publica la Casa de la Cultura Ecuatoriana, las otras se editan fuera de Ecuador.


Críticos severos respeto de la obra globalizadora de este intelectual guayaquileño, son preciadora de este intelectual guayaquileño, son precisamente dos escritores lojanos: Ángel F. Rojas y Alejandro Carrión Aguirre: Ellos hacen hincapié en dos hechos importantes: el conocimiento del hombre y el conocimiento del paisaje…Así por ejemplo, en “Baldomera”, que “es la historia de una zamba, vendedora ambulante de alimentos populares, que se entremezcla con la hirviente realidad de los barrios bajos del mundo”, pocos como Pareja Diez Canseco Joaquín Gallegos Lara, en “Las Cruces sobre el Agua”, y Pedro Jorge Vera, en “Los Animales Puros”), para relatar con tanta firmeza a la urbe troglodita…Al pantano también que se engulle con la vida la propia desesperanza de la gente humilde, que se quedo estancada en la noche infernal del desamparo.
En lo suyo esta “Las Tres ratas”, donde se refleja en toda su crudeza la agonía, la injusticia y las frustraciones de la clase media guayaquileña. 
Hacia 1970, desde Madrid, nos viene “Las Pequeñas Estaturas”, de la que Rodríguez Castelo dijera en su oportunidad: tratase, nos parece, de la mejor novela de Alfredo Pareja, acaso el novelista ecuatoriano con mayor oficio y más segura trayectoria: y por supuesto de una de las más hermosas novelas que se hayan escrito en nuestra literatura.
La triste y gran verdad de nuestro tiempo: el libro en las nubes y la juventud no lee.
Hoy le refrescamos la memoria con la presencia de un escritor que el Ecuador cosecha solo de tiempo en tiempo.
El muelle; introducción de Galo René Pérez, Quito: Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1978. 207 p. (Colección básica de escritores ecuatorianos; Nº26).
1929 La casa de los Locos – Prologo 3 paginas. Guayaquil. Artes Graficas Senefelder 15 x 7. 116 páginas, Epilogo Fúnebre página.
Novela Escrita para agotar la paciencia de cualquier lector dedicada a los niños y a los viejos de mi patria infantil.
1930 La Señorita Ecuador Prologo de Adolfo H. Simmonds. Guayaquil, editorial Jouvin. La Reforma Novela.