El 10 de enero de 1889, apareció el primer numero de El Deber del Escolar, “semanario de ilustración, educación, religión, filosofía, literatura, ciencias, etc.”; de formato infolio, de cuatro planas, editado en imprenta propia; siendo su Director y redactor principal, Don Francisco M. Paredes, y figurado, como editor, Don Vicente Paz Ayora.
El doctor Isidro Barriga. Corona Fúnebre. Guayaquil 1895
Paredes Icaza, francisco. Inventario de la Iglesia parroquial de San Jacinto de Balzar (4. VIII. 1913), 4 fols. ACD/G 39.
Paredes Icaza, Francisco. Anotaciones al inventario anterior, hechas en la visita pastoral (6. XI.1918), 1 fol. ACD/G 14, f4.
Mucho altos cargos ejerció el doctor Paredes de Icaza y muchas señaladas distinciones le fueron otorgadas. Fue Secretario Privado del Ilmo. Monseñor Dr. Federico González Suarez, cuando este desempeñaba el obispo de Ibarra. En la capital de Imbabura fue rector del colegio de San Felipe. En Guayaquil, fue Vicerrector del colegio San Luis Gonzaga. Pero tuvo por norma no aceptar dignidades, por lo que no acepto muchas propuestas que se le hicieron en atención a sus altos meritos. Practicaba realmente la humildad, como los santo de la epopeya romana.
El doctor Paredes de Icaza muere a la edad 77 años (1862-1939);y con el desaparece el único sacerdote guayaquileño que quedaba en nuestro clero. El deceso del doctor Paredes de Icaza enluta a distinguidos hogares de la sociedad guayaquileña. Vaya a su atribulada familia la expresión de nuestra sentida condolencia .
Estudio en el Seminario Mayor de Quito. Fue profesor del Seminario de Ibarra en 1898. En ese mismo año ejerció el cargo de Maestro de Ceremonias de la catedral de Ibarra.
Fue nombrado Canónigo honorario de Catedral de Guayaquil en 1905. Rector de Piedad del Colegio Seminario de Guayaquil en 1905, así como también Profesor del Colegio San Luis Gonzaga en esta misma ciudad. En 1898 actúa como Prosecretario de la Curia de esta ciudad.
En 1907 fue nombrado Prebendado Mayor de la Catedral de Guayaquil.
En 1911, fue nombrado colector del obispado.
Por sus vastos conocimientos y sus singulares aptitudes de catedrático, fue requerido para que actuara como Profesor y Superior en el colegio San Luis Gonzaga, dedicando sus energías durante muchos años a su labor en ese plantel docente, de inolvidable memoria. La independencia y el desinterés que distinguían al doctor Paredes de Icaza, lo mantuvieron alejado de toda pugna; y su contracción al culto lo obligo a una incesante actividad en la iglesia, hasta el instante mismo en que se lo impidió la grave enfermedad que lo ha llevado a la tumba. La sinceridad y franqueza, la bondad de alma y la alteza de miras que fueron sus características, le conquistaron unánimes simpatías en toda la colectividad social y el mas profundo afecto de cuentos lo trataron.