Fue con ocasión del legado de don Antonio Paramez, consistente en una huerta con 43.467 arboles de cacao avaluados en 12.811 pesos que don Antonio habia destinado al establecimietno de una catedra de Matemáticas. El albacea, doctor Vicente Espantoso, considerando que por entonces dicha Cátedra se encontraba bien provista, sugirio destinar el legado mas bien a la fundacion de una Cátedra de Naútica. En el cabildo, sin embargo, no hubo mayor apoyo a la idea del doctro Espantoso; se resolvio consultar al rector del seminario de San Ignacio, si mas bien no seria preferible una Cátedra de Moral.