De primer orden. Esta siempre interesado en grandes problemas. Cree con un notable escritor de nuestro medio, que Quito es “una ciudad freudiana”, en razón de la complejidad que en este pequeño pero terrible apiñamiento humano, han adquirido los problemas sexuales y económicos. La casa de Guillermo Olgieser es un punto de reunión de los artistas y los escritores jóvenes de la capital del Ecuador.
Una mañana que caminábamos con Guillermo Olgieser por el campo, me dijo, ante un camino bordeado de arboles: “he aquí un paisaje de Cezanne”. Olgieser tiene una admiración profunda para el gran maestro francés. Es el más moderno de los pintores del Ecuador. Dicto, precisamente, en la Escuela de Bellas Artes, a la manera de un curso de buena voluntad, varias conferencias sobre la pintura moderna de Europa, dedicados a los alumnos. Durante un año, tuvo la cátedra de Historia de la pintura. Olgieser es un erudito en cuanto al arte moderno; lo estudio ampliamente en las Galerías de Europa.
Guillermo Olgieser es nacido en Rumania e hizo sus estudios de académica en Bucarest. Vino al Ecuador haces seis años y se nacionalizo en nuestro país. Se ha compenetrado profundamente de la vida ecuatoriana, a tal punto que en algunos aspectos la conoce mas que los que hemos nacido en territorio nacional.
Publico algunos artículos sobre pintura moderna en la revista de la Escuela de Bellas Artes; nos viene a la mente una publicación que hizo sobre Van Gogh.
Un día leyó Olgieser un artículo de periódico, publicado en Quito por un hombre poco serio y que disparataba sobre la pintura moderna parecen manicomios o morgues; la gente al recorrerlos entraba en un grado de desesperación y para aplacar su angustia iba en busca de los exposiciones de fotografía.