Moscoso Abrahan José

Entre los primeros pintores modernos del Ecuador, Hablando exclusivamente en sentido histórico, encontramos a José Abraham Moscoso. Su pintura no es moderna en lo que respecta a su calidad misma, pero le calificamos asi convencionalmente, por razones de época.

Moscoso nació en Latacunga, a fines del siglo XIX. En la Escuela Nacional de Bellas Artes de Quito realizo sus primeros estudios sobre conocimientos artísticos. Obtuvo en la misma  Academia una catedra de dibujo, por oposición. En goce de una beca partió, posteriormente, a Italia, país donde estructuro definitivamente su personalidad. De regreso al Ecuador  se dedico a cultivar el desnudo femenino, con ese afán meramente pagano y sensual con que lo hacían los renacentistas. En el ambiente de Quito, Moscoso produjo algunos escandolos artististicos y mas se recuerda aquel que se ocasionó cuando presento, en una exposición Mariano Aguilera, su cuadro “Visiones de Claustro”. El motivo de este cuadro es una visión que tienen dos frailes; su deseo sexual encadenado les hace soñar en el cuerpo femenino, esplendido y desnudo, como las tentaciones que se presentaron ante San Antonio. El pintor contrasta los sentimientos de los dos frailes, uno de los cuales es un mistico verdadero y en su rostro se refleja el conflicto ocasionado por su renunciamiento de la carne, por su condenación al cuerpo humano; el primer fraile es un autorretrato del artista, bastante bien concebido; constituye quizá lo mejor que Moscoso ha pintado; pues, las demás figuras no tienen tanto carácter. Visiones de Claustro ocasiono protestas de los miembros del jurado calificador de cierto público monopolizador de la moralidad. Los demás expositores se vieron en el caso de defender el cuadro de Moscoso, mediante un manifestó. Las mismas personas que lo condenaban, acusándole de inmoral, se apresuraban a admirarlo secretamente. Moscoso ha tratado de seguir las huellas de la pintura italiana renacentista, las huellas de Tiziano, aunque no siempre pudo acertar en la composicion; pero cultivo el desnudo en la pintura del Ecuador  con cierto sádico deseo de combatir la hipocresía que en el aspecto moral reinaba en el ambiente quiteño en que vivio el citado artista. Moscoso se hace acreedor al mérito de haber sido talvez el primero de los cultivadores del desnudo femenino en su país con intención pagana, con intención de que el publico goce a la vista de la crne por la carne misma. Otro de los desnudos de Abraham Moscoso que merece citarse es “Ensueño”; sirvió de modelo para el una mujer que le acompaño todo la vida. Los dos óleos a que nos referimos se hallan en la colección de pintura ecuatoriana del r. Alejandro Maldonado. 
En un segundo viaje que emprendió a Europa, Moscoso llegó a Rusia, país que para él era el paraíso rojo. En Rusia enfermo del corazón. Moscoso era un hombre de mediana estatura, de correcto vestir, andaba lentamente, hacia esfuerzos por ser humorista y estaba afiliado doctrinariamente al comunismo. A su regreso de la unión Sovietica se sintió definitivamente enfermo y murió en una provincia de la Costa, en Manabi, en 1936. En el momento en que llevaba un cigarrillo a los labios, quedo súbitamente paralizado.