Montufar y Larrea Carlos


Carlos Montufar sale de Quito a fines de enero de 1811 con 2.800 soldados. Cinco son las compañías veteranas de a 100 hombres cada una. 600 milicianos forman otra parte de la infantería. Con fusiles y lanzas. 750 milicianos forman la caballería, con pistolas y sables. Otros 100 hombres portan fusiles y lanzas, parte infantería y la otra caballería. La artillería no dispone sino de 10 piezas de alto calibre. Ahí se han incluido los valientes milicianos de Latacunga.
Humbolt, Bompland y Caldas pasan una temporada en los Chillos, en la mansión espiritual y artística de Selva Alegre. También ahí se encuentra Carlos Montufar. Inteligente mozo de 22 años, recién egresado de la Universidad de Santo Tomás, con el título de Maestro en Artes y predispuesto a cursar estudios de Facultad Mayor en las linajudas de España. Ha estudiado Ciencias Naturales con el innovador científico de Quito Don José Mejía Lequerica amigo de la casa, y verdadero sabio en las ciencias de la naturaleza. Por el interés que tiene Carlos por la investigación y el trabajo científicos, así como por su simpatía y dones especiales, llega a intimarse con los sabios. En marzo se encuentra realizando una serie de faenas importantes, Asciende al Antisana, preparan herborizaciones, calculan astronómicamente y se encanta con la delicia del valle y de las desmesuradas atenciones de Selva Alegre. Al romántico mozo lo incluye entre los “jóvenes obscenos y disolutos”, aquellos que arrastraron al sabio prusiano a las “casa en que reina el amor impuro”. Continuaba: “se apodera esta pasión vergonzosa de su corazón y ciega a este sabio joven hasta un punto que no puede creerse; este es Telémaco en la isla de Calipso. Los trabajos Matematices se entibian, no se visitan las pirámides.
Mide una base en las llanuras de Quito, aquí viene el objeto de sus amores o el de los cómplices de sus frugalidades. A veces compadezco a este joven, a veces me irrito. Cuando me anima esta ultima pasión, parece que veo reanimarse la cenizas de Newton, que no llegó a mujer, y con un semblante airado y terrible decir? Quieres que vuestro nombre se fije en el templo de la gloria?. Y de la Diosa Atarea? No, la gloria no es debida a un corazón que no sabe vencer a esa pasión que os domina. Deponed esos instrumentos, ve a pasar una vida oscura y afeminada en medio de los placeres”. Le causa al hijo del Marqués de haberle seducido a Humboldt a divertirse con bellas muchachas, vísperas al segundo ascenso al cráter del Pichincha. Esto festejaba al escribir: “El señor Barón, se desmayo en Pichincha”. El 8 de Junio de 1802 parten Humboldt, Bompland y Carlos Montufar dirección al Sur. El Marques de Selva Alegre ha recomendado a sus buenos amigos para que su hijo fuera a educarse a España. 
Hasta el último momento Caldas no olvidaba sus pequeñeces morales, tratándole al joven quiteño de “Adonis”, y de sujeto que no “le estorba para viajar”. Llegaron a Riobamba, tierra de los Larrea y de los Villavicencio. El día 2 del mismo mes sales de esta ciudad. Se detienen en Licán y pasan la noche en Calpi. Al siguiente día se encaminaron hacia el Chimborazo. Ascendieron hasta los 5878 metros. Luego rumbo a Cuenca. Demoraron diez días, describen el palacio que mandara trabajar Huanacapac en Cañar. Toman la vía del Marañón y llegan a Lima el 23 de Octubre, donde permanecen dos meses. El 5 de enero se encuentran en Guayaquil. Después de un mes orientan la brújula hacia Acapulco y México. De ahí directamente a España.