Moncayo José Gabriel

El Dr. José Gabriel Moncayo, abogado de suposición de Quito, fue ultrajado en 1862 de una manera indecorosa, por denuncia de que profería frases ofensivas al gobierno se le arrastro inconsideradamente al cuartel, se le vistió de soldado y se le obligo a marchar por la calle, en medio de un batallón. No consiguiendo envilecerlo, el tirano le envio desterrado a Colombia, con una escolta mandada por el Capitan Fautisno Lemos Rayo. Este Rayo fue quien, en 1875, partió la cabeza al tirano, en indulto. Se hallaba en Quito, de Jefe Politico, cuando estaba reunido el Congreso de que estamos tratando, Quiso volver por la hora de la Patria, y presento al Congreso una acusación que sorprendió: acuso a García Moreno por los azotes al Gral. Ayarza y a los presos expulsados al Napo; acusó por los asesinatos de Maldonado, Borja, Viola y los vencidos en memorable Jambelí; acuso por todos los crímenes cometidos con violación de peto la acusación y el Dr. Moncayo, perseguido a sol y sombra, hubo de salir prófugo al Perú, donde se vio obligado a residir cosa de 7 años. Prueba de dignidad grande o leve habia de ser remunerada con esta clase de premio. El Ecuador  debe rendir algun recuerdo a la memoria de este ciudadano.
En 1865, con Carrión, los desterrados no obtenían piedad todavía, solo de uno en uno, y eso solamente alguno, a medida que el Sr. Carrión iba perdiendo el miedo a García Moreno. Las costas del Perú, de Centroamerica, de Colombia en el Pacífico, rebozaban de emigrados: entre ellos habia hombres notables: Pedro Moncayo, Pedro Carbo, Manuel Gomez de la Torre, Miguel Riofrio, Antonio Yerovi, Carlos Auz, José Gabriel Moncayo, El obispo Tola, etc.; los generales Urbina, Robles, Franco, Rios, Wright y muchos coroneles y otros militares de grado inferior. Como Carrión y Bustamante aparecían liberales, y en su pasado no tenían mancilla, D. Pedro Moncayo escribió desde el destierro al segundo, interesándose de que se decretase amnistía.